En los últimos años, el problema de los microplásticos en el cuerpo humano ha pasado de ser una advertencia ambiental a una preocupación médica específica, y el último descubrimiento ha captado la atención tanto de la comunidad médica como del público: se han detectado diminutas partículas de plástico en el líquido folicular de mujeres sometidas a inseminación artificial.
El líquido folicular es el medio en el que se nutre el óvulo. La presencia de impurezas en este líquido plantea serias dudas sobre su posible impacto en la calidad del óvulo, el equilibrio hormonal y los resultados reproductivos.
Detección y niveles de exposición
El primer estudio que detectó microplásticos en el líquido folicular ovárico se realizó en pacientes sometidas a tratamiento de infertilidad y halló una proporción significativa de muestras positivas. Las partículas de plástico recolectadas variaban en tamaño y composición, y lo que preocupaba a los investigadores era que estas partículas no solo eran «externas», sino que habían penetrado en el delicado entorno reproductivo del ovario. Varios estudios posteriores, presentados en congresos profesionales, también observaron la presencia de microplásticos tanto en el líquido folicular ovárico como en el semen con una frecuencia relativamente alta en los grupos de muestra analizados.

Microplásticos de diversos tamaños vistos al microscopio.
Aunque los datos iniciales se basan en muestras pequeñas y se necesitan estudios más amplios para evaluar el espectro completo, una combinación de estudios en animales y de laboratorio sugiere que la exposición humana podría ser parte del resultado asociado con la reducción de la fertilidad. Asimismo, los estudios sobre las vías de exposición indican que los microplásticos ingresan al organismo por ingestión (alimentos, agua), inhalación (polvo doméstico, aire) y contacto dérmico; lo que significa que la exposición diaria es difícil de evitar sin medidas preventivas.
Factores de riesgo potenciales de infertilidad que deben controlarse
Los microplásticos pueden afectar al sistema reproductor principalmente de dos maneras: (1) mediante efectos mecánicos/inflamatorios locales y (2) mediante la liberación de disruptores endocrinos. A nivel celular, se ha demostrado que los microplásticos causan estrés oxidativo, inflamación y daño a las células de la granulosa, células importantes para el desarrollo folicular y la síntesis hormonal.
Mientras tanto, los plásticos suelen contener aditivos como ftalatos, bisfenol A (BPA) o PFAS, conocidos por alterar las hormonas, modificar los niveles de estrógeno y progesterona, afectar la ovulación y reducir la capacidad de implantación de los embriones. Experimentos con ratones y cultivos de tejidos han demostrado que la exposición a microplásticos puede reducir el número de folículos maduros, aumentar el daño al ADN de los óvulos y disminuir las tasas de concepción en modelos animales. Si bien no existe evidencia definitiva de causalidad en humanos, este vínculo biológico es suficiente para generar preocupación entre los expertos.
Obstetras y ginecólogos, investigadores ambientales y médicos son cautelosos pero unánimes: el hallazgo de microplásticos en el líquido folicular es “notable y justifica un estudio más profundo”; no es suficiente para afirmar que los microplásticos sean la causa directa de la infertilidad masiva, pero sí para considerarlos un factor de riesgo potencial que debe controlarse.
Algunos expertos sugieren priorizar los estudios de seguimiento a largo plazo de las parejas que se someten a técnicas de reproducción asistida, midiendo los niveles de microplásticos en los fluidos reproductivos y comparando los resultados del tratamiento según los niveles de exposición. Los profesionales sanitarios deben aconsejar a sus pacientes que tomen medidas para reducir su exposición personal como parte de una estrategia de prevención proactiva durante su preparación reproductiva.
Riesgos notables en Vietnam
En Vietnam, las fuentes de exposición a microplásticos reflejan los hábitos de consumo y las condiciones ambientales urbanas, específicamente:
- Alimentos envasados, comida rápida y agua embotellada: productos que entran en contacto directo con el plástico.
- El uso de bolsas de plástico, papel film, recipientes de plástico, hervidores eléctricos o el envoltorio de alimentos calientes en bolsas de plástico facilita la liberación de partículas de plástico y aditivos químicos.
- Las bolsitas de té y algunos envases de alimentos pueden liberar nano/microplásticos al calentarse.
El aire interior (polvo de los muebles, materiales sintéticos) es una fuente igualmente importante de inhalación. En zonas industriales o rurales con un uso intensivo de productos químicos agrícolas , las interacciones entre los productos químicos y las partículas de plástico constituyen una preocupación adicional.
Las evaluaciones de riesgo en Vietnam deben incorporar estudios de campo sobre las concentraciones de microplásticos en el agua del grifo, alimentos comunes, aire interior y muestras biológicas, que pueden diferir entre zonas urbanas y rurales.

El médico analiza una muestra de líquido folicular en el laboratorio de infertilidad.
¿Cómo prevenirlo?
Si bien la investigación continúa, existen muchos pasos sencillos y prácticos que puede seguir para reducir la exposición en su vida diaria:
- Minimice el contacto directo de los objetos de plástico con los alimentos, especialmente cuando estén calientes: utilice recipientes de vidrio o acero inoxidable, evite usar botellas o recipientes de plástico calentados en el microondas.
- Limita el consumo de alimentos procesados y comida rápida envasada; estos envases suelen contener microplásticos.
- Evite las bolsitas de té/plástico de mala calidad; beba té a granel o utilice bolsitas/filtros de papel hechos de materiales naturales.
- Filtrado del agua doméstica: Considere la posibilidad de utilizar un filtro que pueda eliminar las partículas finas; evite beber agua embotellada con regularidad.
- Mejora la ventilación, reduce el polvo en la casa: aspira con una máquina con filtro HEPA, reduce la cantidad de muebles y juguetes de plástico.
- Precauciones laborales: Toda persona que trabaje en las industrias del plástico, textil, de la pintura o agrícola debe consultar con su médico sobre las medidas de protección y la reducción de la exposición.
- Durante un tratamiento de fertilidad: hable con su laboratorio/equipo de FIV sobre cómo minimizar la exposición a plásticos durante el procedimiento (los laboratorios estándar ya toman medidas para reducir las fuentes de contaminación).
El descubrimiento de microplásticos en el líquido folicular es una nueva señal de alarma en el panorama mundial de la contaminación: nos recuerda que la contaminación por plásticos no es solo un problema ambiental, sino que se está infiltrando en el delicado espacio reproductivo humano.
Aunque todavía no se puede establecer una relación causal definitiva entre los microplásticos y la infertilidad humana, la evidencia experimental y en animales, junto con su presencia real en muestras de pacientes, es suficiente para justificar la aplicación del principio de precaución.
A nivel individual y político, reducir el uso de plásticos en contacto directo con los alimentos, mejorar la gestión de los residuos plásticos e invertir en investigación local —especialmente en el contexto vietnamita— son acciones urgentes necesarias para proteger la salud reproductiva de las generaciones actuales y futuras.
Fuente: https://suckhoedoisong.vn/vi-nhua-xam-nhap-nang-trung-bao-dong-moi-voi-kha-nang-sinh-san-nu-169251114111012159.htm






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