
Los usuarios están frustrados porque el WiFi es demasiado lento.
Muchas personas tienen la costumbre de trabajar, estudiar o entretenerse en un lugar fijo de la casa. Sin embargo, incluso sin moverse, a menudo se encuentran con que la velocidad del wifi es fluida por momentos y luego inestable por razones desconocidas.
No se trata de un fenómeno inusual, sino de una característica inherente a la tecnología de transmisión inalámbrica.
La velocidad del wifi es inestable porque el entorno está en constante cambio.
El wifi transmite señales mediante ondas de radio. Estas ondas viajan por el aire y se ven fuertemente afectadas por el entorno físico. Obstáculos como paredes de hormigón, puertas de cristal, armarios de madera o incluso una persona que pasa cerca pueden debilitar o distorsionar la señal. Cuando la señal se desvía, se refleja o se dispersa, la velocidad de internet puede variar constantemente.
Una característica única de las conexiones inalámbricas es su menor estabilidad en comparación con las conexiones por cable . Si giras ligeramente tu portátil, cambias el ángulo de tu teléfono o abres o cierras una puerta, las ondas pueden reflejarse en una dirección diferente, provocando cambios en la velocidad de conexión sin que te des cuenta.
Además, existe un factor menos conocido: los dispositivos electrónicos del hogar también emiten ondas electromagnéticas. Los hornos microondas, los altavoces Bluetooth, los auriculares inalámbricos, los purificadores de aire e incluso las luces inteligentes funcionan en bandas de frecuencia que pueden solaparse con las señales wifi, especialmente en la banda de 2,4 GHz.
Cuando varios dispositivos funcionan al mismo tiempo, aumenta la posibilidad de interferencias, lo que obliga al router a procesar señales más complejas y, por lo tanto, ralentiza la conexión.
Incluso la cantidad de dispositivos que acceden a la red simultáneamente tiene un impacto significativo. Si en una familia hay entre 5 y 7 dispositivos conectados a internet, el ancho de banda deberá dividirse entre todos ellos.
Cuando un dispositivo carga repentinamente una gran cantidad de datos, como al reproducir vídeo en alta resolución, actualizar el sistema operativo o sincronizar datos en la nube, los demás dispositivos experimentarán una ralentización notable aunque ellos mismos no estén realizando ninguna tarea.
El factor del transmisor es crucial. Muchas familias aún utilizan transmisores Wi-Fi antiguos que no ajustan automáticamente los canales de frecuencia ni optimizan la señal. En cambio, los routers de nueva generación seleccionan automáticamente canales con menos interferencias , ajustan la potencia de transmisión y priorizan los dispositivos que transmiten más datos. Actualizar el software del router y colocarlo en un lugar abierto y céntrico del apartamento también son factores importantes para mantener una conexión estable.
La infraestructura y las aplicaciones de Internet también hacen que la red a veces sea rápida y a veces lenta.
Según nuestra investigación, no todas las causas de la conexión Wi-Fi inestable se encuentran en tu hogar. Gran parte del problema radica en la forma en que tu operador proporciona y distribuye internet, así como en cómo las aplicaciones acceden a los datos y los utilizan.
El internet residencial en zonas urbanas suele utilizar un modelo de ancho de banda compartido. Esto significa que varios hogares de la misma zona comparten una parte de la capacidad de transmisión. Por la noche, cuando mucha gente ve vídeos, estudia en línea, realiza videollamadas o juega a videojuegos simultáneamente, toda la zona experimenta congestión en la red local . En ese momento, aunque la señal wifi en interiores sea fuerte, la velocidad de acceso sigue siendo lenta debido a la congestión del flujo de datos en exteriores.
Además, no todos los datos que necesitas se almacenan en Vietnam. Muchos servicios populares, como Netflix, YouTube, Google Drive o el software para teletrabajo, tienen servidores ubicados en el extranjero. Cuando el sistema de cable de fibra óptica submarino presenta problemas o el tráfico internacional se congestiona, la velocidad de acceso a estos servicios disminuye considerablemente. Estos factores escapan por completo al control del usuario.
Además, las aplicaciones y los sistemas operativos modernos suelen tener tareas ejecutándose constantemente en segundo plano. Tu portátil podría estar actualizando su software, tu teléfono podría estar haciendo copias de seguridad automáticas de tus fotos en la nube y tu navegador podría estar recargando las pestañas que no has abierto.
Todas estas actividades utilizan internet en segundo plano, consumiendo una gran cantidad de datos sin que te des cuenta. Por eso, aunque abras una página web que parezca ligera, carga muy despacio porque la conexión está ocupada con otros procesos en segundo plano.
Otro factor tecnológico es cómo la red Wi-Fi distribuye los datos a cada dispositivo . Algunos routers de gama alta priorizan las conexiones en tiempo real, como las videollamadas, los juegos o las reuniones en línea, pero la mayoría de los dispositivos económicos no lo hacen. Esto provoca latencia o cortes en la conexión, incluso cuando el dispositivo muestra una señal completa.
Entendiendo el Wi-Fi de 2,4 GHz, 5 GHz y 6 GHz: ¿Qué banda elegir para una red más rápida y estable?
La banda de 2,4 GHz es la más antigua y popular. Sus ventajas son una amplia cobertura y buena penetración en paredes , lo que la hace ideal para casas de varias plantas o habitaciones. Sin embargo, presenta desventajas como velocidades más bajas y susceptibilidad a las interferencias, ya que también la utilizan otros dispositivos como hornos microondas, teléfonos inalámbricos y Bluetooth.
La banda de 5 GHz es una opción popular para necesidades de alta velocidad , como ver vídeos en 4K, jugar en línea o realizar videoconferencias. Presenta menos interferencias, pero tiene dificultades para atravesar paredes y su alcance es menor . En espacios reducidos o cuando se está cerca del router, esta es la opción óptima.
La banda de 6 GHz , utilizada en los estándares Wi-Fi 6E y Wi-Fi 7, es la más reciente disponible. Gracias a su baja densidad de dispositivos, es prácticamente inmune a las interferencias , a la vez que proporciona un mayor ancho de banda y velocidades de transmisión extremadamente altas . Sin embargo, debido a su mayor frecuencia, las ondas de 6 GHz tienen poca capacidad para atravesar paredes y solo funcionan eficazmente en la misma habitación que el router o en espacios abiertos .
En resumen: Si necesitas una cobertura fiable de largo alcance en varias habitaciones, la banda de 2,4 GHz es una apuesta segura. Si prefieres una red rápida y fluida en espacios reducidos, prioriza la de 5 GHz o 6 GHz si tu dispositivo es compatible. Y no olvides colocar el router en un lugar abierto y céntrico de tu casa; esto sigue siendo fundamental para que cualquier banda funcione correctamente.
Fuente: https://tuoitre.vn/vi-sao-wifi-luc-nhanh-luc-cham-du-ban-ngo-yen-mot-cho-20250616105832932.htm






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