Los médicos del Hospital de Obstetricia y Ginecología de Hanoi realizaron una cesárea a una mujer embarazada de 54 años - Foto: BVCC
En el Hospital de Obstetricia de Hanoi, la Sra. H. se sometió con éxito a una fertilización in vitro (FIV) y quedó embarazada después de muchos años de espera.
Durante todo su embarazo, la Sra. H. fue monitoreada de cerca por los médicos. Sin embargo, a las 35 semanas de embarazo, fue hospitalizada debido a la ruptura prematura de aguas.
La situación se complicó cuando desarrolló preeclampsia, una afección peligrosa durante el embarazo que puede afectar tanto a la madre como al bebé. Al darse cuenta de la gravedad de su estado, los médicos decidieron practicarle una cesárea de emergencia.
La doctora Luu Thi Anh, jefa adjunta del departamento de exámenes del Hospital de Obstetricia y Ginecología de Hanoi, dijo que debido a que el útero de la madre estaba completamente fibrótico y no tenía tejido muscular sano, acceder al feto era muy difícil.
Los médicos tuvieron que realizar una incisión de 5 cm de profundidad en el útero para extraer al bebé. La ruptura del saco amniótico sujetó firmemente al feto, lo que dificultaba enormemente el pronóstico para la extracción.
Ante esta situación, el equipo quirúrgico decidió ampliar el campo quirúrgico, realizar una incisión en forma de T en el útero y colocar fórceps para facilitar el parto. Tras incansables esfuerzos, un bebé sano de 2100 gramos lloró al nacer, llenando de alegría a toda la familia.
Después de garantizar la seguridad del bebé, los médicos continuaron tratando el útero fibrótico y realizaron una histerectomía parcial para proteger la salud a largo plazo de la Sra. H.
Se extirpó la masa uterina fibrótica, de 30 x 35 cm y casi 5 kg de peso. La cirugía fue un éxito y la Sra. H. se recuperó satisfactoriamente tras la intervención.
El viaje de la Sra. H. para dar la bienvenida a su primer hijo a la edad de 54 años no sólo es una fuente de felicidad para su familia, sino que también da esperanza a muchas parejas infértiles.
Gracias a los avances en el diagnóstico y el tratamiento, casos que antes se consideraban “imposibles” ahora tienen la oportunidad de convertirse en realidad.
Con la dedicación de los médicos y el constante progreso de la medicina, la puerta a la paternidad está cada vez más abierta, trayendo milagros a quienes siempre anhelan una familia completa.
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