Hamás pospone el retorno de rehenes por problemas logísticos; dimite el jefe de inteligencia militar israelí, entre los últimos acontecimientos en el conflicto de Oriente Medio.
Un alto el fuego de cuatro días entre Israel y Hamás ha contribuido a aliviar la crisis humanitaria en la Franja de Gaza. (Fuente: Reuters) |
El 29 de noviembre, Mahmoud al-Mardawi, un alto funcionario de Hamás, afirmó que la liberación de los rehenes de Hamás se estaba retrasando debido a problemas logísticos. También culpó a Israel por las dificultades para extender las negociaciones del alto el fuego.
Mientras tanto, el líder de Hamás en el Líbano, Osama Hamdan, afirmó que los esfuerzos para extender el alto el fuego aún no estaban maduros. Según esta fuente, Hamás estableció condiciones para aceptar el fin de la guerra, levantar el bloqueo de la Franja de Gaza y retirar todas las fuerzas israelíes a cambio de la liberación de los rehenes. Hamás también anunció que estaba preparado para todas las posibilidades tras el fin del alto el fuego actual.
Según un funcionario de seguridad israelí involucrado en las conversaciones en Qatar, si Hamás devuelve 10 rehenes más, Tel Aviv podría considerar extender el alto el fuego.
El funcionario también afirmó que si Hamás no entrega una lista de rehenes para ser liberados, Tel Aviv reanudará el ataque el 30 de noviembre. Además, Israel sólo acordó negociar sobre rehenes adicionales, incluidos 25 mujeres y niños detenidos en la Franja de Gaza.
En otro acontecimiento, el mismo día, el director del Departamento de Inteligencia Militar de Israel, Aharon Haliva, anunció su dimisión tras asumir la responsabilidad del ataque sorpresa de Hamas del 7 de octubre que mató a más de 1.200 personas.
Aunque la inteligencia militar israelí había detectado ejercicios de Hamás cerca de la frontera y predijo que la fuerza podría infiltrarse en la valla para lanzar un único ataque contra Israel, Tel Aviv consideró los ejercicios como rutinarios, como en meses anteriores. También se dijo que los funcionarios de inteligencia no habían recibido ninguna advertencia estratégica de guerra y no previeron la posibilidad de un ataque a gran escala en múltiples frentes.
Por lo tanto, el Mayor General Aharon Haliva es consciente de su responsabilidad en el incidente. Inmediatamente después del ataque del 7 de octubre, expresó que su permanencia en el cargo es solo un periodo para contribuir a la resolución de las consecuencias del ataque y evitar perturbaciones en el trabajo de la agencia.
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