La ictericia, la hinchazón abdominal, el picor en la piel, los tobillos hinchados y la fatiga prolongada son síntomas comunes que se observan con frecuencia en personas con enfermedad hepática.
Existen más de 100 enfermedades diferentes relacionadas con el hígado, causadas por múltiples razones como infecciones, consumo excesivo de alcohol, automedicación, obesidad y cáncer.
La mayoría de las enfermedades hepáticas dañan el órgano de forma similar, lo que produce síntomas parecidos. Aquí tienes algunas señales de que tu hígado podría estar en problemas.
Ictericia: Esta afección puede presentarse en la esclerótica (la parte blanca del ojo) o en la piel. Los signos son más evidentes cuando el hígado está gravemente dañado. La ictericia suele deberse a la acumulación en el organismo de bilirrubina, una sustancia amarilla producida por los glóbulos rojos. Normalmente, el hígado se encarga de eliminar la bilirrubina, pero cuando está dañado, esta función se ve afectada, lo que provoca un aumento de sus niveles.
Picazón en la piel: Las personas con ciertas enfermedades hepáticas crónicas suelen presentar picazón en la piel, que puede o no ir acompañada de sarpullido. La picazón afecta la calidad de vida, causando dificultad para dormir y fatiga. Quienes padecen esta afección deben consultar a un médico, quien podrá realizar las pruebas necesarias.
Las enfermedades hepáticas suelen causar picazón en la piel. Ilustración: Freepik
Hinchazón del abdomen (ascitis): Esta afección es frecuente en personas con cicatrices hepáticas. La cicatrización obstruye el flujo sanguíneo al hígado, lo que aumenta la presión sobre los vasos sanguíneos circundantes y provoca que el líquido se filtre y se acumule en el abdomen. El abdomen por encima del ombligo suele estar sensible al tacto, y la ascitis a veces se debe a una infección que requiere tratamiento con antibióticos.
Hinchazón de piernas o tobillos : En algunas personas con ascitis, las piernas y los tobillos también se hinchan debido a la acumulación de líquido. Es posible que la persona necesite reducir el consumo de sal o tomar diuréticos para disminuir la retención de líquidos.
Heces pálidas y orina oscura: El hígado produce sales biliares, que dan a las heces su color oscuro. Si el hígado no produce bilis normalmente o si el flujo sanguíneo desde el hígado está obstruido, las heces suelen ser pálidas, de color arcilla. Las heces pálidas a menudo se acompañan de ictericia. El exceso de bilirrubina causa ictericia y orina inusualmente oscura.
Fatiga crónica: frecuente en personas con enfermedad hepática, debido a la acumulación de toxinas en el organismo, que afecta a la función cerebral. Las personas con enfermedad hepática pueden tener dificultades para concentrarse y ser más olvidadizas que las personas sanas.
Moretones o sangrado con facilidad: Si el hígado no funciona correctamente, la piel puede presentar moretones con facilidad debido a que la capacidad de coagulación de la sangre se ve afectada. Incluso un pequeño corte puede causar una hemorragia abundante.
En sus etapas iniciales, la enfermedad hepática no presenta síntomas evidentes, que a menudo se hacen patentes cuando el daño hepático se agrava.
Todos deberían prevenir la enfermedad a tiempo cambiando su estilo de vida, comiendo sano, bajando de peso, consumiendo alimentos ricos en vitamina A y haciendo ejercicio al menos 30 minutos al día. Limite el consumo de alcohol y no tome medicamentos sin receta médica.
Anh Chi (Según WebMD)
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