Se espera que el crecimiento económico de Asia se mantenga estable en 2024 a pesar de las dificultades en la segunda economía más grande del mundo, China, y la inestabilidad geopolítica global, según un informe del Banco Asiático de Desarrollo (BAsD).
La IA ayuda a restablecer la producción
Las economías en desarrollo de la región se mantienen fuertes, impulsadas por una demanda interna resiliente, según el BAD. El BAD prevé ahora un crecimiento del 4,9 % para Asia en 2024, frente al 4,8 % previsto en diciembre de 2023. También prevé un crecimiento del 4,9 % para Asia en 2025.
El fin del ciclo de subidas de tipos de interés en la mayoría de las economías y la continua recuperación de las exportaciones de materias primas impulsarán el crecimiento, afirmó Albert Park, economista jefe del BAD. Además, la confianza del consumidor está mejorando, es probable que la inversión se recupere y la demanda mundial se está recuperando. En particular, el auge de la inteligencia artificial (IA) está proporcionando un fuerte impulso a la recuperación de la industria asiática de fabricación de chips, según el BAD.
Economías como la de Corea del Sur podrían beneficiarse del rápido aumento de la demanda de chips de IA y servicios relacionados. En 2024, el BAD prevé un mayor crecimiento en el sur y sudeste asiático para compensar la desaceleración en otras subregiones. India seguirá siendo el principal motor del crecimiento. Según el BAD, es probable que el crecimiento de India se desacelere con respecto a su vertiginoso ritmo de 2023, pero se mantendrá sólido (7 % en 2024 y 7,2 % en 2025), ya que el aumento del consumo complementa el crecimiento de la inversión.
No seas subjetivo
El BAD pronostica que el crecimiento económico de China se desacelerará al 4,8 % en 2024 y al 4,5 % en 2025, frente al 5,2 % en 2023. La economía china continúa afectada por la crisis inmobiliaria y la débil demanda de los consumidores. El BAD indicó que el éxito de China en superar la crisis inmobiliaria tendría implicaciones para la región asiática. Por otro lado, la caída del mercado inmobiliario podría extenderse a sus socios comerciales. El BAD señaló que la preocupación por la deflación es otro riesgo, ya que los bajos precios de las exportaciones podrían impulsar la deflación.
Según el BAD, también se espera que la inflación en Asia disminuya debido a la desaceleración de los precios de los alimentos y a las políticas monetarias bien encaminadas, la reducción de las presiones inflacionarias mundiales y la mayor estabilidad de los precios de los combustibles. En concreto, se prevé que la inflación en Asia disminuya al 3,2 % en 2024, desde el 3,3 % en 2023, antes de desacelerarse al 3 % en 2025.
Si bien las perspectivas son generalmente positivas, el informe del BAD destaca la vulnerabilidad a las tensiones geopolíticas, que podrían interrumpir las cadenas de suministro y generar presiones inflacionarias debido a las fluctuaciones en los precios de las materias primas. Otra incertidumbre reside en las posturas políticas de los principales bancos centrales, en particular la Reserva Federal de Estados Unidos. El momento de un recorte de tipos por parte de la Fed se sigue de cerca en Asia debido a las repercusiones de la confianza de los inversores en los tipos de cambio.
KHANH MINH compilado
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