El presidente estadounidense Donald Trump muestra una orden ejecutiva sobre inteligencia artificial con el lema "Ganando la carrera de la IA" en el Andrew W. Mellon Hall, Washington, el 23 de julio. - Foto: AFP
En una medida sin precedentes, la Administración de Servicios Generales de Estados Unidos (GSA) ha incluido oficialmente tres plataformas líderes de IA en su lista de herramientas permitidas para su uso dentro del aparato gubernamental .
Esta decisión no solo promueve la aplicación de la tecnología en el sector público, sino que también encaja con la nueva estrategia de IA del presidente Donald Trump, destinada a mantener la posición de liderazgo de Estados Unidos en la competencia global.
IA: la herramienta oficial
Según Reuters, la GSA anunció el 5 de agosto que ChatGPT (OpenAI), Gemini (Google) y Claude (Anthropic) se incluyeron oficialmente en el sistema de contratación federal. Esta medida permite a las agencias realizar implementaciones rápidamente sin tener que negociar individualmente con cada proveedor.
La decisión se ajusta a la estrategia de IA de la administración Trump, anunciada el 23 de julio, que pretende flexibilizar las regulaciones para impulsar la infraestructura al tiempo que se fomentan las exportaciones de tecnología de IA a los países aliados.
Según la GSA, las plataformas seleccionadas han superado numerosas pruebas de rendimiento y seguridad, están comprometidas con el cumplimiento de las normas federales y utilizan la IA de forma responsable.
“Nuestro objetivo es proporcionar tantas herramientas como sea posible para ayudar a los empleados del gobierno a ser más productivos”, dijo Stephen Ehikian, administrador adjunto de la GSA.
El despliegue a gran escala de la IA en el gobierno estadounidense tiene un efecto dominó a nivel mundial. Según el Financial Times , este modelo puede animar a los países aliados, especialmente en Asia, a desarrollar políticas similares, convirtiéndose en un modelo a seguir para otros países a la hora de mantener su competitividad digital.
Politizando la IA
La orden ejecutiva del Sr. Trump no solo flexibiliza las leyes de licencias, sino que también convierte la IA en una herramienta estratégica en la competencia geopolítica global.
Según The Guardian , en el contexto de que China esté invirtiendo miles de millones de dólares en la producción de chips y desarrollando modelos de IA a la par de Silicon Valley, Estados Unidos se ve obligado a acelerar para mantener su posición.
El Sr. Trump enfatizó en una ocasión que la carrera por la IA es "la batalla que definirá el siglo XXI". El plan de IA incluye cerca de 90 recomendaciones, entre las que destacan promover la exportación de software y hardware de IA desarrollados en EE. UU., eliminar obstáculos y facilitar la entrada de las empresas de IA al mercado global.
Esto supone un cambio notable con respecto al enfoque cauteloso de la administración Biden, que ha exigido que los modelos de IA se adhieran a estrictas medidas de seguridad, centrándose en la ética y el impacto social, pero que ha recibido críticas por supuestamente reflejar una “ideología radical”.
Según el New York Times , el Sr. Trump emitió una orden ejecutiva que exige que cualquier empresa de IA que busque contratos federales demuestre que sus modelos son “objetivos y libres de sesgos ideológicos impuestos desde arriba” .
La administración se vale de contratos federales por valor de cientos de millones de dólares, y solo las empresas que cumplen con criterios “imparciales” pueden acceder a esta financiación.
Sin embargo, los expertos legales lo consideran una forma de «coacción indirecta» mediante políticas financieras. Genevieve Lakier, profesora de derecho de la Universidad de Chicago, argumenta que imponer condiciones financieras al control de contenido mediante IA podría ser inconstitucional: «Si el gobierno se niega a contratar con IA para crear contenido que no le guste, estaría interfiriendo con el derecho a la libertad de expresión consagrado en la Primera Enmienda».
El primer ministro sueco genera controversia por el uso de la IA.
Según The Guardian , la admisión del primer ministro sueco, Ulf Kristersson, de que utiliza regularmente inteligencia artificial como ChatGPT para asesorarse en la gobernanza del país ha provocado un intenso debate entre el público y los expertos.
Algunos científicos advierten del riesgo del mal uso de la tecnología en la política, argumentando que la IA podría conducir a la dependencia y a la falta de rendición de cuentas democrática.
La oficina del primer ministro sueco insiste en que no comparte información sensible con la IA, pero muchos argumentan que utilizar la IA como "asesor secundario" es una medida peligrosa en términos de ética y seguridad.
Representantes pioneros
ChatGPT, Gemini y Claude no solo son los modelos de IA más avanzados en la actualidad, sino que también son productos de tres empresas tecnológicas estadounidenses líderes: OpenAI, Google y Anthropic, respectivamente.
En la carrera geopolítica por la IA, la presencia de estas plataformas sirve como la "carta de triunfo" de Washington contra rivales chinos como Deepseek.
Según la GSA, las tres plataformas han superado una serie de estándares rigurosos en materia de seguridad de datos, capacidades de integración, precisión de la información y, especialmente, cumplimiento ético en el uso de la IA.
La gran ventaja es que ChatGPT, Gemini y Claude están ampliamente implementados con cientos de millones de usuarios en todo el mundo, lo que facilita la incorporación y ahorra mucho tiempo.
CORAZÓN Y SOL
Fuente: https://tuoitre.vn/ai-chinh-thuc-vao-nha-trang-20250806234123785.htm






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