En Baltimore, Khari Parker, cofundador de la cadena de restaurantes Connie's Chicken and Waffles, ahorra horas cada día gracias a herramientas como ChatGPT y Claude.
Utiliza la IA para diseñar menús, redactar material de reclutamiento, pronosticar el inventario e incluso actuar como mediador en desacuerdos internos. Pero al preguntarle si la IA reemplazará a los humanos, Parker afirmó: «No creo en absoluto que la IA vaya a reemplazar a los empleados».
La historia de Parker refleja una profunda paradoja que está transformando el mercado laboral global: mientras que las pequeñas empresas ven la IA como una ventaja, las grandes corporaciones la ven como un catalizador para una reestructuración masiva de la fuerza laboral.
Ola de optimismo de la "gente común"
Una reciente encuesta de Goldman Sachs a casi 1400 propietarios de pequeñas empresas en EE. UU. ofrece una perspectiva positiva. El 78 % confía en las perspectivas de su negocio y, sorprendentemente, el 81 % cree que la IA aumentará la productividad de los empleados en lugar de eliminar sus puestos de trabajo.
Para las pequeñas y medianas empresas (pymes), la IA se está convirtiendo en una herramienta democratizadora que les permite competir en igualdad de condiciones con las grandes empresas. En lugar de invertir millones de dólares en sistemas complejos, pueden utilizar aplicaciones de IA listas para usar a bajo costo para automatizar tareas repetitivas, desde marketing y atención al cliente hasta gestión administrativa. Esto permite que su reducido equipo de trabajo se centre en tareas que requieren mayor creatividad y pensamiento estratégico.
Para las pequeñas empresas, no es práctico ni deseable reemplazar por completo a un empleado con IA. En cambio, la IA se convierte en un «empleado virtual» que brinda asistencia, ayudando a cada persona a trabajar de manera más eficiente y, por lo tanto, impulsando el crecimiento general de toda la empresa.

La IA se está convirtiendo silenciosamente en un diligente "colega" para millones de pequeñas empresas, ayudándolas a trabajar de forma más inteligente, más rápida y a competir de forma más justa (Foto: CNET).
Imagen contrastante de los "gigantes"
En contraste con el optimismo que reina en el sector de las pymes, una oleada de despidos está afectando a las grandes corporaciones de todo el mundo. Esta situación no se limita al sector tecnológico, sino que se ha extendido a las industrias tradicionales.
Amazon anunció que recortará unos 14.000 puestos de trabajo en oficinas, alegando la necesidad de racionalizar su organización para prepararse para la aplicación generalizada de la IA.
Microsoft ha despedido a miles de empleados, incluyendo puestos en Xbox y LinkedIn, como parte de una estrategia de reestructuración para centrar sus recursos en la IA.
UPS, el gigante de los envíos, recortará hasta 48.000 puestos de trabajo este año, una cifra mucho mayor de la prevista inicialmente.
Incluso empresas de bienes de consumo como Nestlé y Procter & Gamble (P&G) están realizando importantes recortes, alegando el aumento de los costes operativos y la necesidad de reestructurarse para ser más eficientes.
Explicando la paradoja: La guerra del capital y el pensamiento operativo
¿Por qué existe entonces una diferencia tan grande? La respuesta reside en dos factores fundamentales: la guerra por el capital y la mentalidad operativa.
Según el profesor Jason Schloetzer de la Universidad de Georgetown, el problema no es que la IA elimine directamente empleos, sino que "la sed de capital para la IA está provocando la reducción de puestos de trabajo".
Las grandes corporaciones se encuentran inmersas en una feroz competencia entre dos grandes para desarrollar y dominar la tecnología fundamental de IA, una carrera que requiere enormes inversiones en infraestructura, centros de datos y la captación de los mejores talentos en IA.
Para liberar capital para esta costosa batalla, se ven obligados a recortar gastos en otros departamentos, y el personal administrativo suele ser el primero en verse afectado. Los despidos se convierten en una medida estratégica para reasignar recursos, complacer a los inversores de Wall Street y demostrar su compromiso con el futuro de la tecnología.
Mientras tanto, las pequeñas empresas no participan en la carrera de la IA. Son usuarias de la tecnología. Por tan solo unas decenas de dólares al mes en servicios de IA, pueden obtener de inmediato beneficios en productividad sin necesidad de reestructurar su organización. Su objetivo es un crecimiento sostenible y eficiente, no dominar una revolución tecnológica.
Los economistas de Goldman Sachs tienen razón al advertir que la IA provocará una disrupción en el mercado laboral. Pero el impacto no es uniforme.
La historia de la IA y el empleo ya no se reduce a la simple idea de que «las máquinas reemplazan a los humanos», sino que se ha convertido en una compleja historia de capital, estrategia y escala. Hoy en día, el futuro laboral parece depender menos de las capacidades de la IA y más del tamaño y la ambición de la empresa que contrata a sus empleados.
Cómo aplicar la ciencia y la tecnología para implementar ESG en diferentes tipos de empresas, incluidas las pequeñas y medianas empresas (PYME), también forma parte del contenido compartido en el taller "Implementación de ESG con ciencia y tecnología: de los datos a la acción", organizado por el periódico Dan Tri a la 1:30 p.m. del 26 de noviembre en Hanoi .
Este taller es una actividad satélite en el marco del Foro ESG de Vietnam 2025 con el tema "Ciencia y tecnología como motor del desarrollo sostenible".
Los lectores interesados pueden registrarse para asistir a la conferencia aquí.
Fuente: https://dantri.com.vn/kinh-doanh/ai-lam-kho-cac-ga-khong-lo-nhung-lai-giup-doanh-nghiep-nho-thang-hoa-20251029110555156.htm






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