Los expertos dicen que las semillas de sandía son seguras para la salud y son una fuente de varios nutrientes como magnesio y zinc, que son buenos para el sistema inmunológico.
La sandía es una fruta saludable, dulce y refrescante, rica en vitamina A, vitamina C y otros compuestos vegetales como la citrulina y el licopeno. Sin embargo, algunas personas creen que ingerir semillas de sandía es peligroso para la salud, mientras que otras argumentan que las semillas blancas son más seguras que las negras.
Los expertos afirman que esto es completamente falso. De hecho, las semillas de sandía también tienen algunos beneficios. El nutricionista Toby Amidor, autor del libro "Up Your Veggies: Recetas Flexitarianas para toda la familia" , afirma que las semillas de sandía negra contienen fibra insoluble, que puede pasar sin problemas por el sistema digestivo. Otras fuentes de fibra insoluble son los frijoles negros, las coles de Bruselas y los aguacates.
Las semillas de sandía son una excelente fuente de magnesio. La nutricionista Ankita Ghoshal Bisht, del Hospital Primus Super, afirma que este nutriente desempeña un papel crucial en la regulación de la presión arterial y la salud cardíaca.
Las semillas de sandía son ricas en zinc, un mineral beneficioso para el sistema inmunitario, ayudando a combatir infecciones y trastornos metabólicos. También son ricas en proteínas y ácidos grasos esenciales, lo que contribuye a una piel y un cabello saludables. Estos nutrientes también ayudan a reducir la inflamación y a prevenir el acné.
Además, las semillas de sandía aportan calcio, que ayuda a fortalecer los huesos y es esencial para la función muscular y la transmisión de señales nerviosas.
La sandía roja con semillas es una fruta común en la vida cotidiana. Foto: Freepik
Según el Centro de Datos de Alimentos (FDC) de EE. UU., las semillas de sandía aportan numerosos nutrientes naturales, como hierro, folato y niacina. La experta en nutrición Kacie Barnes afirma que muchas personas pueden elaborar mantequilla o harina con semillas de sandía, o tostarlas para comerlas.
Sin embargo, Amidor advierte que comer demasiadas semillas de sandía puede provocar estreñimiento y molestias digestivas. La gran cantidad de fibra que se consume después de comer semillas de sandía a veces puede sobrecargar los intestinos.
Las semillas de sandía también son ricas en calorías y pueden provocar un aumento de peso si se consumen en exceso. El Dr. Bisht sugiere consumir unos 30 g de semillas de sandía al día. Las semillas tostadas o germinadas son más saludables porque son más fáciles de digerir y contienen más nutrientes.
Al igual que las semillas de sandía, los expertos afirman que algunas semillas son seguras para el consumo, como las de pepino, granada y pitahaya. Entre las semillas que pueden ser tóxicas si se consumen en exceso se encuentran las de cereza, manzana y albaricoque. Estos tres tipos de semillas contienen ácido prúsico, también conocido como cianuro, una toxina potencialmente mortal.
Thuc Linh (según Very Well Health )
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