¿Qué le pasa a tu hígado cuando comes demasiada azúcar?
El Dr. Harikumar R. Nair, gastroenterólogo del Hospital General Kinder (India), afirmó que consumir demasiado azúcar puede provocar aumento de peso y obesidad, además de afectar órganos internos como el hígado. Esta es la causa de la enfermedad del hígado graso sin necesidad de consumir mucho alcohol.
Consumir mucho azúcar también desencadena la liberación de dopamina, la hormona del bienestar. Las personas que sufren estrés o depresión pueden sentirse especialmente atraídas por el azúcar a través de la comida y la bebida para obtener esta dosis de dopamina.
Sin embargo, la mayoría de estos alimentos azucarados se almacenan como grasa, lo que a la larga daña el hígado. Este ciclo perjudicial puede provocar hígado graso, cirrosis e incluso cáncer.
Frutas que contienen mucho azúcar
Según el Dr. Harikumar R. Nair, la molécula de azúcar presente en las frutas se presenta en forma de fructosa. La cantidad de azúcar varía según la fruta, siendo mayor en frutas jugosas como uvas, naranjas y sandías, entre otras, y menor en frutas carnosas como guayabas, manzanas y kiwis.
El Dr. Harikumar R Nair señala que, si bien las frutas generalmente se consideran saludables, el consumo excesivo de frutas convierte la fructosa en grasa en el hígado, lo que provoca hígado graso.
Azúcar oculto en los alimentos envasados
Además de los dulces y pasteles que se venden en el mercado, los alimentos envasados que se utilizan en la cocina, aunque se consideran sin azúcar, en realidad contienen una cierta cantidad de azúcar, como: salsa de tomate, yogur, cereales, avena, bebidas de malta para niños (Boost, Bourvita, Horlicks); mantequilla de cacahuete; pan (vendido como "pan de leche", "pan de frutas"); galletas...
Cómo proteger un hígado sano
Haga ejercicio regularmente y mantenga un estilo de vida activo: el ejercicio aeróbico regular es clave para prevenir la enfermedad del hígado graso.
Limite el consumo de alcohol: especialmente para personas con síndrome metabólico, como diabetes, presión arterial alta y colesterol alto, porque ambas enfermedades combinadas pueden aumentar el daño hepático.
Lleva una dieta equilibrada: Come alimentos bajos en grasas y ricos en fibra. La dieta debe ser baja en carbohidratos y alta en fibra. Evita los dulces y las carnes rojas.
Cuida tu peso: el riesgo de padecer enfermedades hepáticas se reduce enormemente si mantienes un IMC ideal.
Además, el Dr. Harikumar R Nair señala que se deben evitar los suplementos herbales y las medicinas tradicionales, especialmente aquellos sin licencia de medicamento, ya que la mayoría de ellos se venden como "suplementos alimenticios"; vacúnese contra la hepatitis B y hágase pruebas de detección de enfermedades hepáticas a partir de los 40 años.
En particular, es necesario mantenerse alejado de los medicamentos para bajar de peso y de los remedios extraños sin base científica que se difunden en las redes sociales.
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Fuente: https://laodong.vn/suc-khoe/an-qua-nhieu-duong-anh-huong-den-gan-nhu-the-nao-1369096.ldo
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