Mucha gente piensa que los tomates no deben cocinarse con piel ni semillas porque pueden causar intoxicación fácilmente. ¿Es cierto o falso? (Linh, 30 años, Hanói )
Responder:
Los tomates contienen muchos valores nutricionales, especialmente vitaminas A, C y B6. La cáscara del tomate contiene muchos antioxidantes poderosos que ayudan a prevenir las células cancerosas y a combatir los coágulos sanguíneos en las paredes de los vasos sanguíneos. Puedes aprovechar la cáscara por completo sin tener que tirarla.
En esencia, la cáscara de tomate no es lo suficientemente tóxica como para causar intoxicación al ingerirla. Sin embargo, comerla puede causar intoxicación en algunos casos, ya que los tomates contienen conservantes residuales, y quienes los consumen crudos o sin lavar pueden intoxicarse fácilmente con sustancias químicas.
Actualmente no existe evidencia científica de que las semillas de tomate causen intoxicación. De hecho, siempre se ha cocinado la piel y las semillas para comer, sin que se produzca ningún fenómeno inusual. Sin embargo, las semillas de tomate no tienen mucho valor nutricional; al entrar en el sistema digestivo, son difíciles de descomponer y a menudo se mezclan con los desechos que se excretan.
En términos nutricionales, comer tomates crudos es mejor que cocidos. Sin embargo, esta fruta presenta un alto riesgo de contaminación química, por lo que conviene considerar su consumo crudo. Además, muchas personas cosechan los tomates cuando aún están verdes y los dejan madurar, pero al abrirlos, el interior aún está ligeramente verde. Este tipo de tomate no debe consumirse crudo, ya que existe riesgo de intoxicación. Lo mejor es comprar tomates en establecimientos de buena reputación, lavarlos y cocinarlos antes de consumirlos.
Profesor asociado, Dr. Nguyen Duy Thinh
Nguyen, Oficial del Instituto de Biotecnología y Alimentos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hanoi
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