La sustancia, que provoca sensaciones de euforia, relajación y desapego de la realidad, es cada vez más popular, sobre todo entre los jóvenes, pero las autoridades afirman que promueve comportamientos perturbadores y supone riesgos para la salud.
El ministro de policía británico, Chris Philp. Foto: REUTERS
“Durante demasiado tiempo, el consumo de esta droga en espacios públicos ha contribuido a comportamientos antisociales que son una lacra para nuestras comunidades. No lo aceptaremos”, declaró el ministro de Policía, Chris Philp, en un comunicado.
Bajo la nueva prohibición, aquellos que abusen repetidamente del gas de la risa podrían enfrentar multas o hasta dos años de prisión, y la pena máxima por tráfico de drogas se duplicará a 14 años.
Según cifras del Departamento de Salud del Reino Unido, el óxido nitroso es la tercera droga más utilizada por jóvenes entre 16 y 24 años y su uso excesivo puede provocar anemia y, en casos más graves, daño nervioso o parálisis.
En septiembre, la ministra del Interior, Suella Braverman, dijo que la gente estaba "harta" de las imágenes de personas consumiendo drogas en espacios públicos y de botes de gas tirados en las calles de Gran Bretaña.
La prohibición exime el uso legítimo en sectores como la atención sanitaria, la odontología y otras industrias. El gobierno dijo que no se requeriría licencia, pero los usuarios tendrían que demostrar que estaban "legalmente en posesión" de la droga y que no tenían intención de inhalarla.
Mai Anh (según Reuters)
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