El New York Times demanda a OpenAI y Microsoft por infracción de derechos de autor.

El NYT es la primera gran organización de medios de comunicación de EE. UU. en demandar a OpenAI —la empresa que creó la popular plataforma de inteligencia artificial ChatGPT— y a Microsoft —inversor de OpenAI y creador de la plataforma de IA ahora conocida como Copilot— por cuestiones de derechos de autor relacionadas con sus obras.

Muchos autores y otros grupos también han demandado a empresas tecnológicas para limitar la recopilación automatizada de datos o la recopilación de datos por parte de servicios de IA de su contenido en línea sin compensación económica.

La denuncia del NYT, presentada ante el tribunal federal de Manhattan, acusa a OpenAI y Microsoft de intentar "explotar la enorme inversión del Times en su periodismo" utilizándola para proporcionar información a los lectores.

El NYT no dio una cifra específica por los daños, pero los estimó en “miles de millones de dólares”. También exigen que OpenAI y Microsoft destruyan sus modelos de chatbot y conjuntos de entrenamiento de comparación de documentos.

El periódico, con 172 años de antigüedad, afirmó que las conversaciones destinadas a detener una demanda y permitir un "intercambio de valor mutuamente beneficioso" con los demandados habían fracasado.

Sin embargo, OpenAI declaró: “Respetamos los derechos de los creadores y propietarios de contenido. Nuestras conversaciones con el New York Times han sido productivas y constructivas, por lo que nos sorprende y decepciona este giro de los acontecimientos”.

Las empresas de IA que recopilan datos en línea para entrenar chatbots innovadores han atraído miles de millones de dólares en inversión. Los inversores han valorado OpenAI en más de 80 mil millones de dólares.

Si bien la empresa matriz de OpenAI es una organización sin fines de lucro, Microsoft ha invertido 13 mil millones de dólares en una filial con fines de lucro, en la que su participación será del 49%.

Novelistas como David Baldacci, Jonathan Franzen, John Grisham y Scott Turow también han demandado a OpenAI y Microsoft en el tribunal federal de Manhattan, alegando que los sistemas de IA pueden haber hecho un mal uso de decenas de miles de sus libros.

En julio, la comediante Sarah Silverman y otros autores demandaron a OpenAI y Meta en San Francisco por “robar” su trabajo, incluyendo el libro de Silverman de 2010, “The Bedwetter”. Un juez desestimó la mayor parte de esa demanda en noviembre.

Los chatbots de IA han complicado la lucha de las organizaciones de noticias y medios de comunicación por retener a su menguante número de lectores, a pesar de que el NYT todavía funciona bien y tiene ingresos estables.

El New York Times cerró septiembre con 9,41 millones de suscriptores digitales, frente a los 8,59 millones del año anterior, mientras que los suscriptores de la edición impresa cayeron de 740.000 a 670.000.

Las suscripciones generan más de dos tercios de los ingresos del NYT, mientras que la publicidad genera solo alrededor del 20%.

La demanda del New York Times cita varios casos en los que los chatbots de OpenAI y Microsoft proporcionaron a los usuarios extractos casi textuales de sus artículos, incluida una serie ganadora del Premio Pulitzer de 2019 sobre la usura en la industria del taxi de la ciudad de Nueva York.

El New York Times afirmó que dichas violaciones amenazan el periodismo de alta calidad al reducir la demanda de lectores en sus sitios web, lo que podría mermar los ingresos publicitarios y las suscripciones.

El NYT también afirmó que los chatbots de IA dificultan a los lectores distinguir entre realidad y ficción: “En el lenguaje de la IA, esto se llama 'alucinación'... En términos sencillos, es desinformación”.

Hoang Hai (según NYT, Reuters, AP)

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