La no organización de consejos escolares en las universidades públicas es uno de los contenidos que atrajo la atención de los delegados asistentes a la Conferencia de Educación Universitaria 2025 organizada recientemente por el Ministerio de Educación y Formación - Foto: MOET
El Ministerio de Educación y Formación acaba de solicitar a las universidades e instituciones de formación profesional que suspendan temporalmente la planificación y consideren el nombramiento de nuevos directores de juntas escolares y de escuelas. Esta directiva busca implementar la Resolución 71 del Politburó , que incluye un contenido importante: no organizar juntas escolares en instituciones educativas públicas (excepto en escuelas con convenios internacionales).
Inadecuado, debe cambiar
En los últimos años, el modelo de consejo universitario se ha considerado un paso importante en el proceso de otorgar autonomía a las universidades. Este modelo constituye, en teoría, una estructura de gobernanza avanzada que ayuda a las universidades a separar claramente las funciones de supervisión y operativas, acercándose gradualmente a los estándares internacionales. Sin embargo, en su proceso de implementación, este modelo ha revelado numerosos problemas.
En el informe sobre la evaluación preliminar de la implementación de la Ley de Educación Universitaria para el período 2019-2024 enviado al Gobierno, el Ministro de Educación y Formación, Nguyen Kim Son, dijo que hasta ahora, 167/171 universidades públicas (excluyendo las del Ministerio de Defensa Nacional y el Ministerio de Seguridad Pública ) han completado el establecimiento y consolidación de los consejos universitarios, pero la efectividad de las operaciones aún tiene muchas deficiencias.
Según informes de 13 ministerios, agencias de nivel ministerial y 24 localidades, 67 instituciones de educación universitaria han implementado el nombramiento del Secretario del Comité del Partido como Presidente del Consejo Escolar y Presidente del Consejo Universitario.
El Ministerio de Educación y Formación ha constatado que, en la práctica, los consejos escolares de algunas universidades siguen siendo débiles y formalistas, y no han ejercido de forma adecuada y plena sus competencias y responsabilidades, tal como prescribe la ley. Esto ha llevado a que se descuide el papel del consejo escolar o, en algunos lugares, a conflictos y contradicciones entre el consejo escolar, su presidente y el director.
La nueva política abolirá el modelo de consejo escolar en las universidades públicas, lo que supone un cambio importante en comparación con la actual Ley de Educación Universitaria.
Por lo tanto, la nueva estructura organizativa de las instituciones de educación superior ya no contará con consejos escolares para las escuelas públicas (excepto aquellas con elementos de cooperación internacional). Los consejos escolares solo existen en las escuelas privadas o unidades con convenios internacionales.
Esto supone un cambio importante en la estructura de gobierno de la universidad, cuando el modelo de director-presidente del consejo universitario era considerado un paso adelante en la autonomía universitaria.
Secretario y Jefe del Partido
La abolición del consejo universitario no solo supone un cambio en la estructura organizativa, sino que también tiene un profundo impacto en la forma en que las universidades públicas operarán, gestionarán y gobernarán en el futuro. Esta decisión representa un cambio radical: de un modelo descentralizado a uno centralizado y unificado, donde el presidente del Comité del Partido asumirá simultáneamente la función ejecutiva.
No se trata sólo de un ajuste organizativo, sino también de un mensaje claro sobre el fortalecimiento del papel de liderazgo del Partido en el sistema educativo, al tiempo que se imponen mayores exigencias a la capacidad, el temple y el pensamiento de gestión del equipo directivo de la escuela.
Sin embargo, en la realidad, cuando ya no existe una institución como el consejo escolar que haga de contrapeso, crítico y fiscalizador, se requerirán otros mecanismos de inspección y evaluación para no caer en una situación en la que “una persona lo decide todo”.
La innovación en los modelos de gobernanza universitaria no puede detenerse en el cambio de la estructura organizacional sino que debe ir de la mano con la capacitación del personal, el perfeccionamiento del marco legal y la construcción de una cultura académica democrática y respetuosa de la crítica.
De lo contrario, el problema de la autonomía universitaria puede volver al punto de partida, donde las escuelas están completamente controladas por los superiores en lugar de funcionar en función de la capacidad interna y las necesidades académicas reales.
Pausar nuevas citas
El 12 de septiembre, el Ministerio de Educación y Formación emitió dos comunicados oficiales a sus instituciones educativas afiliadas y autoridades competentes, solicitando la suspensión temporal de la planificación y el nombramiento de nuevos cargos directivos, entre ellos: director, director principal, subdirector y subdirector. Estos cargos solo serán renovados al término de su mandato, y los nuevos nombramientos se suspenderán hasta que se emitan nuevas instrucciones.
En el caso del consejo escolar, el presidente y el vicepresidente cuyo mandato finalice continuarán en funciones hasta que se emitan nuevas instrucciones. En caso de que el presidente ya no tenga la edad suficiente para dirigir, el vicepresidente (si lo hubiere) dirigirá el consejo escolar, o el consejo escolar elegirá a un operador si no hay vicepresidente.
Además, de acuerdo con la directiva del Ministerio, las instituciones educativas están obligadas a suspender temporalmente la planificación de los cargos de presidente y vicepresidente del consejo escolar (si los hubiera).
Mejorar la eficacia de la gobernanza universitaria
La Resolución 71 se considera un hito importante en la orientación del desarrollo de la educación y la formación en todo el país, con el objetivo de innovar el pensamiento, optimizar el aparato, mejorar la eficacia de la gobernanza universitaria y, al mismo tiempo, garantizar el liderazgo integral del Partido en las instituciones educativas. Una de las orientaciones importantes de la Resolución 71 es fortalecer el liderazgo directo e integral de las organizaciones del Partido, en particular la función del presidente del Comité del Partido en las instituciones educativas.
En este sentido, se implementará el modelo de Secretario del Partido al mismo tiempo que es el jefe de la institución educativa, en lugar del modelo anterior de Director y Presidente del Consejo Escolar.
Motor "3 en 1"
Un rincón de la Universidad de Tsinghua, la mejor universidad de China - Foto del sitio web de la escuela
La Resolución 71 del Politburó identifica al secretario del partido, que también es director de una universidad, como un "motor 3 en 1" que combina el poder político, el poder de gobierno y el poder administrativo.
Este modelo promete abordar la dispersión del poder, agilizar la toma de decisiones y aumentar la rendición de cuentas. Sin embargo, cuanto más fuertes sean los incentivos, mayor será el riesgo de desequilibrio sin una supervisión y una orientación académica adecuadas.
Las lecciones de China demuestran que la concentración de poder impulsa el desarrollo y, al mismo tiempo, plantea riesgos. En China, el secretario del partido es la figura principal en la universidad, mientras que el rector es solo el subsecretario a cargo del ámbito académico. Todas las decisiones importantes son guiadas y aprobadas por el comité del partido.
El secretario es a la vez un responsable de la toma de decisiones y un gestor, coordinador y representante político. Gracias a ello, muchas universidades pueden movilizar recursos del estado, las autoridades locales y las empresas, estrechamente vinculados a estrategias nacionales como "Hecho en China 2025" o programas de inteligencia artificial y tecnologías verdes.
Sin embargo, muchas secretarias son criticadas por su falta de formación académica y su carácter administrativo, lo que reduce la autonomía y la creatividad de las universidades. Esto es a la vez un ejemplo de fortaleza y una advertencia.
En Vietnam, la Resolución 71 identifica al Secretario del Partido como el máximo responsable de la universidad. Esta política contribuye a unificar el liderazgo y a superar la situación de "tres cabezas": Comité del Partido, Consejo Universitario y Junta Directiva.
El poder centralizado también reduce el tiempo necesario para tomar decisiones sobre personal, finanzas y estrategia, garantizando la implementación consistente de las directrices políticas. Al mismo tiempo, impone un nuevo requisito: el líder debe cumplir con un doble rasero: valentía política y comprensión de la gestión universitaria moderna.
El modelo del Secretario del Partido, que también es el líder, puede compararse con un vehículo equipado con un motor 3 en 1. El Secretario es a la vez el líder político y el administrador-operador, y al mismo tiempo la entidad jurídica administrativa de la Universidad. Tres poderes convergentes en una sola posición crean un motor muy potente, que ayuda al vehículo a funcionar con rapidez, decisión y sin la dispersión de poder como antes.
Pero cuanto más potente sea el motor, más fiables deben ser las señales de frenado y guía. El frenado es el mecanismo de vigilancia, control y transparencia; las señales de guía son la orientación política correcta, vinculada a la autonomía académica y las necesidades sociales. Sin estos dos elementos, el vehículo puede perder fácilmente el control o descarrilarse.
También es necesario considerar las relaciones con las empresas. Anteriormente, el consejo escolar contaba con representantes empresariales, quienes ayudaban a conectar las estrategias de formación con las necesidades laborales. Ahora, este canal ya no existe, lo que debilita fácilmente la conexión entre las escuelas, las empresas y la sociedad. La experiencia de China consiste en establecer consejos asesores y alianzas de cooperación para compensar esta situación. Vietnam necesita mecanismos alternativos: consejos asesores empresariales, acuerdos de cooperación estratégica e informes de rendición de cuentas al mercado laboral.
Una opción que se ha considerado es que el secretario del partido también actúe como director. Este modelo es extremadamente compacto, evita conflictos de autoridad y agiliza la toma de decisiones. Sin embargo, la concentración absoluta de poder y la sobrecarga de trabajo suponen el riesgo de saturar a los académicos.
Esta opción se puede aplicar a escuelas pequeñas y orientadas a la aplicación, pero en universidades multidisciplinarias, orientadas a la investigación y a nivel nacional, es necesario mantener una separación relativa: el secretario se encarga de la orientación política y estratégica, el director se encarga de lo académico y la administración.
Es necesario promover las ventajas y superar las limitaciones de este modelo estandarizando la capacidad de liderazgo, conectando a las empresas con la sociedad y fomentando un entorno académico creativo. Solo así el "líder" será un verdadero impulsor profesional que impulse la integración y el desarrollo sostenible de las universidades vietnamitas.
Cinco lecciones
De la experiencia de China se desprenden cinco lecciones para Vietnam.
1. Deben existir "frenos de seguridad": un comité de inspección fuerte, una auditoría independiente y una supervisión social.
2. Elevar los estándares de liderazgo hacia un doble estándar: capacidad política vinculada a la capacidad académica y administrativa.
3. Promover la conectividad de recursos para reducir la carga presupuestaria.
4. Proteger la autonomía académica.
5. Fortalecer la rendición de cuentas y la transparencia de los datos financieros, de recursos humanos, de investigación y de empleo estudiantil.
Fuente: https://tuoitre.vn/bo-hoi-dong-truong-bien-dong-lon-ve-lanh-dao-dai-hoc-cong-lap-20250921220757031.htm
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