La ministra alemana de Educación e Investigación, Bettina Stark-Watzinger, dijo que China se estaba convirtiendo en un "competidor sistémico" en el campo de la investigación científica.
| La ministra alemana de Educación e Investigación, Bettina Stark-Watzinger (en la imagen), advierte del riesgo de espionaje científico procedente de China. Foto: La Sra. Stark-Watzinger visita el laboratorio de BioNTech en Maguncia, Alemania, el 27 de julio. (Fuente: Reuters) |
El 29 de julio, hablando con el Bayern Media Group (Alemania), la Sra. Bettina Stark-Watzinger dijo que las organizaciones de investigación y las universidades deben tener la responsabilidad de proteger contra las actividades de espionaje por parte de los beneficiarios de becas financiadas por Beijing.
“En ciencia e investigación, China se está convirtiendo cada vez más en un competidor y un rival sistémico”, afirmó el funcionario.
Al mismo tiempo, celebró la decisión de la Universidad Friedrich Alexander (FAU) de Erlangen-Núremberg, según la cual, a partir del 1 de junio, la universidad ya no aceptará a aquellos que estén financiados únicamente por el Consejo de Becas de China (CSC) para jóvenes talentos científicos.
Según la Sra. Stark-Watzinger, esta es una herramienta estratégica para China y su ayuda ayudará a reducir la brecha tecnológica mediante la recopilación de conocimientos del extranjero.
Además, dijo, estas personas no ejercen plenamente el derecho a la libertad de expresión y a la libertad académica, estipulados en la Ley Fundamental (Constitución) de Alemania.
La Secretaria Stark-Watzinger sugirió que otras instituciones también deberían reconsiderar sus asociaciones con CSC a la luz de la decisión de FAU, citando las responsabilidades inherentes a la libertad académica entre las instituciones de investigación, universidades y organizaciones intermediarias.
Sin embargo, la Asociación Universitaria Alemana opina lo contrario. El Sr. Hubert Detmer, segundo director general de la organización, declaró: «La decisión es de la universidad. Si existen sospechas concretas de actividades de espionaje, dichas exclusiones podrían ser necesarias. Sin embargo, creo que una prohibición total presenta problemas».
A mediados de julio, Alemania publicó un documento estratégico de 64 páginas sobre cómo tratar con China, que incluía cuestiones de cooperación en investigación científica. Pekín reaccionó enérgicamente a dicho documento.
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