DNVN - El Ministerio de Salud confirmó que no existen preocupaciones relacionadas con el uso de sal yodada por parte del público y que Vietnam no ha registrado ningún caso de exceso de yodo.
Según el Ministerio de Salud , Vietnam enfrenta actualmente una grave deficiencia de yodo a nivel nacional, especialmente en seis regiones ecológicas, incluidas las provincias costeras de la Costa Central. La deficiencia de yodo tiene numerosas consecuencias para la salud pública, en particular bocio y problemas de tiroides.
En 1994, una encuesta reveló que el 94% de la población vietnamita vivía en zonas con deficiencia de yodo, y que la tasa de bocio en niños de 8 a 12 años alcanzaba el 22,4% (mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendaba menos del 5%). Ante esta situación, el Gobierno emitió la Decisión n.º 481/TTg en 1994, que exigía a toda la población el consumo de sal yodada, seguida del Decreto n.º 19/1999/ND-CP en 1999, que exigía que la sal utilizada en los alimentos fuera yodada.
Gracias a esta política, para 2005, Vietnam había eliminado con éxito la deficiencia de yodo, con una cobertura de sal yodada superior al 90% y tasas de bocio infantil inferiores al 5%. Sin embargo, en 2005, el Gobierno emitió el Decreto n.º 163/2005/ND-CP, que sustituyó al Decreto 19 y cambió el uso de sal yodada de obligatorio a voluntario. Esto provocó una disminución en el uso de sal yodada, lo que provocó el regreso y la propagación de la deficiencia de yodo.
Según el Ministerio de Salud, Vietnam enfrenta actualmente una grave deficiencia de yodo en todo el país.
La laxitud de las regulaciones ha provocado una disminución del nivel medio de yodo urinario en la comunidad a 84 mcg/l en 2014, cifra inferior a la recomendada por la OMS (100-199 mcg/l). La tasa de bocio en niños aumentó al 8,3 % en 2014, el doble de la recomendada por la OMS. Las zonas con deficiencia grave de yodo incluyen las zonas montañosas, las llanuras y, especialmente, las zonas costeras de la Costa Central.
En respuesta a esta situación, el Gobierno emitió el Decreto n.º 09/2016/ND-CP, que exige que la sal utilizada para consumo directo y procesamiento de alimentos esté fortificada con yodo. Gracias a esta política, en 2018, la mediana nacional de yodo urinario aumentó a 97 mcg/l, pero aún no alcanzó el nivel seguro recomendado por la OMS.
Según el informe del Hospital Central de Endocrinología y el Instituto de Nutrición, Vietnam no ha registrado ningún caso de pacientes con exceso de yodo. Hasta la fecha, no existe literatura médica que mencione el programa de uso de sal yodada para toda la población (desde 1994 hasta la fecha) que haya provocado consecuencias de enfermedad tiroidea.
De acuerdo con la Ley de Inocuidad Alimentaria, los productores de alimentos son responsables de cumplir con las regulaciones gubernamentales sobre la fortificación de micronutrientes en los alimentos para proteger la salud pública. El Decreto n.º 09/2016/ND-CP reafirma la necesidad de fortificar con yodo la sal de mesa y la sal utilizada en el procesamiento de alimentos.
Expertos de la OMS y de la Red Mundial para la Prevención de los Trastornos por Carencia de Yodo han destacado que la fortificación de alimentos con yodo es una medida eficaz de salud pública que no solo ayuda a prevenir la deficiencia de yodo, sino que además evita riesgos de toxicidad o suplementación excesiva. En la ASEAN, la mayoría de los países han adoptado una política obligatoria de fortificación de la sal con yodo, con resultados significativos.
El Ministerio de Salud ha confirmado que no existe evidencia científica que demuestre que el uso de sal yodada tenga un impacto negativo en la salud de los consumidores. Si bien el Ministerio de Salud ha recibido inquietudes de empresas sobre el color y el sabor de la sal yodada, no existen pruebas sólidas que demuestren dicho impacto en la salud de los consumidores.
En la reunión con empresas celebrada el 30 de octubre, los directivos del Ministerio de Salud expresaron su disposición a coordinar con ellas la realización de investigaciones de campo en plantas de producción que utilizan sal yodada en el procesamiento de alimentos, con el fin de determinar el impacto de esta sal en sus productos. En caso de que la evidencia científica demuestre que el uso de sal yodada en los alimentos altera el color o el sabor, o tiene un impacto negativo en la salud de los consumidores, se solicitará al Gobierno que excluya estos productos del Decreto 09.
Para mejorar la deficiencia de yodo, el Ministerio de Salud ha propuesto regulaciones obligatorias sobre el uso de sal yodada en el procesamiento de alimentos, a la vez que fortalece la comunicación sobre la importancia del yodo para la salud. Las autoridades deben supervisar de cerca el cumplimiento de las regulaciones sobre la suplementación con yodo y alentar a la población a usar sal yodada en sus comidas diarias.
Minh Thu
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Fuente: https://doanhnghiepvn.vn/tin-tuc/y-te/bo-y-te-viet-nam-chua-ghi-nhan-truong-hop-nao-thua-i-ot/20241107035523585
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