Soy una gallina empedernida, siempre buscando lo mejor para mis hijos, así que me quedo en casa para ser ama de casa y cuidarlos. Mi esposo siempre es diligente en su trabajo, pero su sueldo es demasiado bajo comparado con lo que nuestra familia necesita. Su sueldo de 8 millones, más los 4 millones de mi trabajo a tiempo parcial en casa, apenas alcanza para pagar el alquiler, la matrícula del hijo mayor, la leche en polvo del menor y comer frugalmente todos los días.
Todas las mañanas, salía de casa antes del amanecer y regresaba tarde por la noche. Siempre me daba todo el dinero que ganaba, acompañado de una sonrisa cansada pero dulce. Era así, no escatimaba nada para su esposa e hijos. Muchos días se saltaba el desayuno para ahorrar dinero y comprarme regalos. Sin embargo, el dinero siempre fue una preocupación constante para mí. Criar a dos hijos en una situación económica difícil me hacía regañar constantemente, aunque sabía que eso dañaba su autoestima.
Un día, no pude contenerme y le dije unas palabras amargas: "¿Trabajas todo el día y solo traes esto a casa? ¿Por qué no intentas ganar más, hacer más? ¡Nuestros hijos necesitan muchas cosas!".
Él simplemente me miró, con los ojos llenos de tristeza, y respondió en voz baja: "Sabes que hice lo mejor que pude. Soy inútil y solo puedo ganar esto".
Foto ilustrativa.
Su voz era tranquila pero dolorosa, lo que me entristecía. Sabía que lo intentaba, pero el aburrimiento y la ansiedad que lo rodeaban me impedían verlo. Las discusiones no solo hacían que el ambiente en casa fuera sofocante, sino que también hacían que nuestros dos hijos fueran temerosos y tímidos.
Entonces, un día, tras una fuerte discusión, lo vi sentado distraídamente en el porche, sin mirarlo a los ojos. Me dolió el corazón al darme cuenta de que su cansancio y tristeza habían llegado al límite. "Lo siento", susurré, corriendo a abrazarlo. "Busquemos otra manera juntos, no necesitamos mucho dinero, con estar juntos basta".
Desde entonces, he aprendido a ahorrar y a administrar mejor mis gastos. También empecé a trabajar como freelance para ganar más dinero y, lo más importante, he aprendido a apreciar cada momento con mi familia, sin dejar que las preocupaciones materiales opaquen nuestro amor y cariño mutuos. Y he comprendido que la felicidad no consiste necesariamente en tener mucho dinero, sino en saber apreciar y superar las dificultades juntos.
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Fuente: https://giadinh.suckhoedoisong.vn/buc-boi-khi-moi-thang-chi-duoc-cam-8-trieu-tien-luong-cua-chong-mot-hom-thay-anh-ngo-ben-hien-nha-toi-giat-thot-voi-lao-den-xin-loi-172240531112913129.htm
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