
Los últimos controles de exportación de materiales estratégicos impuestos por China, si bien apuntan a consolidar su posición dominante, podrían, según newsweek.com, estar impulsando al mundo a diversificar sus fuentes de suministro y, en última instancia, debilitar la influencia a largo plazo de China en las cadenas de suministro más críticas del siglo XXI.
Recientemente, el Ministerio de Comercio de China anunció nuevas regulaciones, vigentes a partir de diciembre, que requieren que las empresas extranjeras obtengan permiso del gobierno chino antes de exportar imanes y ciertos materiales semiconductores que contengan elementos de tierras raras originarios de China.
Las tierras raras son indispensables para la economía moderna, especialmente en campos de alta tecnología como los sistemas de armas avanzados, los vehículos eléctricos (VE) y las transiciones energéticas. Ryan Kiggins, profesor de ciencias políticas en la Universidad Central de Oklahoma, señaló que la medida de China "es totalmente coherente con la competencia estratégica más amplia entre Estados Unidos y China", donde las tierras raras son "el núcleo de esta competencia".
Décadas de inversión y regulaciones ambientales restrictivas han otorgado a China un cuasi monopolio sobre los elementos de tierras raras. Actualmente, China representa aproximadamente el 70 % del suministro mundial y cerca del 90 % de la capacidad de procesamiento global. Esta proporción es similar al volumen de importación de Estados Unidos.
Reacción occidental
Las autoridades estadounidenses han protestado enérgicamente contra estas nuevas restricciones. El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, acusó a Pekín de usar una "bazuca" para atacar "la base industrial de todo el mundo libre". El representante comercial estadounidense, Jamieson Greer, describió la medida como "un acto de coerción económica" que otorgaría a Pekín "el control fundamental de toda la economía global y la cadena de suministro de tecnología". Bessent también advirtió que el mundo debería prepararse y ser capaz de "desvincularse" de los mercados de elementos críticos de China.
Según Jamie Underwood, de la importante consultora minera SFA (Oxford), los productores occidentales se enfrentan a "graves riesgos de suministro y a un aumento de los costes de los insumos", y advirtió que los sistemas militares, en particular, se verían afectados por esta prohibición de facto.
Jane Nakano, investigadora principal del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), sostiene que los elementos de tierras raras son “el conocido talón de Aquiles de las economías industrializadas como Estados Unidos, y los controles de exportación de China son una de las palancas más poderosas que posee Pekín”.
Sin embargo, muchos expertos sostienen que el uso que hace China de su dominio sobre los elementos de tierras raras puede estar socavando sus herramientas geopolíticas, al tiempo que acelera el cambio global hacia fuentes alternativas de suministro.
“Las restricciones actuales podrían impulsar a Washington y sus aliados a intensificar sus estrategias para repatriar la producción, almacenar y reciclar, lo que en última instancia socavaría la influencia de China”, observó el profesor Kiggins. Argumentó que, a largo plazo, Pekín podría estar “facilitando el surgimiento de un ecosistema paralelo de tierras raras que escapa a su control”.
Underwood coincide con esta opinión y afirma: "Las restricciones prolongadas podrían hacer subir los precios de las tierras raras, atraer inversiones excesivas y, en última instancia, erosionar la participación de mercado de China, al tiempo que obstaculizan la innovación y debilitan su influencia".
El mercado también reaccionó a este cambio. Las acciones de las empresas estadounidenses y australianas dedicadas a la minería y producción de tierras raras se dispararon tras el anuncio. JPMorgan Chase también anunció que invertiría miles de millones de dólares en "industrias cruciales para la seguridad nacional y la resiliencia económica", incluyendo minerales críticos, cuya dependencia de suministros extranjeros es una debilidad "dolorosamente obvia".
Brian Menell, presidente y director ejecutivo de TechMet Limited, una firma de inversión especializada en cadenas de suministro orientadas a Occidente, afirmó que Estados Unidos tiene el potencial de reducir su dependencia de China. Cree que Estados Unidos puede invertir más e innovar más que China para transformar la tecnología en toda la cadena de suministro, reduciéndola así su dependencia de Pekín.
TechMet, una empresa que recibe financiación de la Corporación Financiera Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos, ha estado en contacto "diario" con agencias del gobierno estadounidense con respecto a acelerar la transición hacia una fuente "libre de China" de suministros de tierras raras desde que se hizo el anuncio.
Pasos iniciales en la diversificación
Las vulnerabilidades de la dependencia de China han sido reconocidas desde hace tiempo tanto por el sector público como por el privado, lo que ha impulsado importantes inversiones y recientes avances. En julio de este año, Apple anunció una alianza de 500 millones de dólares con MP Materials para adquirir imanes de tierras raras y establecer nuevas instalaciones de reciclaje y fabricación en California y Texas. En mayo, la empresa australiana Lynas se convirtió en la primera empresa fuera de China en producir con éxito óxido de disprosio (un elemento de tierras raras "pesado") en sus instalaciones de Malasia.
Aunque China todavía domina en términos de escala de producción y procesamiento, Estados Unidos también tiene sus propios recursos minerales, como la mina Mountain Pass en California y la zona minera Spruce Pine en Carolina del Norte.
Sin embargo, el experto Nakano del CSIS advierte que la enorme escala de producción y capacidad de procesamiento de China será "difícil de igualar para cualquiera en el futuro cercano", y señala que "China no se queda quieta" y "puede continuar desarrollando su cadena de suministro de minerales para consolidar su posición".
Por lo tanto, las últimas restricciones de China podrían servir como palanca para obtener concesiones en las negociaciones comerciales en curso, o simplemente como advertencia antes de la reunión prevista entre el presidente estadounidense Donald Trump y el presidente chino Xi Jinping a finales de este mes. Sin embargo, años de dominio chino han impulsado al mundo hacia la diversificación.
Fuente: https://baotintuc.vn/the-gioi/cac-han-che-dat-hiem-cua-trung-quoc-co-phan-tac-dung-20251027170339991.htm






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