El Politburó emitió la Resolución n.º 71-NQ/TW sobre avances en el desarrollo de la educación y la formación. Este importante documento identifica las principales orientaciones para una innovación fundamental e integral en el sector educativo, enfatizando la necesidad de mejorar la calidad de la formación de los recursos humanos, promover la ciencia y la tecnología, y vincularla estrechamente con el desarrollo socioeconómico y la integración internacional.
Uno de los puntos destacables de la resolución es el cambio en el mecanismo de autonomía en la educación superior, marcando un cambio importante en la forma como se gestionan y operan las instituciones públicas de formación.

La educación superior ya no se clasifica según el nivel de autonomía de la carrera pública (Ilustración: Hoai Nam).
Durante muchos años, las universidades públicas se han clasificado en cuatro niveles de autonomía, según su capacidad para autofinanciar sus gastos e inversiones regulares. Esta clasificación se aplica a todo el sistema de unidades de servicio público, desde la salud , la cultura y el deporte hasta la ciencia y la educación. Sin embargo, la práctica demuestra que este mecanismo se solapa con la Ley de Educación Superior revisada de 2018, un documento legal que regula específicamente la autonomía universitaria.
La Resolución 71 afirma que la educación superior se regulará plenamente conforme a leyes especializadas, dejando de estar sujeta al marco general de autonomía de otras unidades del servicio público. Esto significa que las universidades gozarán de mayor autonomía en la organización de sus instituciones, personal, programas de formación, investigación científica, cooperación internacional y gestión y utilización de recursos financieros.
Además de ampliar la autonomía, la resolución también enfatiza la necesidad de mejorar la rendición de cuentas, la publicidad y la transparencia, y vincularlas estrechamente con el mecanismo de evaluación de la calidad. Este principio garantiza que no se abuse de la autonomía, a la vez que motiva a las instituciones de formación a mejorar su competitividad.
Según los expertos, este cambio es un paso importante para unificar el mecanismo de gestión, superar las superposiciones legales y, al mismo tiempo, promover las características únicas de la educación superior.
La concesión de autonomía integral de acuerdo con leyes especializadas también se considera coherente con las prácticas internacionales, ayudando a las universidades vietnamitas a integrarse profundamente, mejorar la calidad de la formación y la investigación y cumplir los requisitos de recursos humanos de alta calidad para la nueva etapa de desarrollo.
Fuente: https://dantri.com.vn/giao-duc/cac-truong-dai-hoc-se-duoc-chu-dong-hon-trong-to-chuc-nghyen-cuu-nhan-su-20250901115423148.htm
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