Dolores articulares, dolores lumbares, rigidez muscular... son afecciones comunes en las personas mayores y se pueden controlar con ejercicio y alimentación saludable.
El envejecimiento aumenta el riesgo de sufrir dolor y lesiones musculoesqueléticas. El dolor articular y el dolor lumbar son dos tipos comunes de afecciones musculoesqueléticas en personas mayores de 55 años. Además, el envejecimiento puede dificultar el movimiento, lo que aumenta el riesgo de caídas y fracturas. A continuación, se presentan afecciones musculoesqueléticas comunes en adultos mayores, sus métodos de prevención y tratamientos.
Dolor articular
Algunas causas comunes de dolor en las articulaciones en los adultos mayores incluyen: desgarros del manguito rotador (lesiones en la articulación del hombro); rigidez y dolor en las articulaciones que ocurren cuando los ligamentos y tendones se deshidratan, o cuando el cartílago (el cojín entre los huesos) se daña; enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide; gota; osteoartritis...
El tratamiento del dolor articular depende de la causa y de cada persona. Los adultos mayores podrían necesitar únicamente reposo, bajar de peso y mantener una rutina regular de ejercicio suave, como caminar, montar en bicicleta o nadar. Los casos más graves pueden requerir medicación, fisioterapia o cirugía.
Dolor lumbar
Aunque el dolor lumbar puede presentarse a cualquier edad, el riesgo aumenta con la edad. Según estudios, hasta el 75 % de las personas mayores de 60 años padecen dolor lumbar, que puede interferir con la vida diaria e incluso causar discapacidad. La causa más común es la osteoartritis, que se produce cuando las articulaciones de la columna vertebral se deterioran con el tiempo. Otras causas de dolor lumbar en adultos mayores incluyen: estenosis espinal lumbar (estrechamiento del canal espinal); fracturas osteoporóticas (fracturas causadas por osteoporosis, una afección en la que los huesos se vuelven débiles y quebradizos); infecciones espinales; tumores.
El tratamiento para el dolor lumbar depende de la causa del dolor, pero su médico puede recomendar analgésicos combinados con fisioterapia, ejercicio... o cirugía en casos graves.
Las personas mayores son propensas a sufrir lesiones y artrosis, lo que puede provocar dolor de rodilla. Foto: Freepik
síndrome del túnel carpiano
El síndrome del túnel carpiano se produce cuando el nervio mediano de la muñeca (el nervio principal que va desde la axila hasta la mano) se pinza o comprime. Los adultos mayores, especialmente los mayores de 65 años, tienen más probabilidades de desarrollar el síndrome del túnel carpiano que las personas más jóvenes. El tratamiento incluye el uso de una férula, evitar movimientos y actividades que empeoren los síntomas, tomar medicamentos para reducir la inflamación y el dolor, cirugía o yoga.
Dolor de rodilla
Las lesiones y el desgaste de las articulaciones pueden causar dolor de rodilla. La osteoartritis, el sobrepeso o la obesidad también pueden afectar las rodillas en adultos mayores, agravando el dolor. El dolor de rodilla se puede tratar con medicamentos, cirugía, fisioterapia o pérdida de peso (en caso de sobrepeso u obesidad).
rigidez muscular
A medida que las personas envejecen, los tejidos que conectan los músculos con los huesos pierden agua, lo que causa rigidez y dolor. El envejecimiento también dificulta la actividad física, lo que provoca rigidez y dolor. La fisioterapia y un aumento gradual y controlado de la actividad física pueden ayudar a tratar la rigidez.
Tendinitis
La tendinitis también es una afección común en adultos mayores. El tratamiento incluye reposo, hielo, soporte y evitar movimientos y actividades que agraven los síntomas.
El manejo del dolor se vuelve más complejo con la edad debido a la mayor probabilidad de padecer múltiples enfermedades y al uso de medicamentos en los adultos mayores. Si se presenta dolor, los adultos mayores deben buscar atención especializada para encontrar maneras de aliviar los síntomas, tratar el dolor y mejorar su calidad de vida.
Fractura
Cada año, millones de adultos mayores se caen y se fracturan huesos, lo que afecta su movilidad a largo plazo y su salud general. De hecho, las personas mayores de 70 años tienen un mayor riesgo de muerte tras una caída. Los expertos aconsejan mantener la calma y prevenir lesiones mayores después de una caída respirando profundamente, permaneciendo quietos, evaluando su estado y revisando si tienen lesiones antes de moverse. Si no hay lesiones y aún pueden moverse, pueden hacerlo a gatas, sentándose en una silla. Si no pueden moverse, deben llamar a los servicios de emergencia o a un servicio de ayuda.
Incluso si puede ponerse de pie después de una caída, debe consultar a un médico para que le revise si tiene lesiones o fracturas (si las hay). El tratamiento para las fracturas incluye el uso de una férula o un yeso, según la ubicación y la gravedad de la fractura.
La mejor manera de limitar las caídas que provocan fracturas en las personas mayores es usar dispositivos de asistencia como bastones, andadores, pasamanos... en las actividades diarias. Además, algunas maneras de fortalecer los huesos incluyen: seguir una dieta equilibrada, suplementar con calcio y vitamina D; hacer ejercicio adecuadamente; evitar el tabaco...
Hola mi ( según Very Well Health )
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