PAZ (Según GJIA, La Geopolítica)
Si bien el Indopacífico se ha convertido en el foco de la política exterior y la estrategia exterior de Estados Unidos en los últimos años, China se ha consolidado como un actor destacado en Oriente Medio, transformando la dinámica de seguridad regional mediante la profundización de la cooperación. Los intereses de Pekín en la región van más allá de los recursos energéticos tradicionales y abarcan consideraciones estratégicas, geopolíticas y económicas.
El secretario del Consejo de Seguridad Nacional de Irán, Ali Shamkhani (derecha), el principal diplomático de China, Wang Yi (centro), y el asesor de seguridad nacional de Arabia Saudita, Musaad Al Aiban, en la ceremonia de anuncio del acuerdo de restauración diplomática entre Irán y Arabia Saudita en marzo de 2023. Foto: Xinhua
China ha firmado acuerdos de asociación estratégica y memorandos de entendimiento sobre actividades económicas con la mayoría de los países de Oriente Medio. Esta tendencia no es nueva, ya que en las últimas dos décadas China ha establecido estrechos vínculos con numerosas organizaciones regionales, como el Diálogo Estratégico China-Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) en 2010 y el Foro de Cooperación China-Estados Árabes (CASCF) en 2004.
Más recientemente, las iniciativas diplomáticas han demostrado que China sigue invirtiendo fuertemente en el desarrollo de sus relaciones con los países de Oriente Medio. El año pasado, Pekín albergó la primera Cumbre China-Estados Árabes y la Cumbre China-CCG, lo que demuestra su compromiso con la profundización de las alianzas estratégicas en la región y la promoción del desarrollo económico más allá de los intereses energéticos tradicionales. La creciente participación de China en Oriente Medio es un factor importante en la configuración del panorama geopolítico de la región y también tiene implicaciones políticas globales.
Economía, infraestructura
En el ámbito económico, China ha incrementado su comercio con la región, hasta el punto de que en 2020 superó a la Unión Europea (UE) y se convirtió en el principal socio comercial del CCG. Además, China es ahora el principal socio comercial no petrolero de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos (EAU). Los Tratados de Libre Comercio (TLC) con los miembros del CCG ocupan un lugar destacado en la agenda diplomática de China.
La profundidad de los vínculos económicos de China con los países árabes se refleja en los datos de 1980 a 2021, cuando las exportaciones de Pekín al Golfo aumentaron a una tasa anual del 11,7%, mientras que el volumen de bienes en sentido contrario aumentó un 19,7% anual. En 2021, China importó más del 40% de su crudo de Oriente Medio, y Arabia Saudí contribuyó con el 17% de la demanda total de petróleo del país del este asiático. Ese mismo año, el comercio entre China y los países árabes ascendió a 330.000 millones de dólares. Solo en Arabia Saudí, el comercio bilateral pasó de 417 millones de dólares en 1990 a 65.200 millones de dólares en 2020. China es actualmente el mayor comprador de petróleo de Arabia Saudí e Irán.
Por otro lado, Pekín ha ampliado sus proyectos de inversión en Oriente Medio a través de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI), que se ha convertido en una herramienta clave de su política exterior desde su anuncio en 2013. Oriente Medio es especialmente importante para el componente marítimo de la BRI debido a la dependencia de China de las importaciones energéticas. Según el Informe de Inversión de China en la BRI de 2021, la mayoría de sus proyectos de inversión en la BRI en ese momento se dirigían a Oriente Medio y el Norte de África. En 2022, los países de Oriente Medio ampliaron su cooperación con China y recibieron alrededor del 23 % de la inversión total de Pekín en la BRI, frente al 16,5 % del año anterior. Hasta la fecha, 15 países de Oriente Medio han participado en la iniciativa BRI.
China no ha ocultado sus planes de expandir su presencia digital en Oriente Medio. La región desempeña un papel clave en la "Ruta de la Seda Digital" (Corredor Digital BRI), en el marco del cual empresas de Pekín han cerrado acuerdos para desarrollar redes 5G con países del CCG.
estabilidad diplomática
Como una de las principales potencias mundiales, China tiene un interés particular en mantener la paz y la estabilidad en Oriente Medio, dada su dependencia de las importaciones de petróleo de la región. Al mismo tiempo, los países de Oriente Medio encuentran atractivo el principio chino de no injerencia en sus asuntos internos y su compromiso de proteger los intereses comunes mediante la independencia y la autonomía, ya que buscan diversificar sus relaciones económicas y de seguridad. Este enfoque es coherente con el deseo de los países de Oriente Medio de una mayor autonomía y flexibilidad en sus relaciones exteriores. Por ello, la postura neutral de China en la región le ha otorgado una capacidad única para participar activamente en los esfuerzos de pacificación en los últimos años en algunos de los conflictos más destacados de la región, como los de Siria y Yemen, y en la negociación del acuerdo nuclear con Irán. Sin embargo, el mayor logro de China fue mediar en la firma este año de un acuerdo de normalización bilateral entre Irán y Arabia Saudí que transformó las relaciones regionales.
La "victoria" diplomática ha aliviado las tensiones regionales y ha acercado a los países de Oriente Medio a la esfera de influencia de China. Al respaldar el uso del yuan en las transacciones petroleras, alentar a Irán y Arabia Saudí a unirse al grupo BRICS de las principales economías emergentes e impulsar la "desdolarización" del comercio internacional, China continúa su búsqueda de un mundo multipolar, una prioridad de política exterior para la segunda economía más grande del mundo.
En el ámbito militar, China ha incrementado sus ventas de armas a Oriente Medio, ha participado en ejercicios militares con las dos mayores potencias de la región, Arabia Saudí e Irán, y ha promovido la cooperación en la producción de armas. Estos avances son cruciales para muchos países de Oriente Medio en el contexto del estancamiento en las relaciones con Estados Unidos y la negativa de Washington a vender armas más modernas. China puede cubrir esta necesidad exportando armas avanzadas como los misiles balísticos Dongfeng y los drones bombarderos Wing Loong.
Finalmente, la proyección de poder blando de China en la región se logra mediante diversas iniciativas humanitarias, como la asistencia médica durante la pandemia de COVID-19, la promoción cultural, las iniciativas educativas y el establecimiento de Institutos Confucio en Oriente Medio (15 en 2021). Todas estas iniciativas han contribuido a la imagen positiva de China en la región y han subrayado su papel como potencia responsable y socio confiable.
Aunque China ha comenzado recientemente a desempeñar un papel geopolítico más activo, es improbable que sustituya a Estados Unidos en Oriente Medio. Estados Unidos sigue siendo el único proveedor de seguridad de la región y cuenta con más de 30 bases militares con una importante presencia de tropas en toda la región. Estados Unidos también ha sido el mayor proveedor de armas de la región durante muchos años.
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