Experiencia internacional en la innovación de las relaciones de producción en la era digital
La experiencia internacional demuestra que el ajuste de las relaciones de producción no puede venir después de las fuerzas productivas, sino que debe ser proactivo, avanzar y desempeñar un papel protagónico y orientador. A continuación, se presentan algunas experiencias de algunos países que pueden aportar sugerencias importantes para el perfeccionamiento de las relaciones de producción en la era digital.
China: El Estado guía la economía digital y controla las relaciones de producción que operan en plataformas digitales.
Desde 2019, China ha sido el primer país en reconocer oficialmente los datos como un factor estratégico de producción, al mismo nivel que la tierra, la mano de obra, el capital y la tecnología. Esto se considera un importante punto de inflexión teórico, que define el enfoque del desarrollo económico digital bajo el modelo de liderazgo estatal proactivo. Este espíritu se institucionaliza a través de una serie de estrategias nacionales, como «Internet Plus», «Hecho en China 2025» y «Planificación Digital de China 2035».
El sistema institucional de datos también se está construyendo en consonancia con la promulgación de la Ley de Privacidad de Datos de 2021, la Ley de Protección de Datos Personales y el desarrollo de centros de datos nacionales. El objetivo no es solo proteger la privacidad de los ciudadanos, sino también controlar y gestionar los activos de datos como recursos estratégicos nacionales. Para las grandes corporaciones de plataformas digitales, como Alibaba, Tencent o Didi, el gobierno chino ha implementado fuertes medidas regulatorias, obligándolas a ajustar sus modelos de distribución de valor hacia una dirección más equitativa, en el marco del programa de "prosperidad común" para limitar la desigualdad en la economía digital.
Otro punto destacable es la inclusión oficial de las relaciones laborales en las plataformas digitales en el ámbito de la regulación legal. El Tribunal Popular Supremo de China ha emitido un precedente que exige a las empresas de plataformas digitales garantizar salarios mínimos, limitar las horas de trabajo razonables y ofrecer seguro social a los conductores tecnológicos. Esto demuestra que China es uno de los países líderes en el reconocimiento de nuevos sujetos en las relaciones de producción y en el establecimiento de un marco de protección laboral adecuado para el funcionamiento práctico de las plataformas digitales.
Las lecciones aprendidas de China son construir de manera proactiva un marco legal oportuno para determinar los mecanismos de propiedad y gobernanza de datos; definir claramente las obligaciones y responsabilidades sociales de las empresas de plataforma; y ampliar el alcance de la regulación del derecho laboral para cubrir formas no tradicionales de empleo en la economía digital.
Corea del Sur: Desarrollo de plataformas digitales con protección laboral flexible
A través de la Estrategia del Nuevo Pacto Digital (2020-2025), el gobierno coreano ha establecido una dirección para el desarrollo de sistemas de datos públicos como infraestructura estratégica para promover la innovación del sector privado. La apertura del acceso a las bases de datos nacionales y la garantía de mecanismos de acceso equitativo han sentado las bases para el sólido desarrollo de la comunidad de startups digitales y los servicios innovadores basados en datos.
Otro punto destacado es el reconocimiento legal de los trabajadores de plataformas, incluyendo grupos como repartidores, creadores de contenido y conductores de servicios tecnológicos. El Estado ha establecido un seguro social obligatorio e implementado otras formas de protección social para esta fuerza laboral. Paralelamente, Corea del Sur ha creado una "bolsa pública de empleo digital", una plataforma estatal para coordinar la oferta y la demanda de mano de obra digital, supervisar las condiciones laborales, garantizar la seguridad laboral y transparentar el proceso de asignación de empleos.
La lección de Corea es desarrollar un ecosistema de seguros flexible que pueda cubrir a los trabajadores informales, al tiempo que se construye una base de datos de empleo digital para conectar y proteger a los trabajadores en un entorno digital.
Estonia: Estado digital y transparencia de las relaciones de producción a través de los datos
Estonia es un excelente ejemplo de un estado digital integral, donde la mayoría de las relaciones de producción, desde la propiedad y el trabajo hasta las transacciones, están digitalizadas y gestionadas en una plataforma de datos abiertos. La infraestructura digital central, denominada «X-Road», permite que las bases de datos públicas y privadas se conecten y comuniquen entre sí mediante un único sistema de identificación electrónica, minimizando así los costes de transacción y eliminando la mayoría de los intermediarios administrativos.
Lo singular del modelo de Estado Digital de Estonia es que el Gobierno no solo promueve la digitalización, sino que también prioriza el control ciudadano sobre sus datos. Las personas tienen derecho a saber quién ha accedido a sus datos, cuándo y con qué fin; y tienen derecho a rechazar o denegar el uso de los mismos sin motivos legítimos. Este enfoque ha creado una forma de relaciones de producción digital basadas en los principios de transparencia, democratización de los datos y redistribución del poder de la información a la ciudadanía.
Las lecciones aprendidas del modelo estonio indican que es necesario acelerar el proceso de construcción de un gobierno digital, completar e implementar con prontitud la Ley de Datos y la Ley de Protección de Datos Personales, y desarrollar una infraestructura de datos interconectada. Este es un factor clave para garantizar la transparencia, la equidad y la eficiencia en la coordinación de las relaciones de producción en el contexto de la transformación digital.
Alemania: Consenso social y coordinación tripartita en la producción digital
Alemania es pionera en vincular el desarrollo industrial digital con la reforma de las relaciones de producción según el modelo de la "Economía Socio-Mercado". A través de la iniciativa Industria 4.0, Alemania no solo se centra en invertir en infraestructura tecnológica y automatización, sino que también innova en las relaciones laborales y los mecanismos de negociación social para adaptarse a los métodos de producción digital. El modelo del "triángulo de la innovación", que incluye al Estado, las empresas y los institutos de investigación, funciona como un mecanismo de coordinación sincrónica en materia de tecnología, recursos humanos e instituciones legales. En ese marco, los grandes sindicatos y asociaciones empresariales llevan a cabo negociaciones colectivas para reestructurar los regímenes laborales, la seguridad social y la distribución de beneficios en áreas como la fabricación inteligente, la logística digital y la fabricación basada en datos. Al mismo tiempo, el gobierno alemán también está explotando el big data para optimizar el sistema de bienestar social y coordinar programas de reciclaje profesional, ayudando a la fuerza laboral tradicional a adaptarse a un entorno de producción cada vez más automatizado y basado en la IA.
La lección aprendida del modelo alemán es la necesidad de establecer un mecanismo de coordinación tripartito (Estado – Empresas – Trabajadores) en el entorno digital; vinculando la estrategia de transformación digital con la reforma del bienestar social y las políticas integrales de capacitación, para minimizar el riesgo de exclusión y potenciar la inclusividad social del proceso de digitalización.
De la experiencia de países anteriores se desprende que:
En primer lugar , las relaciones de producción en la era digital no pueden ajustarse pasivamente. La iniciativa del Estado, con una institución jurídica líder, es un requisito previo para liderar, en lugar de seguir, los rápidos cambios de las fuerzas de producción digitales. Las políticas deben tener una visión estratégica y la capacidad de adaptarse con flexibilidad a las nuevas formas de propiedad, organización y distribución.
Además , el marco legal tradicional, en el contexto de las relaciones de producción modernas, no ha seguido el ritmo de cambio en las prácticas digitales. La aparición de datos, algoritmos y plataformas digitales exige nuevas reglas de juego para la economía de datos, incluyendo la propiedad y gobernanza de los datos, las responsabilidades empresariales de las plataformas, así como un marco legal para las formas no tradicionales de trabajo.
Finalmente , es necesario redefinir el rol del Estado como un «Estado facilitador digital». El Estado no solo debe desempeñar un papel regulador, sino también convertirse en el sujeto de la creación de infraestructura digital, la protección de los grupos vulnerables y la garantía de una distribución justa en el proceso de reestructuración de las relaciones de producción.
Algunas sugerencias de políticas y orientaciones de desarrollo
El ajuste de las relaciones de producción no es sólo una solución técnica o administrativa, sino una exigencia fundamental de reestructuración para garantizar la idoneidad, compatibilidad y capacidad de orientar el desarrollo sostenible de la economía en la era digital.
Creación de instituciones de datos y establecimiento de propiedad en el espacio digital
A medida que los datos se convierten en el principal medio de producción de la economía digital, la construcción de una institución de datos moderna es una necesidad urgente para crear una nueva forma de relaciones de producción que se adapte a las características de las fuerzas productivas en rápida evolución. Sin embargo, el sistema legal actual aún es insuficiente para identificar, clasificar y regular integralmente los activos de datos. Para sentar unas bases legales sólidas para la economía de datos, es necesario desarrollar documentos legales especializados con un alto valor legal sobre los activos de datos, que establezcan claramente un sistema de competencias en el ámbito digital, como la propiedad, los derechos de uso y los derechos de transferencia de datos de los sujetos, asociado al desarrollo de un mecanismo para la concesión de derechos, la fijación de precios y la supervisión de la explotación de datos, de acuerdo con los principios de transparencia, equidad y responsabilidad. Fomentar un mecanismo condicional de intercambio de datos público-privado, garantizando al mismo tiempo la seguridad de los datos personales, contribuirá a mejorar la eficiencia de la explotación de los recursos de datos, a la vez que limita el riesgo de concentración de datos en unas pocas grandes plataformas tecnológicas. Solo cuando los derechos de los datos estén legislados y legítimamente protegidos, la nueva producción basada en datos podrá desarrollarse de forma transparente, justa y sostenible.
Adaptación de las leyes laborales a las nuevas formas de trabajo
El fuerte desarrollo de la economía digital ha dado lugar a nuevas formas de trabajo, como el trabajo digital o el trabajo digital transfronterizo, actividades laborales que difieren del modelo tradicional de relaciones laborales. La normativa laboral actual se basa principalmente en relaciones bilaterales entre empleados y empleadores, establecidas de forma tradicional, lo que presenta algunas limitaciones y deficiencias. En realidad, gran parte del trabajo en plataformas digitales es flexible y presenta pocas restricciones institucionales.
Esto requiere la elaboración de una serie de regulaciones con un mayor alcance. Las regulaciones que regulan las actividades laborales en las plataformas digitales deben diseñarse en sintonía con un mecanismo de seguridad social flexible, independiente de la estabilidad de las relaciones laborales. Este modelo permite a los trabajadores participar en las cotizaciones y disfrutar de las prestaciones de la seguridad social según el principio de "contribución-disfrute" de forma flexible y consecuente. Al mismo tiempo, es necesario estudiar una nueva forma de negociación colectiva adecuada al entorno laboral digital, en la que tres sujetos —trabajadores, operadores de plataformas digitales y clientes— participen en el mecanismo de coordinación de prestaciones y condiciones laborales. Este es un paso decisivo para garantizar la justicia social, la seguridad laboral y la estabilidad laboral en la nueva estructura productiva.
Innovando las relaciones de distribución en la economía digital
En la economía digital, el valor se crea cada vez más a través de datos, conexiones e interacciones digitales, en lugar de depender únicamente de la mano de obra directa o el capital físico tradicional. Sin embargo, el mecanismo de distribución actual aún se basa principalmente en la propiedad física, mientras que la mayor parte del valor digital se concentra en el control de datos y la operación de plataformas digitales. Esto aumenta la brecha en los beneficios entre los creadores de valor (usuarios, trabajadores de la plataforma) y los poseedores de valor (propietarios de la plataforma, corporaciones tecnológicas). Para ajustar la relación de distribución al nuevo contexto, es necesario establecer gradualmente un mecanismo de intercambio de valor de datos, asegurando que los creadores de datos, incluidos los usuarios y trabajadores de la plataforma, disfruten de una parte proporcional de los beneficios del proceso de explotación de datos. Además, es necesario investigar e implementar herramientas regulatorias apropiadas, como la tributación transfronteriza de plataformas, estableciendo una nueva base impositiva basada en valores digitales y fomentando modelos de negocio y organizativos basados en la propiedad colectiva de los datos, como cooperativas de datos o plataformas comunitarias.
La configuración del papel del Estado
El ajuste de las relaciones de producción en la era digital no puede tener éxito sin el rol de liderazgo, coordinación y protección del Estado. Sin embargo, este rol debe redefinirse para pasar del modelo de gestión y control administrativo al modelo de "estado digital". El estado digital no se limita a promulgar leyes y marcos legales, sino que también debe invertir proactivamente en el desarrollo de infraestructura digital esencial, incluyendo datos abiertos, centros nacionales de datos, sistemas de identificación electrónica y seguridad de la red, considerándola como una infraestructura esencial similar a la infraestructura eléctrica, vial, escolar y de estaciones en la era industrial anterior. Al mismo tiempo, el gobierno digital debe completarse en la dirección de la integración, la operación en tiempo real, la transparencia de todo el proceso y la optimización de los servicios públicos en línea, con el fin de mejorar la eficiencia y reducir los costos sociales de las transacciones. Además, el Estado debe desempeñar un papel de liderazgo en la protección de los grupos vulnerables en el entorno digital, regulando los impactos negativos del mercado digital y promoviendo la competencia leal entre entidades nacionales y extranjeras. La creación de un centro de coordinación intersectorial de transformación digital ayudará a mejorar la capacidad de prever y responder a las nuevas cuestiones políticas, garantizando al mismo tiempo la sincronización y la coherencia en el ajuste de las instituciones digitales.
Innovar el sistema de educación y formación para adaptarse a la fuerza de producción digital
La fuerza laboral de la manufactura digital no puede desarrollarse sin una fuerza laboral plenamente equipada con habilidades digitales, pensamiento tecnológico y capacidad de aprendizaje flexible. Sin embargo, el sistema actual de educación y formación sigue diseñado principalmente para satisfacer las necesidades de la manufactura tradicional, por lo que no se ha adaptado completamente a las exigencias de la economía digital. En el futuro próximo, es necesario reestructurar integralmente el sistema de formación profesional y superior, centrándose en la creación de un marco nacional de habilidades digitales, la actualización de los programas de formación hacia la integración tecnológica, el aprendizaje interdisciplinario y el aprendizaje permanente. El desarrollo de un modelo de "educación abierta", combinado con plataformas de aprendizaje en línea y mecanismos de certificación flexibles, creará las condiciones para que los trabajadores mejoren sus habilidades rápidamente, a la vez que apoyará las transiciones profesionales en un contexto de tecnología en constante evolución.
Además, es necesario fortalecer el mecanismo de cooperación entre escuelas, empresas, institutos de investigación y universidades para garantizar que la formación se vincule con las prácticas de producción, contribuyendo así a la formación de una fuerza laboral que satisfaga de inmediato las necesidades de las empresas en la era digital. En particular, es necesario dar acceso prioritario a los programas de formación en competencias digitales a grupos vulnerables, como las mujeres, las minorías étnicas, las personas mayores y las personas con discapacidad, para minimizar el riesgo de quedar excluidos del proceso nacional de transformación digital.
Pilotaje e institucionalización del modelo de relaciones de producción digital
En un contexto de rápido desarrollo de la tecnología digital, pero con un sistema legal incapaz de seguir el ritmo de inmediato, permitir la prueba de nuevos modelos de producción en "espacios de prueba institucionales regulados" (sandboxes regulatorios) se convierte en una estrategia importante. Modelos como "bancos de datos personales", "cooperativas digitales", zonas de producción intangible o plataformas digitales sin fines de lucro pueden implementarse en centros de innovación. Estos programas piloto deben estar vinculados a un mecanismo de evaluación del impacto de las políticas, la retroalimentación de la práctica y una hoja de ruta para la institucionalización gradual cuando el modelo demuestre su eficacia. El enfoque de "aprendizaje mediante la experimentación" facilita la flexibilidad de las políticas y acorta la brecha institucional con los países que están a la vanguardia en la regulación de las relaciones de producción digital.
En general, las orientaciones y recomendaciones políticas propuestas no buscan ajustar cada parte del sistema socioeconómico por separado, sino construir un nuevo ecosistema institucional donde las fuerzas productivas digitales y las relaciones de producción compatibles puedan desarrollarse armoniosamente. Este es el requisito previo para alcanzar con éxito el objetivo de un desarrollo rápido, sostenible e inclusivo en el contexto de la Cuarta Revolución Industrial, que se está extendiendo con fuerza y está transformando la estructura socioeconómica global.
En resumen, el proceso de transformación de las relaciones de producción en el contexto del desarrollo de las fuerzas de producción digitales debe basarse en una visión a largo plazo y sincrónica. En primer lugar, el sistema teórico y la orientación estratégica deben identificar claramente las fuerzas de producción digitales como el motor central de la nueva etapa de desarrollo y las relaciones de producción digitales como un espacio político que debe regularse activamente. La inversión focalizada en infraestructura de datos, el desarrollo de la educación digital, la capacitación y la mejora de las competencias de la fuerza laboral son requisitos previos para garantizar que los beneficios de la transformación digital se distribuyan de forma justa e inclusiva. Es necesario crear instituciones de coordinación especializadas en relaciones de producción digitales a nivel nacional, capaces de coordinar de forma intersectorial y de consultar a múltiples partes interesadas, y evitar la fragmentación, el enfoque unisectorial o la superposición de políticas. Además, una mayor investigación sobre los modelos de propiedad de datos, la planificación de la industria y las profesiones digitales y los mecanismos de distribución del valor en el contexto de la transformación de los activos digitales en un factor clave también constituye una dirección estratégica. En general, el ajuste de las relaciones de producción en la era digital constituye un cambio histórico que contribuye a la remodelación de la organización de toda la sociedad. Este proceso requiere la participación de todos los actores, el acompañamiento y la responsabilidad compartida del sector empresarial, la participación ciudadana y la adaptación proactiva de los trabajadores. El equilibrio entre desarrollo y equidad, entre innovación y estabilidad, entre eficiencia económica y sostenibilidad social será un factor clave para el éxito en la reestructuración de las relaciones de producción para adaptarse al rápido movimiento de las fuerzas productivas en la economía digital.
Fuente: https://tapchicongsan.org.vn/web/guest/kinh-te/-/2018/1144902/cau-truc-lai-luc-luong-san-xuat-va-chuyen-doi-quan-he-san-xuat-trong-ky-nguyen-so--tiep-can-ly-luan-mac-xit-va-ham-y-chinh-sach-%28ky-ii%29.aspx
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