
La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en parte integral de casi todos los aspectos de la vida cotidiana. Su penetración en los estilos de vida, los entornos laborales, la comunicación y las interacciones sociales no solo es aceptada, sino que se ha vuelto tan omnipresente que cada vez pasa más desapercibida.
La IA se está integrando cada vez más en las operaciones militares , incluyendo la toma de decisiones, la selección de objetivos, el desarrollo de armas y las opciones de despliegue de fuerzas, y plantea difíciles cuestiones éticas, legales y políticas que deberán abordarse.
Aplicaciones de la inteligencia artificial en la defensa
La inteligencia artificial y la automatización robótica se han convertido en la base de la superioridad y la soberanía en combate. No solo Francia, sino también otros países europeos, se ven obligados a participar en el fortalecimiento de sus capacidades de defensa mediante esta tecnología.
Hoy en día, los avances en ciencia y tecnología han dado lugar a un aumento sin precedentes de información y datos, desde señales de radar, ondas de radio, imágenes satelitales, datos proporcionados por drones, hasta datos logísticos o información médica .
Además, gracias al extraordinario desarrollo de la tecnología de sensores, el tamaño del almacén de datos aumenta exponencialmente con cada minuto de tiempo real. Procesar tal cantidad de información, incluso con capacidad humana, requiere muchísimo tiempo.
En este contexto, la inteligencia artificial se convierte en una parte indispensable. Gracias a la potencia y velocidad del procesamiento de algoritmos, la IA permite agilizar las operaciones, intensificar las políticas y mejorar la eficiencia laboral, incluso en el sector de la defensa.

Además, el enfoque de la inversión de los países europeos en la inteligencia artificial en el sector de la defensa se debe a cambios claramente percibidos en el entorno de seguridad, así como a las amenazas actuales, urgentes y multidimensionales.
Ante la creciente amenaza del terrorismo, la escalada de tensiones en los conflictos mundiales y la política de aplicación de alta tecnología en la defensa que se lleva a cabo a diario, el presidente francés Emmanuel Macron subrayó que: "Los europeos deben ahora garantizar su propia seguridad" y anunció un aumento del presupuesto de defensa.
El gasto en defensa de Francia en 2017 se situó en 32.000 millones de euros. El objetivo para la siguiente fase es duplicarlo hasta alcanzar los 64.000 millones de euros en 2030.

Sin embargo, el 13 de julio de 2025, el presidente Emmanuel Macron anunció una decisión audaz e histórica durante una sesión de trabajo celebrada un día antes del Día de la Bastilla, en la sede del Ministerio de las Fuerzas Armadas. En consecuencia, se acortó el período de incremento del presupuesto de defensa, con un aumento de 3.500 millones de euros en 2026 y de 6.500 millones de euros en 2027.
El objetivo de esta política es el esfuerzo de Francia por reforzar el papel de la OTAN como pilar europeo y permitir que los jóvenes franceses se incorporen a las fuerzas armadas en condiciones más seguras.
Otra razón que Francia y muchos otros países vecinos ven claramente: la postura impredecible de Estados Unidos obliga a los países europeos a "garantizar su propia seguridad".
Además, el mundo está presenciando una combinación de muchas formas de conflicto que se producen al mismo tiempo, desde ciberataques y campañas de desinformación hasta el uso masivo de drones.
La IA tiene el potencial de redefinir radicalmente la guerra moderna. Su potencial como herramienta tecnológica para apoyar a las fuerzas armadas suele exagerarse, calificándola de «revolucionaria», «transformadora» y «peligrosa», pero la diferencia es casi con toda seguridad profunda y aún no se ha podido cuantificar.
Centro para la Innovación en la Gobernanza Internacional (CIGI)
El portal ENR, un proyecto conjunto de agencias de noticias europeas, publicó el 26 de septiembre un artículo sobre Alemania y Polonia. En él, el ministro del Interior alemán, Alexander Dobrindt, afirmaba que el país aumentaría la inversión en defensa contra drones. Esta medida se implementará mediante la reforma de la Ley de Seguridad Aérea, destinada a prevenir y contrarrestar ataques en este ámbito.
Durante el 80.º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 23 de septiembre, el presidente polaco Karol Nawrocki emitió una declaración que amplió la definición de las amenazas modernas a la seguridad, no solo a las armas, los tanques o los misiles. El mundo actual se enfrenta a ciberataques, campañas de desinformación con la tecnología conocida como «deepfakes» y manipulación del espacio informativo.
Otro artículo publicado en el diario francés 20Minutes, el 8 de septiembre, mencionaba el anuncio del ministro del Ejército francés, Sébastien Lecornu, de que Francia ha convertido la inteligencia artificial en una prioridad máxima, como una revolución a la par de la energía nuclear.
El ministro del Ejército francés subrayó que el dominio de la IA militar será uno de los principales indicadores para determinar si un país es una gran potencia o no. Esto demuestra cómo la inteligencia artificial puede aportar grandes ventajas a las capacidades de defensa de cada nación.

La nueva estrategia de defensa y los compromisos presupuestarios de Francia
En 2025, el campo de la inteligencia artificial se consolidó como una palanca estratégica esencial, gracias a su eficacia operativa, capacidad de toma de decisiones y rapidez de respuesta ante amenazas cada vez más complejas. Por consiguiente, Estados Unidos, China y Europa muestran indicios de una mayor participación en la competencia por la tecnología de combate.
A nivel mundial, se prevé que el gasto militar en IA supere los 30.000 millones de dólares en 2028, con una tasa de crecimiento anual promedio superior al 13% a partir de 2024.
Según McKinsey, una firma multinacional estadounidense de consultoría estratégica y de gestión, se prevé que a nivel mundial la inversión de capital riesgo en empresas relacionadas con la defensa aumente hasta los 31.000 millones de dólares en 2024, un 33% más que el año anterior.
Solo en Francia, además de planificar duplicar el presupuesto para IA en el sector de la defensa para 2030, el Gobierno decidió crear una Agencia especializada para la IA de Defensa dependiente del Ministerio del Ejército francés (AMIAD) para dominar estas tecnologías de forma independiente.

El Ministerio del Ejército francés, Hewlett Packard Enterprise (HPE) y Orange, un grupo de telecomunicaciones y servicios digitales, están desarrollando conjuntamente un proyecto de supercomputadora para la defensa.
El proyecto de supercomputadora ASGARD está equipado con 1.024 chips de última generación y está completamente desconectado de Internet, gestionado únicamente por las autoridades de defensa francesas y permite el entrenamiento de modelos de IA altamente sensibles sin depender de ninguna infraestructura extranjera, desde el procesamiento de señales de radar, audio, análisis de inteligencia y simulación.
El proyecto forma parte de un marco de coordinación interministerial, que incluye importantes organismos como la Dirección General de Equipamiento de Defensa (DGA), la Dirección General de Seguridad Exterior (DGSE), la Comisión de Energía Atómica y Energías Alternativas (CEA) y la Dirección General de Infraestructuras y Sistemas de Información Interservicios (DIRISI).

El artículo publicado el 13 de julio en el periódico digital BFMTV también mencionaba las prioridades propuestas por el presidente Macron: Los presupuestos adicionales también están destinados a cubrir carencias estratégicas, incluyendo municiones, armas, aeronaves autónomas, capacidades espaciales, guerra electrónica y tecnología cuántica.
El 26 de septiembre de 2025, la revista industrial y de defensa Enderi publicó un artículo titulado «Pendragon: Los robots con IA transformarán el ejército francés». En él, el ejército francés se centra en un proyecto clave llamado Pendragon, cuyo objetivo es crear los primeros modelos de robots de combate terrestres y aéreos, controlados por inteligencia artificial y cuyo lanzamiento está previsto para 2026.
El número del 3 de octubre de la revista geopolítica Conflits también afirmaba: El ejército francés está llevando a cabo un programa de "innovación a toda costa" para aumentar su capacidad de contrarrestar las amenazas de los drones.
Actualmente se están investigando dos dispositivos, incluido el Proteus Standard 1, que puede derribar drones básicos, y el Standard 2, que permitirá la destrucción de microdrones, que son más móviles y difíciles de alcanzar.
De este modo, Francia está construyendo un ecosistema “soberano” mediante la vinculación de instituciones de investigación de alto nivel, corporaciones de defensa tradicionales y empresas emergentes de IA de vanguardia.

Desde alianzas público-privadas y académicas hasta esfuerzos de coordinación regional
Las capacidades de defensa de los países ya no se evalúan únicamente por la tecnología que se aplica y cómo funciona, sino que también se afirman mediante otros indicadores: garantizar recursos humanos de alta calidad y cadenas de suministro autónomas.
El Centro Técnico de Bruz, el Centro de Investigación afiliado a la Escuela Politécnica Palaiseau, laboratorios académicos líderes como LIX, ENSTA y ENS Paris-Saclay, y Mistral AI Company —uno de los principales "unicornios" tecnológicos europeos en el campo de la IA generativa— son también nombres con los que el Gobierno francés está implementando la cooperación.
Ante las actuales amenazas transfronterizas, tanto tradicionales como no tradicionales, Europa está intentando superar sus divisiones históricas para construir una sólida defensa común en materia de tecnología.

El informe del Gobierno francés sobre el gasto presupuestario para la base industrial y tecnológica de defensa, publicado el 4 de marzo de 2025, menciona el plan ReArm Europe, impulsado por Francia, Alemania y el Reino Unido, cuyo objetivo es movilizar cerca de 800.000 millones de euros para reforzar las capacidades de defensa de la Unión Europea (UE) y reducir la dependencia de la OTAN y de los EE. UU. en los próximos 5 a 10 años.
También se creó el Fondo Europeo de Defensa (FED) con un presupuesto de 7.953 millones de euros para el período 2021-2027, para financiar la investigación y el desarrollo de capacidades militares cooperativas.
En febrero de este año, el portal de información de la Comisión Europea también publicó una nota de prensa en la que la UE anunciaba la iniciativa InvestAI, que moviliza 200.000 millones de euros para aplicaciones de inteligencia artificial en defensa autónoma y ciberseguridad.
Además, se están desarrollando con gran dinamismo programas de cooperación transfronteriza en la industria de la defensa. Helsing, una startup de IA para la defensa con triple nacionalidad (alemana, francesa y británica), es un ejemplo típico. Valorada en 12 000 millones de euros, Helsing colabora con la empresa francesa Loft Orbital para la vigilancia fronteriza mediante satélites y trabaja con la empresa sueca Saab para integrar la IA en el avión de combate Gripen.
Con el objetivo de mejorar la coordinación estratégica y la interoperabilidad, AsterX 2025 es conocido como el quinto ejercicio espacial militar francés, con la participación de 24 militares extranjeros de 12 países aliados, entre ellos Alemania, Australia, Canadá, Corea del Sur, España, Estados Unidos, India, Italia, Japón, Noruega, Reino Unido y Polonia.
Entre los socios institucionales se incluyen el Centro Nacional Francés de Investigación Espacial (CNES), el Mando Espacial Francés (COE) y la Oficina Nacional Francesa de Investigación y Experimentación Aeroespacial (ONERA), así como socios industriales, de defensa, de telecomunicaciones y de satélites como AGENIUM, Safran Data System, Arianegroup, Crisotech, Exotrail, DeliaStrat, Look Up y MBDA, que mantienen su pleno compromiso de participar en ejercicios similares.
Por su parte, Alemania también está reforzando sus capacidades antidrones mediante la reforma de la legislación sobre seguridad aérea. Helsing ha desarrollado el dron HX-2, que utiliza inteligencia artificial para guiar explosivos hacia sus objetivos, minimizando la interferencia electrónica.
Asimismo, según el artículo del portal ENR mencionado anteriormente, la aeronave autónoma Eagle.One, desarrollada por la República Checa, es un dispositivo de caza capaz de utilizar inteligencia artificial para interceptar de forma segura drones ilegales en el espacio aéreo sin destruirlos.
Gracias a su inteligencia artificial incorporada, Eagle.One puede reaccionar a movimientos impredecibles del objetivo e incluso capturar varios drones en una sola misión.
Muchos otros países europeos también están planificando e implementando gradualmente medidas en el marco de la iniciativa «Acción de Seguridad para Europa» (SAFE). Se trata de un instrumento financiero de la Unión Europea creado para proporcionar préstamos de hasta 150 000 millones de euros. Esta financiación forma parte del plan para reforzar la defensa, mejorar las capacidades de ciberdefensa, la defensa antimisiles y los sistemas de aeronaves autónomas.

La ética detrás de los nuevos equipos militares basados en tecnología
En un artículo publicado en el portal del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI) el 1 de marzo de 2025, Laure de Roucy-Rochegonde, experta en armas autónomas y directora del Centro de Geopolítica de la Tecnología del IFRI, expresó su preocupación por una cuestión paralela.
Es decir, si la instalación de un dron con un mecanismo para «identificar y atacar automáticamente objetivos según la situación» está o no bajo el control humano en combate. Sin mencionar el caso de un sistema de IA que apoya la evaluación y las sugerencias de acción: el comandante podría tender a confiar en ese resultado de inmediato, en lugar de tomarse el tiempo necesario para evaluarlo o buscar otra información que lo verifique.

En definitiva, la nueva política de aumentar la inversión en IA en el sector de la defensa no es una opción, sino una necesidad vital para que Europa mantenga su soberanía y su capacidad de defenderse, así como de atacar, en un mundo cada vez más impredecible.
Los países europeos buscan soluciones para proteger su propia seguridad. Francia, además, se está posicionando como líder en el campo de la inteligencia artificial aplicada a la defensa en la región.
Sin embargo, el desafío sigue siendo enorme. Europa necesita garantizar el control de toda la cadena de suministro tecnológico, sobre todo porque los chips para GPU aún están dominados por Estados Unidos. El éxito de la estrategia europea de IA para la defensa determinará qué país se convertirá en una potencia tecnológica autónoma o si la región se limitará a ser un mercado de consumo para tecnologías extranjeras.
Los países europeos aún tienen que encontrar un equilibrio entre entrar en el "juego" de la aplicación de la alta tecnología al ámbito militar, mantener el control ético tanto del equipo militar como de sus usuarios y, sobre todo, garantizar el cumplimiento de los principios del derecho internacional.
Fuente: https://nhandan.vn/chau-au-ung-dung-tri-tue-nhan-tao-nham-nang-cao-nang-luc-quoc-phong-post922264.html






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