La interferencia GPS ya no es una actividad de combate limitada a las zonas de guerra, sino que se ha convertido en una amenaza global, donde el sistema de posicionamiento —la base del transporte, las finanzas y la seguridad— está siendo transformado en un campo de batalla invisible por países que poseen tecnología electrónica militar moderna.
El GPS se convierte en un campo de batalla invisible.
En medio de crecientes tensiones geopolíticas , tanto Irán como Israel están aprovechando sus posiciones estratégicas y recurriendo gradualmente a una nueva forma de guerra: la interferencia masiva de GPS.
Según un informe de Windward Maritime AI, del 12 al 15 de junio, unos 1.000 buques que transitaban por el estrecho de Ormuz, entre ellos 97 petroleros y 110 buques de carga, se vieron afectados por puntos críticos de interferencia GPS cerca de puertos iraníes como Asaluyeh y Bandar Abbas, así como frente a la costa de Omán.
Una serie de informes también registraron interferencias y suplantación de señales GPS en Israel y Palestina, que se extendieron a países vecinos como el Líbano.

El estrecho de Ormuz se ha convertido en un punto crítico en la guerra de Oriente Medio, ya que cualquier alteración en ese punto podría tener graves consecuencias para los mercados energéticos y la economía mundial (Foto: Getty).
Se cree que las operaciones iniciales de interferencia fueron llevadas a cabo por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), con el objetivo de interrumpir los sistemas de navegación por satélite (GNSS) y el AIS, herramientas vitales para que los buques garanticen la seguridad marítima en el mar.
Para objetivos terrestres, la táctica pretende inutilizar las capacidades de localización de equipos civiles y militares en zonas de guerra, pero tiene graves consecuencias cuando se extiende más allá de las fronteras del conflicto.
En definitiva, el tráfico aéreo y marítimo comercial internacional, que depende en gran medida del posicionamiento por satélite, se ve gravemente afectado al perder la capacidad de determinar la ubicación precisa.
GPS: Una plataforma crítica pero vulnerable
El GPS ( Sistema de Posicionamiento Global ) es un sistema de posicionamiento global propiedad de los Estados Unidos y operado por este país, con una red de aproximadamente 30 satélites que operan continuamente alrededor de la Tierra.

Dispositivos como aviones, barcos, teléfonos inteligentes y sistemas bancarios dependen de las señales GPS para ubicarse y sincronizar la hora.
Sin embargo, la propia especificación del GPS incluye una señal débil y fácilmente saturada, lo que la hace susceptible a la interferencia o la suplantación.
En las técnicas de interferencia, un dispositivo que emite una señal más potente en la misma frecuencia impide que los receptores GPS reciban señales satelitales. En los casos de suplantación de identidad, el transmisor envía señales GPS falsas, engañando al receptor para que reciba una ubicación errónea.
Se trata de dos técnicas comunes de guerra electrónica que se cree que tanto Irán como Israel utilizan para sus campañas militares, pero que al mismo tiempo, de forma involuntaria (o intencionada), ponen en peligro los sistemas de tráfico civiles de la región.
Gran impacto en las industrias de la aviación y el transporte marítimo
GPSJam.org, un sitio web administrado por John Wiseman, rastrea y mapea áreas con señales GPS inestables. En áreas con interferencia severa, incluyendo Beirut, la capital del Líbano, se han reportado repetidamente pérdidas de señal GPS desde aeronaves.
La base de datos de intercambio ADS-B registra varios vuelos comerciales afectados al despegar de Tel Aviv o al sobrevolar el sur del Líbano. Según informes del Centro de Gestión del Tráfico Aéreo Libanés, se produjeron casos de graves errores de navegación que provocaron la desviación de aeronaves civiles, aumentando el riesgo de violaciones del espacio aéreo y colisiones.
En el sector marítimo, informes procedentes del Mediterráneo y Asia Oriental muestran que los buques también se enfrentan a un posicionamiento “inestable”, lo que provoca la pérdida de control de su trayectoria y aumenta el riesgo de accidentes o derrames de petróleo debido a la desviación de la posición.

Un miembro de la tripulación realiza una revisión previa al vuelo en un Airbus A320 (Foto: Wikipedia).
No solo en Oriente Medio, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) también registró un aumento de las interferencias GPS en Europa del Este, especialmente en la región del Mar Negro, Polonia, la región del Báltico... con sospechas de que la fuente sea Rusia en el contexto del conflicto con Ucrania que no se ha apaciguado.
Según la EASA, los incidentes de suplantación de GPS han aumentado drásticamente en los últimos tres años y están reduciendo la seguridad aérea. El director general de la EASA, Luc Tytgat, solicitó mejoras en los equipos de las aeronaves para detectar y contrarrestar las interferencias de señal de forma temprana.
Sin una monitorización, un posicionamiento y una intervención diplomática oportunos, un fallo del GPS expondría a la aviación civil y al transporte marítimo a un desastre potencial.
Fuente: https://dantri.com.vn/khoa-hoc/chien-su-hien-dai-buoc-vao-khong-gian-so-gps-bi-bien-thanh-vu-khi-20250624081244491.htm






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