Sr. Pham Duc An, Presidente del Consejo de Administración del Banco de Vietnam para la Agricultura y el Desarrollo Rural (Agribank). (Foto: VGP)
Además, el presidente de Agribank también dijo que para fines de 2023, los activos totales de Agribank superarán los 2 millones de billones de VND, la movilización de capital alcanzará 1 millón 885 billones de VND y los préstamos pendientes serán 1 millón 550 billones de VND, de los cuales los préstamos pendientes a los sectores agrícolas, rurales y de agricultores alcanzarán casi el 65%.
En el próximo tiempo, Agribank continuará de manera proactiva buscando el equilibrio para seguir reduciendo las tasas de interés de los préstamos, reestructurando las deudas para apoyar a los clientes, especialmente a las empresas; mejorando y simplificando los procedimientos y procesos de préstamo para mejorar el acceso al capital crediticio bancario.
Al mismo tiempo, implementar de manera proactiva y flexible múltiples soluciones para promover eficazmente el crecimiento del crédito asociado con el control y la mejora de la calidad crediticia, dirigiendo los flujos de crédito a los sectores productivos y comerciales, sectores prioritarios y empresas que sirven a los motores del crecimiento de la economía.
A partir de estas realidades, el presidente de Agribank propuso pasar de la gestión conductual a la gestión por objetivos.
En primer lugar, el Sr. An propuso que es necesario seguir aclarando los problemas y las deficiencias en los mecanismos, políticas y barreras relacionadas con la responsabilidad y la ética pública y que se deben encontrar soluciones específicas para que las empresas puedan avanzar con confianza y audacia para desarrollarse.
En segundo lugar, en las condiciones actuales, las políticas fiscales, en particular la inversión pública y el apoyo empresarial, son clave para estimular la producción y el consumo, aumentando así la demanda de capital y la eficacia del capital de la banca comercial. El gobierno debe implementar soluciones para incentivar y apoyar a las empresas en su transformación ecológica, a fin de cumplir con las tendencias y estándares internacionales.
En tercer lugar, si las empresas estatales se atreven a pensar y actuar, es necesario reformar pronto el mecanismo de gestión del capital invertido en ellas, así como sus operaciones, lo que incluye aumentar la autonomía de las empresas estatales con el espíritu de cambiar la gestión del comportamiento a la gestión por objetivos, fortalecer el seguimiento, la detección, la advertencia y el manejo temprano de las infracciones para prevenir y minimizar los daños.
En cuanto a los objetivos asignados a las empresas estatales, es necesario especificarlos para cada tipo y empresa en particular, especialmente la capacidad de dominar la tecnología y producir bienes que sustituyan importaciones con alto valor añadido, evitando simplemente asignar objetivos de crecimiento empresarial y rentabilidad. El mecanismo de nombramiento y destitución de funcionarios en las empresas estatales también requiere una reforma profunda.
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