Tenemos billones de relojes biológicos en nuestro cuerpo. ¿Cómo funcionan y qué papel desempeñan en nuestra salud?
Tomar el sol por la mañana es bueno para la salud - Foto: virtusan.com
La exposición a la luz y el momento de la misma son importantes para la salud humana. Indican a nuestro cuerpo cuándo despertarse por la mañana, cuándo ir al baño y en qué momentos del día necesitamos estar más concentrados o alertas.
Entonces, ¿cómo sabe nuestro cuerpo cuándo hacer estas cosas? ¿Y qué tiene que ver la luz con ello?
La respuesta está en el reloj biológico.
Una de las principales funciones de la luz es ajustar el reloj biológico del cuerpo humano. Este reloj consiste en una red de genes y proteínas que se regulan mutuamente. Esta red envía señales a los órganos a través de las hormonas y el sistema nervioso.
El reloj biológico central se encuentra en el hipotálamo cerebral, y cada célula tiene su propio reloj. Según LiveScience , estos relojes trabajan en conjunto para ayudarnos a adaptarnos al ciclo diario de luz y oscuridad, ajustando nuestras funciones corporales según la hora del día.
Sin embargo, el reloj biológico humano no funciona exactamente en un ciclo de 24 horas (en promedio, 24 horas y 30 minutos). Por lo tanto, el reloj central debe reiniciarse cada mañana para comenzar un nuevo día. De ahí la importancia de la luz.
El reloj central está conectado directamente a las células fotorreceptoras de la retina. Ajustar el reloj con luz cada mañana ayuda a nuestro cuerpo a funcionar correctamente, en sintonía con el entorno.
Además, la hora a la que comemos también influye en la sincronización de nuestros relojes biológicos. Sin embargo, en este caso, se trata de los relojes de órganos distintos del cerebro, como el hígado, los riñones o los intestinos.
El reloj biológico de una persona - Foto: The Conversation
Para dormir: La hormona melatonina, producida naturalmente en el cerebro, está vinculada al reloj biológico central y nos produce sueño en ciertos momentos del día. Cuando amanece, nuestro cuerpo deja de producir melatonina y nos sentimos despiertos. Al acercarse la hora de dormir, se libera la hormona, lo que nos provoca sueño.
Por lo tanto, la exposición a la luz por la noche, cuando deberíamos estar durmiendo, puede ser perjudicial para la salud. La principal razón de estos efectos nocivos es que la exposición a la luz en el "momento equivocado" altera el reloj biológico, lo cual es más evidente en las personas que tienden a trasnochar.
Con los intestinos: La digestión también sigue un ritmo circadiano. Los músculos del colon que ayudan a evacuar los desechos por el cuerpo son más activos durante el día y se ralentizan por la noche. Un aumento significativo en las deposiciones comienza a las 6:30 a. m. y es la razón por la que muchas personas tienen deposiciones frecuentes a esta hora.
El ritmo circadiano del intestino es un resultado directo del reloj interno del intestino y del reloj central, y también está influenciado por el momento en que comemos.
Alerta y concentración: Nuestro reloj biológico también nos ayuda a controlar nuestros niveles de atención y alerta al modificar el funcionamiento de nuestro cerebro en ciertos momentos del día. Nuestros niveles de atención y alerta mejoran por la tarde y la noche, pero disminuyen por la noche y a primera hora de la mañana.
Esto afecta la productividad y puede dar lugar a accidentes o errores durante horas en las que tenemos bajos niveles de concentración y alerta.
En resumen, la exposición a la luz, especialmente por la mañana, es importante para sincronizar nuestros relojes biológicos con nuestras funciones corporales. Además de ayudarnos a dormir mejor, una mayor exposición a la luz matutina también beneficia la salud mental y reduce el riesgo de obesidad.
[anuncio_2]
Fuente: https://tuoitre.vn/con-nguoi-co-hang-nghin-ti-dong-ho-sinh-hoc-chung-co-vai-tro-gi-20241225231103869.htm
Kommentar (0)