Feroz carrera en el estado más disputado de las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024

VOV.VN - Tanto Kamala Harris como Donald Trump están invirtiendo más dinero, tiempo y esfuerzo en Pensilvania que en cualquier otro estado, ya que los principales estrategas consideran que es el que tiene más probabilidades de decidir la victoria o la derrota en la carrera a la Casa Blanca.

Cuando la vicepresidenta demócrata Kamala Harris impulsó su agenda económica , fue a Pittsburgh, el corazón industrial de Pensilvania. Cuando anunció a su compañero de fórmula, fue a Filadelfia. Y cuando eligió la sede del primer evento de campaña del expresidente Barack Obama el 10 de octubre, regresó a Pittsburgh. Todo en Pensilvania. El candidato republicano y expresidente Donald Trump también gastó la mayor parte de su presupuesto publicitario en Pensilvania y ha celebrado allí más mítines que en cualquier otro estado clave desde que Harris se incorporó oficialmente a la contienda.

Tanto Donald Trump como Kamala Harris han invertido más dinero, tiempo y esfuerzo en Pensilvania que en cualquier otro estado en disputa. Foto: NY Times

La clave para ganar

De hecho, hay siete estados clave en disputa, entre ellos Pensilvania, Michigan, Georgia, Wisconsin, Arizona, Carolina del Norte y Nevada. Todos juegan un papel importante en la victoria de cualquier candidato.

Pero Pensilvania se destaca como el estado con más probabilidades de inclinar la balanza electoral, según los principales estrategas de Harris y Trump. Ambos candidatos han invertido más dinero, tiempo y esfuerzo en Pensilvania que en ningún otro lugar. Demócratas y republicanos han invertido 350 millones de dólares en publicidad televisiva en Pensilvania, 142 millones más que Michigan, el segundo estado en la lista. Hay tres razones por las que ambos candidatos se están centrando tanto en Pensilvania. Primero, el tamaño del estado: sus 19 votos electorales son el mayor premio entre los estados en disputa. Segundo, las encuestas han mostrado que ambos candidatos llevan meses empatados. Tercero, es matemáticamente imposible que Trump o Harris alcancen los 270 votos electorales necesarios para ganar sin ganar en Pensilvania.

La Sra. Harris y su compañero de fórmula, Tim Walz, en un mitin de campaña en Pensilvania. Foto: New York Times.

El margen de victoria en Pensilvania es increíblemente pequeño. En las elecciones de 2016 (Trump ganó en Pensilvania), el margen fue de tan solo 44.292 votos, menos que el número de escaños en el estadio de fútbol americano de los Pittsburgh Steelers. "Si ganamos en Pensilvania, lo ganamos todo", declaró Trump en un mitin reciente en el estado.

“Una versión en miniatura de América”

Lo que convierte a Pensilvania en un campo de batalla tan reñido para ambos partidos es su notable combinación demográfica y geográfica. Alberga centros urbanos como Filadelfia, con grandes concentraciones de votantes negros, una fuente crucial de fuerza demócrata. También cuenta con suburbios de rápido crecimiento, poblados principalmente por blancos con un alto nivel educativo, cuyo apoyo los republicanos han perdido durante la era Trump. Tiene ciudades industriales en dificultades donde Trump necesita maximizar sus votos, y ciudades más pequeñas con una creciente población de inmigrantes latinos que Harris quiere expandir. Pensilvania también tiene una población rural numerosa, aunque en disminución. Los votantes blancos sin título universitario, los partidarios más fieles de Trump, aún representan aproximadamente la mitad del voto. "Pensilvania es casi una versión en miniatura de Estados Unidos", dijo el vicegobernador de Pensilvania, el demócrata Austin Davis.

La carrera por los votos está reñida.

La campaña en Pensilvania es intensa. El equipo de la Sra. Harris está difundiendo anuncios en línea dirigidos a votantes de zonas con una gran población hispana del este de Pensilvania, así como anuncios con republicanos que votaron por ella en 130 estaciones de radio rurales. Según un miembro de la campaña del Sr. Trump, el expresidente ha enviado a su compañero de fórmula, el senador J.D. Vance de Ohio, a más destinos en Pensilvania que en ningún otro lugar. En este estado, el Sr. Trump también mantuvo una reunión exclusiva con Sean Hannity en Fox News.

El expresidente Donald Trump en un mitin de campaña en Indiana, Pensilvania, septiembre de 2024. Foto: NY Times

El 2 de octubre, el Sr. Trump regresó a Pensilvania para dos mítines en Scranton y Reading. Estos fueron su octavo y noveno mitines en el estado desde que la Sra. Harris se unió a la contienda. Si bien la ex primera dama Melania Trump aún no ha aparecido en ningún evento de campaña, el esposo de la Sra. Harris, Doug Emhoff, tomó una cerveza mientras veía un partido de fútbol americano reciente en un suburbio de Filadelfia y habló en un concierto para promover el voto en Pittsburgh. Ambas partes intentan complacer a activistas y funcionarios clave de Pensilvania. No es casualidad que, tanto en las convenciones nacionales republicana como demócrata, los delegados de Pensilvania se sentaran muy por detrás de los delegados de los estados de origen de los candidatos. "Pensilvania es el centro del universo", dijo Cliff Maloney, quien lidera la iniciativa para que los republicanos voten por correo en el estado. El vicegobernador Austin Davis dijo que la última vez que vio a la Sra. Harris, bromeó diciendo que debería alquilar un apartamento en el estado. La vicepresidenta se rió, pero de hecho, la Sra. Harris visitó Pensilvania cada tres días en septiembre, una frecuencia notable para un estado en disputa. El gobernador Josh Shapiro, quien no fue elegido compañero de fórmula de la Sra. Harris, la ha apoyado en varias ocasiones, incluyendo un mitin en Wilkes-Barre, el lanzamiento de una gira en autobús en Filadelfia y otro evento con la escritora Shonda Rhimes en los suburbios de Filadelfia. Según la campaña de la Sra. Harris, ahora cuenta con más de 400 empleados remunerados en más de 50 oficinas en el estado. La campaña del Sr. Trump se negó a hacer comentarios sobre su personal en Pensilvania, pero afirmó tener más de 20 oficinas allí.

Optimismo en ambos lados

Pensilvania es actualmente el único estado donde los demócratas controlan una cámara de la legislatura estatal y los republicanos controlan la otra. La Cámara de Representantes del estado está dividida por un solo escaño. El estado también es sede de una de las carreras al Senado más caras de los EE. UU. y dos escaños en la Cámara de Representantes muy disputados que podrían cambiar el control del Congreso . Los demócratas se muestran optimistas sobre ganar carreras clave para gobernador y Senado en los últimos años, incluido 2022. Pero los republicanos son igualmente optimistas sobre el estado, que ha visto un fuerte aumento en el registro de votantes que se pasa al Partido Republicano. Cuando Trump ganó Pensilvania en 2016, había alrededor de 916.000 demócratas más que republicanos. Al 7 de octubre, ese número había bajado a 325.485. A principios de este año, uno de los distritos suburbanos más competitivos de Filadelfia, el condado de Bucks, se volvió republicano por registro de votantes. En septiembre, el condado de Luzerne, un suburbio de Scranton, se convirtió en el último en volverse republicano. Un factor clave fue el impacto del intento de asesinato contra Trump en el condado de Butler en julio. En entrevistas, algunos partidarios de Trump predijeron que el incidente podría impulsar a más votantes a votar. "Realmente me animó a salir y hacer algo", dijo Abraham Reynolds, de 23 años, quien tiene una empresa de limpieza en Pensilvania y estuvo presente en el mitin de Butler en julio.