La política está abordando la punta del iceberg.
Recientemente, el Ministerio de Educación y Formación anunció que el 66% de los graduados de secundaria se matricularon para la universidad. Muchos candidatos no están interesados en estudiar en la universidad debido a diversas razones, como las difíciles condiciones económicas, las barreras de matrícula... Además, muchos estudiantes se quedan sin empleo después de graduarse, trabajan en el sector equivocado y sus bajos ingresos no les aseguran la vida. Muchos estudiantes incluso creen que prefieren trabajar en el extranjero antes que ir a la universidad.
La situación anterior refleja el problema de la baja calidad de la formación universitaria y la falta de orientación profesional. En particular, en la educación universitaria y universitaria actual, la conexión entre las escuelas y las empresas es aún débil, y en muchos lugares los trámites siguen siendo excesivos y no cumplen con las expectativas. Esta es también la razón por la que muchos estudiantes se gradúan desempleados, trabajan en el sector equivocado y tienen ingresos inestables.
Sobre este tema, un reportero del Journalist & Public Opinion Newspaper conversó con el experto Nguyen Song Hien (miembro del Comité de Censura del International Journal of Training Research, Londres; miembro de la National Association of International Educators (NAFSA); miembro de la Australian Independent Education Federation).
Señor, actualmente se promueve en Vietnam el modelo de asociación empresarial con capacitación. Sin embargo, en muchos lugares, es solo una formalidad y no ha dado los resultados deseados. La mayoría de los estudiantes siguen encontrando trabajo y empleos fuera de su campo después de graduarse, mientras que las empresas no encuentran a los profesionales adecuados. ¿Cómo evalúa esta situación y cuál cree que es la causa?
La situación anterior es el lado negativo de la educación actual. La educación se encuentra en una situación en la que su propósito es guiar a los estudiantes hacia la obtención de títulos superiores, en lugar de atender las diversas necesidades laborales del mercado laboral actual.
Además, la burocracia en la gestión obstaculizará el proceso de aproximación e integración sustancial con los estándares educativos internacionales. Esto no solo desperdicia tiempo y dinero a los estudiantes, sino que también genera una grave escasez de recursos humanos necesarios para garantizar el desarrollo estable de las empresas en particular y de la economía del país en general.
Si bien en los últimos años hemos implementado diversas políticas para promover la autonomía de la educación superior, estas solo contribuyen a resolver la situación mencionada. De hecho, según estudios recientes, la tasa de graduados que trabajan en áreas distintas a su especialización supera el 24%, aunque personalmente creo que la cifra real es mucho mayor.
Necesidad de orientar sistemáticamente la carrera profesional desde el principio
Señor, ¿cómo es esta combinación en países desarrollados como Australia? ¿Existe un modelo estándar que pueda aplicarse ampliamente?
En Australia, los estudiantes reciben orientación profesional desde el inicio de la secundaria. Victoria (VIC) es un ejemplo. En este estado, la orientación profesional para jóvenes se incluye en los primeros años de secundaria dentro del programa educativo.
La autoridad educativa de VIC ha establecido este programa, que consta de seis pasos para ayudar a los jóvenes a desarrollar sus habilidades profesionales. Cada paso se divide en tres etapas: Autodesarrollo: los estudiantes se comprenderán a sí mismos, acumularán experiencia y logros, y encontrarán maneras de desarrollar sus propias habilidades. Exploración profesional: los estudiantes deberán identificar, explorar y evaluar oportunidades durante sus estudios y elegir una futura carrera.
Gestión de Carrera: Los estudiantes deben definir y ajustar su orientación profesional, gestionar decisiones, cambios y transiciones en sus vidas. Cada paso está integrado en cada grado, desde 7.º hasta 12.º. El programa está diseñado para ayudar a los estudiantes a adquirir las habilidades necesarias para crear e implementar planes de carrera para el futuro, desarrollar sus habilidades y capacidades para encontrar, mantener y desarrollar sus propias carreras en un mercado laboral amplio pero muy competitivo.
Además, los estudiantes que terminan el décimo grado pueden optar por una formación profesional en lugar de continuar sus estudios. En las escuelas profesionales, los estudiantes aprenden un 70 % de teoría en la escuela y un 30 % de práctica en empresas. Además, existe otra forma de formación para cubrir la escasez de recursos humanos en las empresas: la formación en la empresa. En esta modalidad, los estudiantes aprenden un oficio mientras perciben un salario según la normativa. Si se requiere un título, según el tiempo de formación del aprendiz, se le otorgarán certificados y títulos equivalentes a los de quienes cursan estudios en la escuela. Este título es reconocido en toda Australia.
En Australia, la conexión entre empresas y escuelas es muy estrecha. Durante sus estudios, los estudiantes reciben un periodo para realizar prácticas en empresas. Además, tras la graduación, el gobierno australiano suele ofrecer un programa de prácticas para graduados que les ayuda a familiarizarse con el entorno laboral real, desarrollando así habilidades profesionales prácticas que las escuelas no pueden ofrecer.
El Departamento de Educación de Australia en cada estado siempre tiene un canal para recoger retroalimentación de los graduados de las instituciones de formación para obtener información sobre la situación laboral, así como la evaluación de los alumnos sobre la calidad de la formación de la institución donde se formaron.
La educación necesita muchos modelos de vinculación entre empresas y escuelas para tener buenos resultados y que los estudiantes tengan trabajo.
Necesidad de una innovación más drástica
Para cumplir con la función de formar y proporcionar buenos recursos humanos al mercado laboral, ¿qué deberían hacer las universidades y centros de educación superior en Vietnam? En su opinión, ¿cuáles son los obstáculos que deben superarse?
La tasa actual de graduados desempleados y de quienes trabajan en el campo equivocado, incluso teniendo que reciclarse, demuestra la necesidad de reformas más contundentes en el sistema educativo actual. En primer lugar, es necesario crear y promulgar pronto un marco de orientación profesional para estudiantes desde sexto grado.
Fomentar la cohesión, la unidad y la continuidad de los estudiantes en la orientación profesional, la elección de carrera y la participación en el mercado laboral tras la graduación. Existe una asignación científica de recursos humanos en diferentes campos para satisfacer las necesidades reales de las empresas y del mercado laboral, garantizando así un mercado laboral estable y sostenible. No permitamos que se repita la situación actual de exceso de profesores y escasez de personal.
Además, es necesario vincular las necesidades de las empresas al proceso de formación, o en otras palabras, dejar que las empresas participen en el proceso de formación, solo así podremos evitar la situación actual de reciclaje profesional.
Por último, pero no menos importante, es necesario innovar y actualizar los programas y cursos actuales, tanto en colegios como en universidades. Muchos programas y cursos están obsoletos y ya no son relevantes para el mercado laboral actual.
+ Sí, ¡gracias!
Trinh Phuc (Implementado)
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