
Se trata de una actividad especial que demuestra profundos valores humanitarios y una oportunidad para que ambos países afirmen su estrecha cooperación y capacidad de respuesta médica de emergencia, al tiempo que fortalecen la solidaridad cívico-militar y la amistad en materia de defensa transfronteriza.

En consecuencia, se escenificó un escenario hipotético que resultó realista: lluvias torrenciales prolongadas acompañadas de tornados provocaron el derrumbe de numerosos edificios y un gran número de víctimas. Las fuerzas médicas militares de ambos países, en coordinación con el personal médico local, tuvieron que desplegar toda la cadena de atención, clasificación, primeros auxilios, tratamiento y traslado de las víctimas, demostrando así coordinación transfronteriza, capacidad de respuesta ante emergencias y eficacia en la respuesta ante desastres.
El puesto de emergencia del Equipo Militar de Respuesta Médica ante Desastres se instaló rápidamente en el centro de la zona simulada de derrumbe del edificio, convirtiéndose en un enlace importante en todo el sistema de rescate.
El centro de emergencias está organizado científicamente , con cada área funcional claramente delimitada: área de triaje, unidad de cuidados intensivos, área de atención y tratamiento para víctimas leves y moderadas, y área de transporte aéreo. El objetivo es atender a todas las víctimas en el menor tiempo posible, garantizando un flujo continuo de transporte y atención de urgencias desde el lugar del incidente hasta los centros de tratamiento de mayor nivel.

Cuando sonó la orden de simulacro: ¡Atención a todas las fuerzas! ¡Comienza el simulacro de fuego real!, inmediatamente los equipos médicos tomaron posiciones, prepararon el equipo y estuvieron listos para recibir a las víctimas.
En el puesto de primeros auxilios se realiza el triaje inicial de las víctimas. Dos equipos de triaje trabajan continuamente, evaluando rápidamente su estado y ordenándolas según su prioridad. Las lesiones graves que ponen en peligro la vida se tratan con urgencia: se despejan las vías respiratorias, se controla la hemorragia, se inmoviliza temporalmente y se traslada de inmediato al servicio de urgencias.
A quienes presentaban lesiones leves se les brindaron primeros auxilios, como vendajes, hidratación, estabilización psicológica y orientación hacia el área de tratamiento de lesiones menores, donde médicas, enfermeras y personal médico local coordinaban la atención y el apoyo emocional.
La unidad de cuidados intensivos es el centro de alta tecnología de la estación, totalmente equipado con monitores de funciones vitales, respiradores, máquinas de ultrasonido, electrocardiogramas y monitores modernos.
Los equipos médicos militares vietnamitas-camboyanos trabajaron en perfecta armonía, demostrando una gran profesionalidad. Los médicos y enfermeros realizaron ecografías, electrocardiogramas, suturaron heridas torácicas abiertas, aspiraron aire y sangre de la cavidad pleural, fijaron fracturas, intubaron al paciente y lo conectaron a un respirador.

Se puso en práctica una simulación realista: la víctima fue examinada por médicos y se le diagnosticó un traumatismo craneoencefálico grave y una fractura abierta del fémur izquierdo, que fue inmovilizada con una férula. Se le administraron analgésicos y antibióticos. Tras la desestabilización y los primeros auxilios, el equipo de emergencias, tras una evaluación exhaustiva, decidió trasladarlo a un centro con capacidad para realizar traslados aéreos. Cada paso se coordinó meticulosamente, con rapidez y siguiendo los protocolos establecidos para situaciones de emergencia.

Al mismo tiempo, el equipo médico de transporte aéreo coordinó estrechamente con el personal de tierra, preparó la camilla, inmovilizó a la víctima, le administró líquidos intravenosos y controló las funciones vitales directamente en la cabina del helicóptero.
Las aspas del rotor del helicóptero del XVIII Cuerpo aparecieron en el cielo, marcando el inicio del rescate aéreo en lugar del terrestre. El equipo médico aéreo coordinó con el equipo de rescate terrestre la recepción de la víctima en estado crítico.
Todas las operaciones de asegurar la camilla, monitorizar las funciones vitales, administrar fluidos y controlar la respiración se realizaron dentro de la cabina, antes de que el helicóptero despegara para trasladar a la víctima al Hospital Militar 175 (Ciudad Ho Chi Minh) para realizarle una hemostasia oportuna. La coordinación entre tierra y aire garantizó la «hora de oro» para salvar la vida de la víctima y, al mismo tiempo, demostró la capacidad de coordinación entre diferentes equipos y fuerzas en situaciones de emergencia.

La fuerza logística de la Región Militar 7 no se limitó a atender emergencias médicas, sino que también participó activamente, desplegando cocinas móviles para cocinar en el lugar y garantizando la nutrición de las víctimas, los oficiales y los soldados.
La imagen de una olla de arroz caliente y una taza de agua tibia en medio de un campo improvisado se convirtió en un conmovedor símbolo del espíritu de "Servicio al Pueblo". Médicas, enfermeras y personal sanitario local atendieron con esmero a las víctimas menores, vendando sus heridas, animándolas, explicándoles información sobre sus familiares y haciéndolas sentir seguras mientras esperaban tratamiento.
Las ambulancias trasladaban continuamente víctimas al puesto de mando, cuyo número seguía aumentando. Desde la clasificación y la atención de urgencias hasta el transporte aéreo, todas las operaciones fueron realizadas con precisión y rapidez por médicos y enfermeros militares, creando una cadena asistencial cerrada, eficaz y flexible.
En el minuto 24 del simulacro, el Jefe de Estación informó al Comité de Mando Conjunto: «Según el Comité de Mando, la Estación ha recibido 205 heridos; de los cuales 45 resultaron graves, 74 con heridas moderadas y 86 con heridas leves. 32 heridos graves han sido trasladados por carretera y cinco por vía aérea. Actualmente, ocho personas reciben atención de urgencia y esperan ser trasladadas posteriormente. Se dispone de los 45 oficiales, empleados, 10 ambulancias, armamento y equipo del Equipo de Seguridad. ¡Todo!».
Tras recibir órdenes del Mando Conjunto, la Base organizó inspecciones de personal, armamento y equipo, y se preparó para entregar al paciente. Todas las fuerzas, equipos y vehículos operaron de forma segura y sincronizada. Al finalizar el ejercicio, el Mando lo valoró muy positivamente, confirmando el excelente cumplimiento de los objetivos técnicos, tácticos, organizativos y de coordinación.
Este ejercicio no solo pone a prueba la competencia profesional, sino que también reviste una profunda importancia política, humanitaria y diplomática. Esta actividad fortalece la solidaridad y la amistad, consolida la confianza, el entendimiento y la coordinación entre la medicina militar, el gobierno y los pueblos de ambos países. Asimismo, contribuye a la construcción de una frontera de paz, amistad, estabilidad, cooperación y desarrollo sostenible, y refuta las visiones distorsionadas sobre las relaciones entre Vietnam y Camboya.
La imagen de los equipos médicos militares vietnamitas y camboyanos cruzando el escenario, con las banderas nacionales de ambos países ondeando, apretones de manos, miradas de confianza y sonrisas llenas de camaradería, puso fin al ejercicio pero abrió una nueva página para la cooperación médica y de defensa entre las dos naciones.

El ejercicio de rescate masivo demostró el poder de la cooperación, la profesionalidad y el humanitarismo, valores fundamentales que crean una sólida capacidad de respuesta médica ante cualquier desafío.
El ejercicio no solo mejoró las habilidades profesionales y la organización del rescate, sino que también difundió el mensaje de responsabilidad, solidaridad y disposición para proteger la vida humana en todas las situaciones, reafirmando la imagen del Ejército Popular de Vietnam como una fuerza fuerte y humanitaria y un socio confiable de Camboya en la cooperación en materia de defensa y socorro en casos de desastre.
Fuente: https://nhandan.vn/dien-tap-quan-y-viet-nam-campuchia-hiep-dong-cuu-tro-tham-hoa-lan-toa-tinh-huu-nghi-bien-gioi-post922743.html






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