Se consideró un producto revolucionario en el trabajo de oficina, cambiando la forma de corregir errores en documentos mecanografiados. Su invento no solo resolvió un problema común en el ámbito laboral, sino que también allanó el camino para un negocio multimillonario.
Bette Nesmith Graham nació en Dallas, Texas, EE. UU. Durante la Segunda Guerra Mundial, trabajó como secretaria para mantenerse a sí misma y a su hijo. En esa época, las máquinas de escribir eléctricas se estaban volviendo comunes en las oficinas. Aunque eran más rápidas que los modelos anteriores, los errores eran mucho más difíciles de corregir. Los usuarios a menudo tenían que reescribir páginas enteras por un pequeño error, lo que convertía la corrección en un proceso laborioso y lento. Así que Bette se propuso encontrar una alternativa más eficiente.
Bette Nesmith Graham fundó Liquid Paper Company en 1958, creando una marca de artículos de papelería valorada en un millón de dólares.
Bette, a quien siempre le había gustado pintar, se inspiró al ver a los pintores decorar las ventanas del banco donde trabajaba durante las fiestas. Observó que los pintores corregían sus errores aplicando varias capas de pintura. Pensó que la misma idea podría aplicarse a la corrección de textos. Empezó a experimentar, mezclando témpera blanca al agua con otros ingredientes para crear una solución de secado rápido. Tras ver los buenos resultados de este producto casero, no solo sus colegas, sino también otras agencias y organizaciones, comenzaron a encargarle la solución. El éxito de "Liquid Paper" la convirtió en una importante empresaria. Para 1979, Liquid Paper se había convertido en una empresa exitosa, vendiendo millones de botellas al año. Su invento se ha convertido en un producto básico en oficinas de todo el mundo hasta el día de hoy.
Bette siempre estuvo interesada en apoyar a las mujeres en los negocios. Utilizó su patrimonio para financiar organizaciones que ayudaban a las mujeres a obtener oportunidades profesionales. Aunque falleció en 1980, su legado al mundo no fue solo una goma de borrar, sino también un ejemplo de creatividad y perseverancia.
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