En particular, la Ley del Impuesto sobre Sociedades (modificada) ha reafirmado claramente su orientación a fomentar la innovación en las empresas. Además de mantener los incentivos comunes, esta ley ha permitido que los costes de I+D (investigación y desarrollo), transformación digital e innovación se consideren gastos deducibles a efectos fiscales.
Tanto la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Sociedades como la Resolución 198 estipulan que las empresas pueden deducir hasta el 20% de su base imponible para establecer un fondo para el desarrollo de la ciencia , la tecnología, la innovación y la transformación digital. La Resolución 198 también estipula que las empresas pueden deducir el 200% del coste real de esta actividad al calcular el impuesto sobre la renta de las sociedades, de acuerdo con la normativa gubernamental, para determinar la base imponible de las actividades de I+D de la empresa.
La Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación añade tres nuevas fuentes de renta exentas del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas para intelectuales, expertos, científicos y personas que participen en actividades de innovación.
Las regulaciones mencionadas son bien recibidas y muy esperadas por la comunidad empresarial. Imaginemos que, para una startup de IA en el sector médico , las exenciones fiscales y la posibilidad de deducir los costes de I+D le ayudarían a "respirar" durante el periodo sin beneficios, lo que le permitiría ahorrar significativamente para reinvertir.
A mayor escala, para una gran corporación tecnológica, poder destinar hasta el 20% de sus ingresos imponibles al Fondo de Ciencia y Tecnología le ayudará a disponer de un enorme presupuesto interno para financiar proyectos riesgosos, establecer laboratorios o invertir en potenciales startups, creando así un "ciclo de innovación" en el mismo ecosistema empresarial.
La política de exención del impuesto sobre la renta personal será un factor clave para atraer a los intelectuales vietnamitas que regresan del extranjero y a los expertos internacionales, porque la innovación no sólo requiere capital, sino también conocimiento y personas.
En un contexto de competencia global cada vez más feroz, el ajuste proactivo de las políticas fiscales de Vietnam en materia de ciencia, tecnología e innovación no solo promueve el fortalecimiento interno, sino que también aumenta la competitividad, atrae inversión extranjera directa (IED) de alta tecnología y retiene el talento. Se puede afirmar que esta es una herramienta importante para alcanzar los objetivos estratégicos de la Resolución 57, como mejorar la productividad laboral y aumentar la participación de la economía digital en el PIB.
Sin embargo, para que el espíritu innovador de la Resolución 57 se haga más realidad, es necesario seguir investigando y perfeccionando las instituciones en estos campos.
En particular, desde una perspectiva fiscal, la especificidad y la accesibilidad de los incentivos fiscales son de gran preocupación para las empresas. Por lo tanto, es urgente especificar las disposiciones marco de las leyes y resoluciones en documentos de orientación detallados.
Es necesario crear una categoría específica que defina qué constituye una "actividad de I+D" para ayudar a las empresas a evitar la confusión entre el "desarrollo de productos" (costes operativos) y la "investigación científica" (costes de I+D de incentivos). Si el procedimiento de certificación de I+D es demasiado complejo, las startups jóvenes tendrán dificultades para acceder a la política. De igual manera, el mecanismo para decidir cuándo aplicar los incentivos debe diseñarse con flexibilidad, teniendo en cuenta que las startups a menudo no obtienen beneficios en los primeros 3 a 5 años.
Otro tema que requiere atención es la contabilidad de los activos intangibles, un producto típico de la innovación. El software, las invenciones, los datos, etc., actualmente no cuentan con regulaciones completas sobre valoración, depreciación e incentivos fiscales, lo que también explica la reticencia de las empresas a invertir. Por lo tanto, es necesario emitir pronto normas contables separadas para los activos intangibles, basándose en las prácticas internacionales.
Además, nuevos campos como la tecnología financiera, la tecnología sanitaria y la tecnología de datos aún carecen de un marco legal. Para fomentar la innovación, se necesita un mecanismo de prueba controlado, acompañado de un marco fiscal flexible durante la fase de prueba, creando una zona de seguridad legal para las empresas.
En resumen, para que la Resolución 57 se difunda ampliamente, es necesario que exista una sincronización en las instrucciones de implementación, procedimientos sencillos y mecanismos flexibles para las startups. Es necesario contar con un mecanismo de diálogo regular entre las agencias de gestión y las empresas, garantizando que las políticas se ajusten a la realidad y, al mismo tiempo, transformando radicalmente el enfoque de gestión, de "gestión" a "servicio y acompañamiento" a las personas y las empresas. En ese momento, los impuestos se convertirán en una verdadera palanca para crear un ecosistema de innovación dinámico, llevando a Vietnam al nivel regional y haciendo realidad la aspiración de un desarrollo sólido.
Fuente: https://daibieunhandan.vn/don-bay-kien-tao-he-sinh-thai-doi-moi-sang-tao-10387049.html
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