El turismo oscuro lleva a los visitantes a lugares dolorosos que han sido escenario de tragedias, a menudo malinterpretadas como curiosidad morbosa u obsesión con la muerte.
Los lugares que fueron testigos de tragedias como la central nuclear de Chernóbil, Hiroshima o los Campos de la Muerte en Camboya atraen a miles de turistas cada año.
Las visitas a estos lugares se denominan turismo oscuro.
Esta tendencia ha desconcertado a muchos investigadores y turistas tradicionales. Se preguntan por qué muchas personas no eligen disfrutar de sus vacaciones en la playa, sino que se sienten atraídas por lugares asociados con un pasado doloroso.
El Dr. Philip Stone, fundador del Instituto de Investigación del Turismo Oscuro (iDTR) de la Universidad de Central Lancashire, Reino Unido, afirmó que este tipo de turismo se centra principalmente en la conmemoración de los muertos a través de museos, exposiciones, monumentos y sitios históricos. Algunos lugares famosos de este tipo incluyen el sitio del genocidio de Tuol Sleng en Camboya, una tristemente célebre prisión bajo el régimen de los Jemeres Rojos; Hiroshima y Nagasaki, donde se lanzaron dos bombas atómicas en 1945; el bosque de suicidios de Aokigahara; y la isla de Hashima, un pueblo fantasma abandonado tras el colapso de la industria carbonífera japonesa.
Cada visitante tiene sus propias razones para participar en este tipo de recorrido. Algunos buscan confrontar el dolor del pasado, mientras que otros sienten curiosidad y desean comprender mejor la historia. Ver los restos de las víctimas de Auschwitz o leer los nombres de los fallecidos en el Memorial del 11-S puede ayudarles a comprender mejor la pérdida de la historia.
Sin embargo, el turismo oscuro no solo recuerda tragedias, sino que también plantea interrogantes sobre cómo las sociedades recuerdan el pasado y conmemoran eventos traumáticos. No todos están de acuerdo con esta tendencia, pues les preocupa que los sitios trágicos puedan comercializarse. Algunos países también restringen la promoción de imágenes asociadas con recuerdos dolorosos.
A pesar de su creciente popularidad, el turismo oscuro sigue siendo incomprendido de muchas maneras. Una de las ideas erróneas más comunes es que los turistas se sienten atraídos por la muerte y el duelo. El Dr. Duncan Light, experto en gestión turística de la Universidad de Bournemouth (Reino Unido), afirma que las investigaciones demuestran que la mayoría de los turistas visitan sitios históricos no por curiosidad morbosa, sino para aprender, recordar eventos traumáticos o rendir homenaje a las víctimas. Muchos también visitan estos lugares para conectar con familiares fallecidos o explorar su identidad nacional.
“Ninguno de estos motivos es verdaderamente siniestro”, afirma el Dr. Light.
El turismo oscuro también se confunde a menudo con otros tipos de turismo, como el turismo de barrios marginales (visitar zonas empobrecidas), el turismo de guerra (visitar zonas de conflicto actuales) o el turismo de peligro (participar en actividades peligrosas como la espeleología).
Según Dark-Tourism, una guía en línea sobre turismo oscuro, existen muchos conceptos erróneos sobre este tipo de turismo. En esencia, el turismo oscuro es un enfoque consciente y respetuoso de la historia, que ayuda a las personas a comprender mejor los aspectos más oscuros del pasado sin exagerar ni sensacionalizar los acontecimientos.
Uno de los temas polémicos es la línea entre la conmemoración y la comercialización. El Dr. Stone señala que, incluso si los visitantes no se enfrentan directamente a la muerte, sí se exponen a historias de pérdida. Esto puede hacerles reflexionar sobre su propia mortalidad.
Sin embargo, los turistas no siempre muestran respeto por los sitios históricos. Se han dado casos controvertidos de turistas que se toman selfis o posan de forma inapropiada en Auschwitz. Este tipo de turismo no fomenta este tipo de comportamiento irrespetuoso. Los museos, monumentos y sitios históricos están destinados a ser lugares de recuerdo, que ayuden a las personas a afrontar el pasado y a aprender lecciones para el futuro.
Según el Dr. Stone, el turismo oscuro es una forma compleja de turismo, con gran valor histórico y educativo , y sujeto a controversias éticas y regulatorias. A pesar de muchos malentendidos y opiniones contradictorias, esta tendencia sigue atrayendo a turistas de todo el mundo, ya que las personas siguen buscando maneras de conectar con el pasado y reflexionar sobre el sentido de la vida.
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