Cada año, el 28 de junio, los vietnamitas se recuerdan una ocasión muy especial: el Día de la Familia Vietnamita . Este no es solo un hito para honrar los valores culturales de la familia que se han cultivado durante generaciones, sino también una oportunidad para que cada persona se tranquilice en medio del ajetreo de la vida y se tome un momento de silencio por amor, por el hogar al que pertenece.
Desde la antigüedad, las familias vietnamitas han sido la cuna que nutre el alma y la personalidad de las personas. Las casas con tres o cuatro generaciones conviviendo no solo son algo común, sino también un símbolo de solidaridad, piedad filial y respeto por los mayores y los jóvenes. En ese cálido hogar, los padres cuidan de los abuelos, los hijos y los nietos de sus padres: un círculo de amor que perdura. La familia no es solo un refugio, sino también un lugar donde se transmiten las tradiciones y costumbres familiares, y las primeras lecciones de vida sobre cómo vivir como seres humanos. La convivencia familiar ayuda a la familia a mantener las tradiciones, los hábitos y las costumbres familiares, y a la vez a conocer la etiqueta y el respeto por los mayores y los jóvenes. Esa es la belleza tradicional de las familias vietnamitas, que se ha transmitido y preservado hasta nuestros días.
Durante su vida, el presidente Ho Chi Minh enfatizó: “Solo cuando el retoño es verde, el árbol es fuerte; solo cuando el brote es verde, las hojas son frescas y el fruto es bueno…”, lo que significa que la crianza familiar es la base para construir una nación. Estas enseñanzas siguen siendo valiosas hoy en día, recordándonos que para tener una sociedad fuerte, debemos comenzar con familias cálidas y ordenadas. La familia es el primer y más importante entorno para forjar la personalidad de cada persona. Los niños que crecen en familias llenas de amor y respeto se convertirán en personas sanas y vivirán responsablemente con la sociedad. La familia también es un soporte espiritual y cultural, que ayuda a mantener un estilo de vida ético y contribuye a la construcción de una sociedad pacífica y ordenada. Porque en un país próspero, en una sociedad modernizada, la familia sigue siendo el núcleo, la cuna de la sociedad, el vínculo con el pasado y el puente hacia el futuro de cada uno de nosotros.
Adquiriendo los valores culturales tradicionales de la nación y siguiendo las enseñanzas del tío Ho, en la era actual, la generación futura continúa preservando esos buenos valores tradicionales, estudiando siempre y siguiendo el ejemplo del tío Ho, todo el país une sus manos en el trabajo de preservar y proteger a la familia, cuidar y educar a los niños para nutrir el futuro con actividades prácticas como la organización de festivales culturales familiares con especial atención a las familias jóvenes que se conectan y aman, la organización de propaganda para prevenir la violencia doméstica, la promoción de la identidad cultural de las familias vietnamitas...
En la era de la globalización, la economía de mercado y la fuerte transformación digital, los modelos familiares vietnamitas también están cambiando de tradicionales a modernos. Sin embargo, surgen numerosos desafíos: el aumento de la violencia doméstica, un estilo de vida pragmático y la ruptura de relaciones familiares debido a la falta de comunicación y compañerismo. Pero en este momento, preservar un estilo de vida hermoso, armonizando los valores tradicionales con el estilo de vida moderno, se vuelve aún más necesario. No se necesitan grandes acciones; a veces, basta con un mensaje preguntando cómo estamos, una comida completa con todos los miembros o un apretón de manos reconfortante... para iluminar la felicidad en cada hogar. Por lo tanto, el desarrollo sostenible no puede prescindir de la participación de las familias. Cada familia necesita convertirse en una "fortaleza cultural", combatiendo los males sociales y, al mismo tiempo, educando a las personas para vivir de forma responsable y humana.
En el ajetreo de la vida, los miembros de la familia deben lidiar con diversas tareas, pero para construir una familia feliz, es fundamental cuidarse mutuamente. El esposo y la esposa deben comprender el valor del hogar; los hijos tienen el deber de respetar, amar, ser agradecidos, ser filiales, apoyar a sus padres y preservar el honor y las buenas tradiciones familiares. Quizás, en la familia, cada persona tenga su propia forma de expresar sus sentimientos, pero todos enfatizan la importancia de amarse y cuidarse mutuamente. Incluso el más pequeño gesto, como cuidar a un enfermo, encierra un profundo significado del afecto familiar. Cuando los miembros de la familia están cerca, o lejos por la distancia geográfica, si ponemos todo nuestro amor en nuestros seres queridos, veremos que acciones aparentemente sencillas como videollamadas, mensajes de aliento y preguntas también pueden acercar la nostalgia y los momentos de separación, haciendo del afecto familiar un sólido apoyo, un lugar donde la felicidad se llena en todo momento y lugar.
Además, en la vida de todos, habrá momentos en que nos enfrentaremos a dificultades y adversidades. El apoyo espiritual que nos ayuda a levantarnos y superar las dificultades y los fracasos que parecen insuperables es estar con nuestros seres queridos en familia. Eso nos ayuda a comprender la inestimable felicidad familiar. El afecto familiar aporta una fuerza invaluable que nadie puede negar, convirtiéndose en lo más valioso que nos queda después de vivir diversas relaciones en la sociedad. Por lo tanto, el afecto familiar es algo noble, sagrado y extremadamente duradero, pero si no sabemos apreciarlo, lo perderemos.
La felicidad familiar no se trata solo de bienes materiales, sino también de la conexión, el compartir, el amor y el respeto mutuo entre sus miembros. La familia es donde cada persona encuentra consuelo, comprensión y motivación para vivir mejor. Por lo tanto, celebrar el Día de la Familia Vietnamita también es una oportunidad para que cada persona exprese sus sentimientos y brinde amor a sus seres queridos. Este día también es significativo si dedicamos palabras de amor a los miembros de la familia, a la vez que preservamos los valores tradicionales para promover una buena ética y ayudar a los hijos y nietos a apreciar el afecto familiar, respetar y expresar gratitud a los abuelos y padres, quienes han dedicado toda su vida a criarnos.
La familia no es solo el lugar de nacimiento, sino también el lugar de alimento espiritual, la raíz más sostenible en la construcción de personas y el desarrollo de la sociedad. Honrar a la familia no es solo una nostalgia por la tradición, sino también una acción práctica para construir el futuro. Es una responsabilidad y un honor formar parte de una familia cálida con un profundo amor vietnamita.
“La familia es donde comienza la vida y el amor nunca termina”
Ciudad Ho Chi Minh, 3 de junio de 2025
Dao Thi Hong Quyen
Departamento de Comunicaciones - Educación y Relaciones Internacionales
Fuente: https://baotangphunu.com/gia-dinh-noi-bat-dau-cua-yeu-thuong-va-diem-tua-cua-hanh-phuc/
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