La demencia, con sus múltiples formas, provoca gradualmente una discapacidad, lo que supone una gran carga para los pacientes, las familias y la seguridad social.
Consecuencias para la salud y presión económica
La demencia en las personas mayores, si no se trata para prevenir su progresión, puede conllevar complicaciones o consecuencias peligrosas, incluso la muerte. En concreto, muchos pacientes con demencia desarrollan anorexia o rechazo a comer debido a la pérdida de los reflejos de masticación y deglución.
| La demencia, con sus múltiples formas, provoca gradualmente una discapacidad, lo que supone una gran carga para los pacientes, las familias y la seguridad social. |
Esta condición provoca malnutrición/deficiencia de nutrientes, lo que empeora aún más la demencia y reduce la esperanza de vida del paciente.
La disfagia causada por la demencia aumenta el riesgo de atragantamiento o aspiración de alimentos hacia los pulmones, lo que puede provocar insuficiencia respiratoria y neumonía.
Si la demencia en los ancianos progresa, el paciente no puede funcionar normalmente; no puede tomar la medicación prescrita por un médico sin el apoyo de sus familiares.
Los adultos mayores con demencia pueden encontrarse en situaciones de riesgo al cocinar, conducir, caminar solos, etc.
La demencia en fase avanzada en las personas mayores puede provocar infecciones, causando coma e incluso la muerte.
Actualmente no existe un método específico para diagnosticar la demencia con precisión. Los médicos realizan el diagnóstico basándose en el historial clínico, la exploración física, los resultados de las pruebas de diagnóstico por imagen, los cambios en el pensamiento, el comportamiento, etc. A través de estos datos, pueden determinar el grado de demencia que presenta una persona.
Sin embargo, resulta más difícil determinar con exactitud qué tipo de demencia padece un paciente. Esto depende de los síntomas, las alteraciones cerebrales propias de cada tipo de demencia y si existe superposición entre las distintas enfermedades.
En algunos casos, un médico puede diagnosticar demencia en general o demencia en ancianos en particular, pero no especificar el tipo de demencia.
El Dr. Nguyen Trung Anh, profesor asociado y director del Hospital Central de Geriatría, afirmó que la mayoría de la comunidad considera la demencia (comúnmente la enfermedad de Alzheimer) como parte natural del envejecimiento, pero en realidad se trata de una enfermedad grave que requiere especial atención por parte de la familia, debido a su gravedad en la etapa final. Esta enfermedad plantea numerosos desafíos urgentes para la salud pública mundial.
La enfermedad presenta numerosos síntomas y diversas manifestaciones que, progresivamente, provocan discapacidad, lo que supone una gran carga para el paciente, su familia y la seguridad social. Actualmente, solo disponemos de fármacos para tratar los síntomas y otros que intentan modificar la enfermedad, pero estos últimos no son eficaces.
En Vietnam, el rápido envejecimiento de la población está generando grandes desafíos relacionados con la demencia. Alrededor del 5% de las personas mayores en Vietnam padecen demencia, pero solo cerca del 1% recibe atención, diagnóstico y tratamiento.
El Hospital Central de Geriatría atiende actualmente a entre 400 y 500 pacientes con demencia cubiertos por un seguro médico . Además, también está aumentando el número de pacientes que acuden a consulta sin seguro.
Según el Dr. Nguyen Thanh Binh, profesor asociado y director del Centro de Investigación de la Memoria y la Demencia del Hospital Geriátrico Central, la mayoría de las personas mayores acuden a consulta en una fase relativamente tardía, generalmente tras uno o dos años de síntomas, cuando ya presentan signos de trastornos cognitivos graves que afectan considerablemente su autoconciencia. El número de personas que reciben una evaluación temprana y, por lo tanto, un diagnóstico precoz, es muy limitado.
El Hospital Central de Geriatría ha creado un Centro de Investigación sobre la Demencia. En este centro, los pacientes con sospecha de demencia recibirán orientación sobre estrategias de tratamiento a largo plazo eficaces y se les aplicarán medidas terapéuticas efectivas. Asimismo, el Centro asesora al Consejo de Administración del hospital en la elaboración de un programa de acción eficaz contra la enfermedad de Alzheimer.
En los últimos 5 años, el número de pacientes que acuden a realizarse exámenes bajo el programa de gestión oficial del hospital se ha incrementado entre 2 y 3 veces.
Según el director del Hospital Geriátrico Central, para brindar una atención adecuada y eficaz a los pacientes con Alzheimer, las familias deben demostrar un gran afecto, ya que el proceso de cuidados es arduo, prolongado y puede provocar depresión y mucha presión en el cuidador. Por lo tanto, los cuidadores también necesitan apoyo.
Debido a la presión actual y a los numerosos traumas psicológicos, la enfermedad de Alzheimer tiende a afectar a personas más jóvenes. Estudios recientes demuestran que la enfermedad tiene un fuerte componente hereditario, por lo que es necesario un diagnóstico precoz en personas de alto riesgo. Actualmente, con el rejuvenecimiento, se prevé que quienes padecen la enfermedad tengan que convivir con ella durante más tiempo, por lo que el diagnóstico y la intervención tempranos son fundamentales.
Según el profesor asociado Dr. Nguyen Trung Anh, en el futuro podremos acceder a medidas avanzadas, como los análisis de sangre que los científicos están investigando actualmente para diagnosticar enfermedades de forma temprana; algunos tratamientos eficaces aún se encuentran en fase de investigación.
Sin embargo, en la actualidad, la enfermedad requiere una atención intensiva, integral y minuciosa. Por consiguiente, es fundamental que la comunidad en general, los pacientes y sus familias estén informados desde el principio y acudan al médico para obtener un diagnóstico precoz.
El Sr. Trung Anh también espera que las actividades comunitarias aumenten la concienciación, promuevan medidas preventivas, cuidado y apoyo a las personas mayores para proteger su memoria, y animen a las personas mayores a someterse a exámenes médicos y a un diagnóstico precoz de la demencia.
¿Cómo prevenirlo?
La demencia en las personas mayores es una enfermedad que actualmente no tiene cura ni se puede revertir su progresión.
Sin embargo, si se detecta a tiempo, los médicos pueden diagnosticar con precisión la causa de la enfermedad y controlarla mejor tratando los síntomas, lo que ayuda a los familiares a ser más proactivos en el cuidado y control de la enfermedad.
Para ayudar a mejorar los síntomas de la demencia, los médicos pueden recetar medicamentos relacionados (como inhibidores de la colinesterasa, memantina, etc.) y aplicar terapias (como terapia ocupacional, cambios en el entorno, realización de tareas más sencillas, etc.).
Los pacientes también deberían aumentar la comunicación, hacer ejercicio, participar en sus actividades favoritas, establecer hábitos de sueño saludables, seguir una dieta equilibrada, dejar de fumar y beber alcohol, tomar notas de las cosas que deben recordar durante el día, escuchar música relajante... para ayudar a mejorar los síntomas de la demencia.
Entrenamiento cerebral: Realizar actividades que estimulen la mente, como resolver rompecabezas, leer libros… puede retrasar la aparición de la demencia.
Actividad física e interacción social: Los pacientes deben hacer ejercicio al menos 150 minutos por semana y limitar el tiempo que pasan sentados para retrasar la aparición de la enfermedad.
No consuma estimulantes ni tabaco: El consumo de alcohol y tabaco aumenta el riesgo de demencia y enfermedades cardiovasculares.
Suplementos vitamínicos: Los niveles bajos de vitamina D en sangre aumentan el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia. Se recomienda que cada persona consuma vitamina D de forma preventiva a través de alimentos como mariscos, leche y huevos, o mediante suplementos (según las indicaciones de un médico). Las vitaminas B y C también son útiles para prevenir la demencia.
Control de los factores de riesgo cardiovascular: La diabetes y la hipertensión arterial no controladas pueden provocar un accidente cerebrovascular, uno de los factores que contribuyen a la demencia vascular. Es importante tratar y controlar de forma proactiva la hipertensión arterial, la diabetes y el colesterol alto (si se padecen).
Siga una dieta científica: Una dieta rica en verduras de hoja verde, frutas, cereales integrales y ácidos grasos omega-3 puede ayudar a reducir el riesgo de demencia.
Garantizar un sueño de calidad: Dormir bien y conseguir 8 horas cada noche ayuda a mantener el cerebro y el sistema nervioso sanos, reduciendo el riesgo de demencia.
Fuente: https://baodautu.vn/gia-hoa-dan-so-va-can-benh-sa-sut-tri-tue-o-nguoi-cao-tuoi-d224941.html






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