Situación alarmante
Las bajas cifras de desembolso no sólo reflejan el progreso de la inversión pública, sino que también muestran la profundidad de la capacidad de gestión y el espíritu reformista del aparato administrativo local.
En la reciente sesión de preguntas y respuestas del Consejo Popular Provincial, se volvió a plantear con franqueza el problema de la lentitud en el desembolso de la inversión pública. No es un tema nuevo, pero sí un problema arraigado, ya que durante muchos años la tasa de desembolso de Cao Bang se ha situado entre las más bajas del país, a pesar de que los gobiernos central y locales han priorizado las fuentes de capital.
Hasta la fecha, muchos proyectos en la provincia siguen retrasados, incluso con riesgo de no poder desembolsar el capital completo dentro del año de planificación. Se ha asignado una parte del capital de inversión, pero no puede implementarse debido a problemas en la adaptación, la ampliación o la falta de obras. Algunos proyectos de gran envergadura podrían verse obligados a transferir recursos o solicitar una prórroga del plazo de ejecución, pero no cuentan con las condiciones necesarias según la normativa.
Esta situación no sólo reduce la eficiencia en el uso del presupuesto, sino que también afecta directamente el impulso del crecimiento y la confianza de los inversores, las empresas y las personas en la labor de gestión.

Nudos sin resolver
Desde abril de 2025, la tasa de desembolso de la provincia ha mejorado, pero las causas fundamentales que señaló el secretario provincial del Partido, Quan Minh Cuong, no se han superado. En primer lugar, la mentalidad gerencial sigue estando más centrada en la gestión del capital que en la gestión de la inversión. Muchas unidades aún se encuentran en un estado de "espera de instrucciones" y "espera de opiniones", sin ser realmente proactivas a la hora de comprender la situación y proponer soluciones con prontitud. Se puede decir que la costumbre de esperar solicitudes, aprobaciones e instrucciones ha generado inercia administrativa, lo que hace que el aparato funcione con lentitud y dependencia de los procedimientos, en lugar de seguir proactivamente los objetivos.
La preparación de inversiones aún es poco científica y profesional. Muchos proyectos se establecen apresuradamente para cumplir con los planes de capital, la inversión total no se acerca a la realidad y debe ajustarse repetidamente, lo que conlleva consecuencias como aumentos de capital, retrasos en la aprobación e incluso prórrogas de muchos años. Hay proyectos que están casi terminados, pero solo se ha contabilizado el terreno, pero el capital ya se ha asignado en su totalidad, lo que genera una paradoja: el excedente no se puede utilizar, el capital necesario no está disponible y la "regulación flexible" se convierte en un eslogan inútil.
La consultoría de diseño, la supervisión y la selección de contratistas aún son deficientes. Algunos proyectos se adjudican licitaciones debido a precios bajos o indicios de familiaridad, lo que resulta en una construcción deficiente, un avance lento e incluso la necesidad de reemplazar contratistas a mitad de camino. Muchos inversionistas carecen de un equipo profesional de gestión de proyectos y de la capacidad para gestionar situaciones in situ, mientras que el mecanismo de coordinación entre sectores aún carece de conectividad y responsabilidades claras.
Otro factor es el miedo a cometer errores y la cultura de la "seguridad" en el servicio público. Muchos funcionarios tienen miedo de firmar, de tomar decisiones y de las inspecciones y auditorías, por lo que optan por "cumplir con su parte" en lugar de atreverse a actuar. La llamada "estabilidad" es en realidad una estabilidad lenta, cuando todo marcha según lo previsto, pero no produce resultados.
La enfermedad de la vieja inercia
Los fenómenos mencionados no son culpa de ningún individuo, sino resultado de una inercia institucional que ha perdurado durante muchos años. Cuando la máquina funciona a la antigua usanza durante demasiado tiempo, la gente se acostumbra a hacer las cosas como antes, se acostumbra a la seguridad, y aun con nuevas políticas e instrucciones, el sistema sigue teniendo dificultades para funcionar. Como una máquina vieja, cuanto más se lubrica, más se revela su lentitud interna.
Mientras tanto, otras provincias como Quang Ninh, Hai Phong , etc., con las mismas instituciones y sistemas legales, siempre logran altas tasas de desembolso. No tienen más mecanismos, sino más espíritu de organización e implementación de la disciplina. Los líderes celebran reuniones directas, asignan responsabilidades con claridad y abordan los problemas semanalmente, sin dejar que las pequeñas cosas se conviertan en grandes.
Nuestra provincia también ha implementado cambios en la gestión: el capital de este año se entregó con anticipación y se asignó con prontitud, pero el problema ya no reside en la etapa de entrega, sino en la calidad de la preparación, la organización y la supervisión. Mejorar la capacidad de consultoría, garantizar una supervisión verdaderamente independiente, preparar cuidadosamente el terreno y no ajustar políticas ni extender proyectos son la condición para que el capital sea efectivo.
Nuevas lecciones y requisitos
En retrospectiva, los grandes proyectos estancados, incluso con riesgo de perder capital, tienen puntos en común: una duración de 3 a 4 años, numerosos ajustes, falta de terrenos aún y una alta proporción de capital central. El plazo está a punto de vencer, pero el volumen de construcción es muy bajo. La asignación de capital supera la capacidad de absorción, lo que genera un efecto acumulativo al final del año sin capacidad de ejecución.
En ese contexto, todas las soluciones administrativas del tipo "grupo de trabajo de revisión y descentralización" ya no son efectivas de inmediato, porque no hay más proyectos que puedan absorber más capital este año. Lo que nuestra provincia necesita ahora es acelerar al máximo el proceso restante y aprovechar la experiencia acumulada para el nuevo período a mediano plazo.
Crea un movimiento poderoso en acción
El secretario del Comité Provincial del Partido, Quan Minh Cuong, afirmó: «El desembolso de capital público pone a prueba la capacidad de gestión de las autoridades locales». Desde abril de 2025 hasta la actualidad, esa advertencia sigue vigente. El problema ya no reside en la falta de políticas o directrices, sino en el retraso en la implementación y el espíritu de responsabilidad a muchos niveles que no ha estado a la altura de las exigencias de la innovación. Una política correcta solo es valiosa cuando se traduce en acciones concretas, decididas y rigurosas. De la inercia a la acción: «Una persona no puede impulsar, muchas personas sostienen».
El espíritu de innovación, la audacia para pensar y la audacia para hacer se ha iniciado con fuerza, pero para convertirse en la verdadera fortaleza del sistema, debe extenderse a cada etapa y a cada ejecutor. Cuando cada nivel y cada sector comparten la responsabilidad y avanzan juntos, nuestra provincia puede superar la vieja inercia, pasando del pensamiento gerencial a la acción creativa, transformando la estabilidad en la lentitud en estabilidad en el desarrollo, donde la disciplina, la eficiencia y el espíritu de servicio se convierten en una cultura común de acción.
Fuente: https://baocaobang.vn/giai-ngan-cham-can-benh-khong-con-cua-rieng-ai-3181427.html
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