Salto tecnológico
Shinhan Card fue la primera empresa en Corea en probar los pagos con reconocimiento facial en 2019, aplicándolos en la cafetería de su sede y algunas tiendas afiliadas. Sin embargo, el servicio no se ha extendido ampliamente, ya que requiere que los usuarios registren su rostro directamente en el banco.
El punto de inflexión llegó cuando dos importantes plataformas fintech, Naver Pay y Toss, se sumaron a la competencia el año pasado. Dirigidas a clientes más jóvenes, estas aplicaciones permiten a los usuarios registrarse y autenticar su rostro directamente en la aplicación, eliminando por completo el paso de verificación en el banco.
“Este es un servicio basado en IA con tecnología de detección de fraude incorporada. Una vez que los usuarios lo prueben, les resultará difícil volver a sus antiguos métodos de pago”, afirmó Lee Seung-bae, director de tecnología de Naver Financial.
A diferencia de Naver Pay, Toss ha adoptado un enfoque de infraestructura de punto de venta. Desde febrero de este año, la empresa fabrica y distribuye terminales con reconocimiento facial a tiendas, a la vez que las subsidia para fomentar su instalación.
Como resultado, más de 160.000 tiendas en todo el país han adoptado terminales Toss, y más de 20.000 tiendas en Seúl han activado la función de pago facial.
“Dado que es difícil para las tiendas instalar múltiples dispositivos de distintos proveedores, quien lo implemente tempranamente y a gran escala tendrá la ventaja de ganar participación de mercado”, dijo un funcionario de la industria.
Lotte Card también ha recibido recientemente la aprobación de las autoridades financieras para implementar un servicio de pago facial. La solución de Lotte utilizará datos biométricos registrados en la Corporación Aeroportuaria de Corea, lo que permitirá a los usuarios pagar en las tiendas del aeropuerto sin necesidad de pasar la tarjeta ni el teléfono.
Sin embargo, a pesar del ritmo de crecimiento, los expertos dicen que el mercado aún enfrenta algunos obstáculos importantes.
Preocupaciones de seguridad y compatibilidad
Debido a que los datos faciales son altamente sensibles, a las empresas no se les permite compartir esta información entre sí, lo que genera incompatibilidad entre sistemas.
Otro problema es el riesgo de fuga de datos biométricos. Si la información facial se ve comprometida, es casi imposible renovarla, como una contraseña o una tarjeta bancaria.
“Según la normativa actual, las empresas que implementan esta tecnología son responsables de cualquier daño si ocurre un incidente”, afirma un informe de la Iniciativa de Políticas de IA de la Universidad Nacional de Seúl.
El informe muestra que las empresas se ven obligadas a invertir fuertemente en modelos de reconocimiento de alta precisión para garantizar la seguridad de los datos y la confianza de los usuarios.
Los expertos afirman que los pagos mediante reconocimiento facial son una tendencia inevitable en la era digital . Sin embargo, para que esta tecnología se popularice ampliamente, los proveedores deben colaborar para desarrollar estándares de seguridad comunes, garantizar la compatibilidad entre sistemas y cumplir con los principios de protección de la privacidad personal.
Fuente: https://baovanhoa.vn/nhip-song-so/han-quoc-day-manh-thanh-toan-bang-khuon-mat-156937.html
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