La barrera invisible llamada pasaporte.
Para Alex, ciudadana sudafricana residente en Singapur, cada viaje de negocios o independiente es una batalla con los trámites burocráticos. Su pasaporte, que ocupa el puesto 51 en el Índice de Pasaportes Henley, se ha convertido en un obstáculo tan grande que está dispuesta a cambiar su ciudadanía si se le presenta la oportunidad. "Si alguien nos ofreciera a mí o a mi hijo un pasaporte diferente, lo aceptaría de inmediato", compartió Alex.
Dijo que sus amigos, que poseen pasaportes poderosos, a menudo no comprenden el costo, el tiempo y la frustración que enfrenta. Un viaje reciente a Europa la obligó a solicitar visas Schengen y del Reino Unido, un proceso que duró seis semanas. Durante ese tiempo, no pudo ir a ningún lado porque había presentado su pasaporte, lo que afectó significativamente su trabajo, que requiere viajes frecuentes.

Carga financiera y procedimientos complicados
Preparar la documentación de la solicitud también fue una experiencia frustrante. Alex contó que su solicitud de visa europea requería que los extractos bancarios llevaran un sello bancario. Tras numerosos rechazos, finalmente encontró una sucursal que aceptó colocar una marca de agua, a un costo de $10 por página.
Los costos no terminaban ahí. Cada vez que iba al centro de solicitud de visas, tenía que pagar $50 adicionales. "Creo que gastamos entre $600 y $700, si no más, solo para obtener una visa de seis días para Italia", dijo. Para evitar estas molestias, Alex ahora prioriza los destinos sin visa para los ciudadanos sudafricanos.
Desigualdad y sentimiento de estar menospreciado.
Lily, una turista china, lo calificó de "sistema desigual". Se había enfrentado a preguntas hirientes de funcionarios consulares, como si "tenía intención de quedarse más tiempo del permitido por su visa". Incluso le pidieron que presentara una verificación de antecedentes penales, lo que prolongó el proceso y aumentó los costos.
Alex coincide en que las numerosas restricciones de viaje resultan condescendientes. Personas como ella, que pueden tener altos niveles de educación y posición social, aún enfrentan entrevistas complicadas y obstáculos, mientras que otros pueden ingresar fácilmente gracias a acuerdos de exención de visado.

Estas dificultades también afectaron su carrera. Lily comentó que no podía solicitar puestos que requirieran viajes internacionales frecuentes. Estas experiencias la llevaron a considerar solicitar un pasaporte de Hong Kong, a pesar de que el requisito era vivir y trabajar allí durante siete años.
Perdiendo la alegría del descubrimiento.
Pantha Roy, un empresario indio residente en Singapur, comentó que investigar los "detalles meticulosos" de los requisitos de cada país reduce el disfrute del viaje. Describió la necesidad de planificar con mucha antelación un viaje de mochilero por Sudamérica, ya que algunos países exigen declaraciones precisas de los puntos de entrada y los medios de transporte.
"No puedes ir por capricho", dijo. Al viajar a Europa, no podía tomar vuelos baratos que salieran la misma semana que sus amigos. En cambio, tenía que "planificar con unos tres meses de antelación" para solicitar la visa. Cansado de los trámites, Roy decidió ir a otro lugar en lugar de Europa.
Sin embargo, a diferencia de Alex y Lily, Roy insistió en que no tenía intención de cambiar su pasaporte a pesar de las molestias. "Me gusta tener mi pasaporte indio. No voy a renunciar a él", compartió.
Fuente: https://baolamdong.vn/ho-chieu-yeu-cai-gia-an-sau-moi-chuyen-xuat-ngoai-410100.html






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