En una sesión de fotos de moda tomada en la estación de Saigón, la señorita Giáng My mostró su belleza gentil y encantadora, verdaderamente merecedora del título de "belleza eterna".

La combinación de una falda lápiz y una camisa estampada resalta la belleza elegante y grácil de la reina de belleza.
El verano llega con la floración del flamboyán, una flor característica del verano, que se utiliza como motivo en las prendas. La casa de moda recrea estas flores con gran viveza y brillantez en siluetas clásicas y muy llevables.
Una blusa de gasa y una falda lápiz pueden ser elegantes para la oficina y sorprendentemente impresionantes para reuniones, eventos o fiestas de té de la tarde... O una falda lápiz clásica que acentúa las curvas, adornada con patrones, crea un aspecto sofisticado e impresionante.

Una falda lápiz que favorece la figura en tejido jacquard con un detalle de hombros descubiertos acentúa una tez de porcelana.

Un vestido de seda rosa, femenino y de gran tamaño, es una prenda imprescindible en el armario de esta belleza de los años 70.

Optando por un look de maquillaje clásico, Giáng My se transformó en un ícono de belleza de la década de 1945-1950.

El estilo clásico reina en los diseños monocromáticos. El misterioso y elegante tono negro permite transformar el look de quien lo luce. El diseño del vestido capa consiste en un vestido fluido combinado con una capa a juego, adornado con adornos artesanales y técnicas de bordado floral.

El clásico vestido oversize es adorado por muchas mujeres por su seductora belleza, su capacidad para disimular imperfecciones y su encanto atemporal. La bella mujer combinó este vestido de seda azul con modernos pendientes y zapatos a juego.


En cada atuendo, la reina de belleza elige hábilmente joyas y accesorios a juego, cada uno con su propio acento único en términos de color y forma para complementar el conjunto.


Además de las joyas, la reina de belleza utiliza lujosos bolsos de forma versátil, realzando su look perfecto ya sea asistiendo a fiestas, eventos o simplemente paseando los fines de semana.

Los vestidos de organza y encaje crean un aspecto único y llamativo que favorece enormemente a la belleza eterna.

La señorita Hung Temple eligió las versiones roja y morada, con brillantes pétalos de flores meticulosamente bordados sobre una organza ligera y vaporosa, como una brisa fresca de juventud, que irradia un encanto único. Además de sesiones de fotos de moda, la belleza nacida en los años 70 también ha lucido este diseño en eventos recientes.
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Fuente: https://thanhnien.vn/thoi-trang-tre/hoa-hau-giang-my-chuong-phong-cach-co-dien-185241003074210424.htm







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