En la campaña de propaganda sobre prevención, extinción y rescate de incendios (PEEI) que se ha extendido por numerosas escuelas de la provincia, miles de estudiantes han adquirido conocimientos prácticos para protegerse en situaciones de emergencia. Esta iniciativa también busca inculcar conocimientos de seguridad a niños y adolescentes, quienes son vulnerables ante incendios y explosiones.
Según el guion del programa, a los estudiantes se les enseña conocimiento sobre prevención de incendios y rescate, prevención de ahogamientos; y practican habilidades como el uso de extintores, el escape por escalera, el balanceo en cuerdas o el salto desde pisos altos a colchones de aire.
En la escuela secundaria Tuc Tranh, aunque solo duró una mañana, el programa atrajo a más de 500 estudiantes que se congregaron en el patio con gran entusiasmo. Antes de la parte práctica, se les informó sobre situaciones comunes de incendio y explosión en la escuela y en el hogar: desde cargar teléfonos durante la noche y cocinar con estufas de gas hasta cómo actuar en caso de electrocución.
El ambiente no era nada tenso; muchos niños levantaban la mano con entusiasmo para responder a las preguntas de los policías, como: "¿Qué debes hacer primero si ves una fuga de gas?"; "¿Qué harás si tu ropa se incendia?"; "¿Por qué no debes abrir la ventana cuando hay humo en la habitación?"; "¿Qué debes hacer si descubres que un amigo se está ahogando?"...
Las preguntas parecían sencillas, pero estimularon el pensamiento y aguzaron los reflejos prácticos. Muchos alumnos también compartieron con valentía sus experiencias cotidianas, lo que contribuyó a que la sesión de propaganda fuera más dinámica y práctica.
También se presentaron algunas situaciones hipotéticas realistas, como un incendio en el laboratorio, humo que se propaga rápidamente por el pasillo o un incendio en la cafetería de la escuela. Los estudiantes recibieron instrucciones detalladas sobre cada paso de evacuación, tales como: informar a sus compañeros sobre el incendio; agacharse, cubrirse con una toalla mojada y seguir la salida de emergencia para salir; ayudar a las víctimas.
Después de eso, los estudiantes de los grados 10, 11 y 12 se dividieron en grupos y se turnaron para escapar en ascensor, trepando por cuerdas y escaleras desde pisos altos, escapando saltando sobre colchones de aire, etc.
Los niños también se acercaron a un simulacro de incendio y practicaron su extinción con extintores de espuma y CO₂. Todas las actividades se llevaron a cabo bajo la atenta dirección y supervisión de los bomberos, la policía y los soldados.
El ambiente animado continuaba extendiéndose por el Instituto Phu Binh. Bajo el intenso sol de la tarde, los estudiantes se dividieron en grupos para participar en simulaciones: cruzar la zona de humo artificial, columpiarse desde el balcón y usar el ascensor. Muchos grupos también practicaron primeros auxilios en caso de inhalación de humo y vendaje de heridas.
En la escuela secundaria Phan Me 1, donde los estudiantes provienen mayoritariamente de zonas rurales con acceso limitado a la información, las actividades de propaganda se vuelven aún más necesarias.
El capitán Phi Van Chung, oficial del Departamento de Policía de Prevención y Rescate contra Incendios (Policía Provincial) y observador atento de numerosos programas de propaganda, afirmó que, en el pasado, los programas difundidos únicamente de forma oral o mediante documentos no resultaban muy atractivos para los estudiantes. Solo cuando se presentaban ejemplos prácticos de situaciones, los estudiantes mostraban un verdadero interés por adquirir conocimientos.
Permitir que los niños experimenten con equipos especializados como escaleras de cuerda, colchones de aire y extintores también ayuda a eliminar el miedo, aumentando así su capacidad de reacción en la práctica.
Según información del Departamento de Policía de Prevención y Rescate contra Incendios, un nuevo enfoque del programa de concientización en los últimos años consiste en extender las actividades prácticas a zonas rurales y montañosas, no solo a las urbanas. Si bien estas zonas tienen baja densidad de población, siempre existe un riesgo potencial de incendio y explosión en áreas residenciales con presencia de instalaciones industriales. Por lo tanto, mejorar las habilidades de evacuación para estudiantes y niños se está volviendo cada vez más urgente.
Además de la propaganda, el Departamento de Policía de Prevención y Rescate contra Incendios colabora con las escuelas para elaborar manuales de evacuación y reforzar los sistemas de prevención de incendios. Algunas escuelas también proponen incluir técnicas de prevención y extinción de incendios en las clases regulares de educación física. Esto busca integrar este contenido en un programa educativo a largo plazo, en lugar de organizar un evento aislado.
Esta iniciativa no solo ayuda a los estudiantes a responder mejor ante incidentes, sino que también contribuye a que los docentes y el personal escolar tomen mayor conciencia sobre la prevención de incendios. Muchos docentes y personal escolar expresaron que antes creían que solo los bomberos necesitaban aprender sobre extinción de incendios y rescate. Sin embargo, tras la difusión de esta información y la práctica, comprendieron que todos necesitamos habilidades para responder ante desastres que pueden ocurrir en cualquier momento.
Muchos profesores creen que las habilidades de prevención y extinción de incendios pueden integrarse en las clases al aire libre, enseñando a los alumnos cómo manejar situaciones hipotéticas como un incendio en el escenario durante un festival escolar o un cortocircuito en el gimnasio, y "no deberíamos esperar a que ocurran las cosas antes de enseñarles cómo reaccionar".
Representantes del Departamento de Educación y Formación valoraron muy positivamente el modelo de coordinación entre la Policía Provincial y los centros educativos. Según el plan, durante el curso 2025-2026, toda la provincia organizará al menos 50 sesiones de sensibilización sobre prevención de incendios y prácticas de rescate en los centros escolares, dando especial prioridad a las zonas rurales y montañosas.
Además, algunas escuelas han propuesto integrar técnicas de evacuación en las actividades extracurriculares y han fomentado la creación de equipos de respuesta ante emergencias formados por estudiantes, profesores y padres. Asimismo, recomendaron la instalación temprana de sistemas de alarma contra incendios y extintores en aulas, cafeterías y bibliotecas.
Cada sesión de propaganda, experiencia y práctica culmina en un ambiente festivo. Y lo que es más importante, estas experiencias prácticas ayudarán a los estudiantes a recordar durante mucho tiempo y podrán aplicarlas en la vida real en cualquier momento. Como compartió Nguyen Thi Van, alumna de la clase 12A3 del Instituto Tuc Tranh: «La próxima vez que haya un incendio real, sabré qué hacer. Ya no tendré miedo».
Ese es también el principal objetivo de este programa: ayudar a cada estudiante a convertirse en una persona capaz de protegerse a sí misma y de ayudar a los demás en situaciones de peligro. Porque aprender habilidades no es solo para los exámenes, sino también para... la vida.
Fuente: https://baothainguyen.vn/multimedia/emagazine/202506/hoc-de-thoat-nan-hanh-dong-de-an-toan-14718db/






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