Los ingenieros desmontarán y reconstruirán el coche de carreras Bloodhound LSR, añadiendo un cohete para ayudar al vehículo a alcanzar una velocidad récord de 1.287 km/h.
Coche de carreras Bloodhound LSR en la pista de pruebas. Foto: Bloodhound LSR
El resurgimiento del famoso proyecto de carreras británico Bloodhound busca batir el récord mundial terrestre. Tras una pausa de cuatro años, el líder del equipo, Stuart Edmondson, impulsa la continuidad del proyecto. El equipo Bloodhound LSR necesita un piloto para volar su vehículo supersónico a velocidades superiores a 1280 km/h. El proyecto priorizará a los pilotos que puedan aportar la financiación necesaria para alcanzar el objetivo, según informó Interesting Engineering el 9 de octubre.
En 2019, el equipo del Bloodhound LSR alcanzó con éxito la marca de los 806 km/h en el desierto de Kalahari, Sudáfrica, lo que lo convirtió en uno de los 10 coches más rápidos del mundo. Hace casi 20 años, un equipo de ingenieros británicos liderado por Andy Green estableció un récord de velocidad terrestre de 1227,985 km/h con el Thrust SSC. Desde entonces, gracias a los avances en diseño de ingeniería, materiales y dinámica de fluidos computacional (CFD), los miembros del proyecto confían en que el Bloodhound LSR puede superar ese récord. Desde el inicio del proyecto Bloodhound hasta la reciente prueba en África, Green, expiloto de la Royal Air Force, ha sido el conductor. Aunque ha cedido el testigo a la siguiente generación, Green sigue desempeñando un papel de asesor entre bastidores.
El equipo de ingeniería describe el desarrollo del coche como una oportunidad única para atraer a personas apasionadas y hábiles dispuestas a superar los límites de la velocidad e inspirarlas a formar parte de la historia conduciendo el coche más rápido del planeta. Green y sus colegas esperan que el nuevo piloto pueda aportar una financiación significativa al proyecto. El presupuesto estimado es de 14,7 millones de dólares para establecer un nuevo récord.
Los ingenieros planean desarrollar un vehículo que no utilice combustibles fósiles. Tras las pruebas en el Kalahari en 2019, las piezas esenciales del coche, como el motor a reacción EJ200, se retiraron y almacenaron de forma segura. El equipo ahora planea desmontar y reconstruir completamente el vehículo antes de probarlo en Hakskeen Pan, un circuito en el Cabo Norte, según la BBC. Además del motor a reacción EJ200, añadirán un cohete de combustible químico que no requiere la separación del oxidante, lo que le dará al coche una velocidad máxima de más de 1287 km/h (800 mph). El cohete utilizará peróxido para el empuje, un compuesto que se descompone en una mezcla de vapor de agua y oxígeno.
An Khang (según Interesting Engineering )
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