La durabilidad se ha convertido en uno de los criterios más importantes a la hora de comprar un smartphone. En un contexto en el que los dispositivos son cada vez más delgados y ligeros, integran más componentes y se utilizan en innumerables situaciones de la vida, la verificación de la durabilidad no se limita a las pruebas estándar. Lo que ocurre en el laboratorio de OPPO en China demuestra que el proceso actual de evaluación de calidad ha evolucionado hacia un modelo más riguroso, capaz de simular muchos de los riesgos comunes de los usuarios.

Proceso de prueba de fuerza mecánica en materiales, simulando la durabilidad de los componentes en el laboratorio de OPPO
FOTO: OPPO
Uno de los aspectos más destacados es el enfoque de la empresa en las pruebas de caída e impacto. En el Laboratorio de Confiabilidad de QE (QE Reliability Lab), el teléfono se somete a una serie de pruebas que simulan su uso en condiciones reales. Se realizan más de 14.000 microcaídas desde una altura de 10 cm, simulando la situación de que el dispositivo se resbale de la mano sobre una mesa o cama. A continuación, se realiza una prueba de caída, que gira el dispositivo 150 veces en un tambor giratorio, lo que equivale a cientos de caídas desde una altura de 1 metro. Además, se repiten varias veces las pruebas de caída libre de 1 a 1,8 metros sobre una superficie de piedra para comprobar la capacidad de carga del armazón y los componentes.
La resistencia al agua y la protección de los componentes en ambientes húmedos se evalúan mediante diversas pruebas. La prueba de lluvia simula una precipitación promedio mientras el dispositivo está en funcionamiento y luego se deja secar durante tres días antes de desmontarlo para comprobar el riesgo de corrosión. También se incluyen pruebas de niebla salina, sudor artificial, cosméticos y productos químicos domésticos para reflejar las condiciones climáticas cálidas y húmedas, así como los hábitos del usuario.

Las pruebas de resistencia a líquidos con diversas soluciones reflejan los hábitos diarios de los usuarios en diversos entornos.
FOTO: OPPO
Para demostrar su resistencia al agua, OPPO probó el A6 Pro en condiciones reales sumergiéndolo en diversos líquidos comunes. No solo agua fría o caliente, sino también leche, lavavajillas, café, té, zumo o mezclas jabonosas. Estas situaciones reflejan los hábitos de uso del usuario al llevar el dispositivo a la cocina, el baño o entornos con alta humedad. El refuerzo de más de 20 puntos de riesgo de penetración de agua con juntas de silicona y membranas impermeables demuestra un esfuerzo por minimizar el riesgo de infiltración de líquidos, a pesar de que el dispositivo no está diseñado para cumplir con estándares superiores a IPX8.

Primer plano de los componentes desmontados del recién lanzado Find X9
FOTO: OPPO
La durabilidad también está directamente relacionada con la resistencia de los componentes internos. En el taller de desmontaje del Find X9 Pro, muchos detalles técnicos muestran esfuerzos para mejorar la durabilidad desde el diseño. La parte trasera está fijada con una capa de pegamento de tan solo 0,1 mm de grosor, pero de alta adherencia, que requiere 15 minutos de calentamiento antes de poder retirarla. El grupo de cámaras está sellado con pegamento especializado, lo que le confiere una durabilidad de hasta 500 Newtons tras el prensado. Se ha reducido y concentrado el número de ventilaciones para limitar la entrada de agua, un factor importante para mejorar la resistencia al agua a largo plazo.




Proceso de producción del vidrio utilizado para los teléfonos inteligentes OPPO
FOTO: OPPO
El proceso de creación de vidrio cerámico templado, un material importante en los smartphones, se lleva a cabo en el Laboratorio de Preparación de Vidrio. Aquí, las máquinas simulan todo el proceso, desde el calentamiento a 1500-1600 °C hasta la microcristalización, lo que permite la formación de nanoestructuras que ayudan a limitar la propagación de grietas al impactar el dispositivo.

Pruebe el uso de teléfonos inteligentes en espacios de alta temperatura para verificar la resistencia al calor del dispositivo
FOTO: OPPO
La producción de placas de circuitos electrónicos se lleva a cabo en el Centro SMT, donde las placas de circuito impreso se recubren con pasta de soldadura, se ensamblan mediante máquinas automatizadas y se someten a pruebas ópticas, de rayos X y de radiofrecuencia. Posteriormente, los dispositivos se trasladan al taller de ensamblaje para su acabado, antes de pasar a las pruebas finales de apariencia y durabilidad.
El sistema general muestra que la durabilidad de los smartphones modernos se evalúa mediante diversas pruebas, desde los materiales y componentes hasta el dispositivo completo y situaciones de uso reales. En el contexto de usuarios que utilizan smartphones en diversos espacios y en condiciones climáticas adversas, los estándares de durabilidad se están ampliando gradualmente más allá de las certificaciones tradicionales, reflejando las necesidades y los riesgos de la vida diaria.
Fuente: https://thanhnien.vn/kham-pha-quy-trinh-kiem-chung-do-ben-smartphone-cua-oppo-185251123204654222.htm






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