En la era del auge de las redes sociales, las celebridades no solo son artistas, sino también poderosos "vendedores". Sin embargo, existen numerosos casos de estrellas y líderes de opinión que han publicitado productos de forma engañosa, desde alimentos funcionales hasta cosméticos y electrodomésticos, lo que ha tenido graves consecuencias para la salud y el patrimonio de la comunidad. Estas conductas plantean numerosas preguntas sobre la ética profesional y la responsabilidad social de las celebridades.
De hecho, el mercado publicitario actual está experimentando una fuerte transición de los medios tradicionales a las plataformas de redes sociales. Con tan solo un clip de unas pocas decenas de segundos, una publicación con la imagen de una celebridad, un producto puede ser consumido en miles de pedidos en tan solo unas horas. Esta influencia lleva a las empresas a invertir desde cientos de millones hasta miles de millones de dongs para "comprar" palabras de famosos. Sin embargo, las consecuencias también empiezan aquí. Muchos artistas, TikTokers y YouTubers populares han promocionado productos de origen desconocido, sin verificación científica e incluso fraudulentos.
En 2021, el Departamento de Seguridad Alimentaria ( Ministerio de Salud ) advirtió sobre la tendencia de algunos artistas a promocionar alimentos funcionales como "panaceas", que curan todas las enfermedades y mejoran la resistencia. Cabe destacar que varios artistas anunciaron el producto "Tableta Efervescente X" con el efecto de "mejorar rápidamente la fisiología", pero sin la licencia de inspección de la autoridad sanitaria. Posteriormente, se descubrió que el producto era de mala calidad y no tenía el efecto anunciado, por lo que fue retirado del mercado. Ese mismo año, un artista fue duramente criticado por realizar una transmisión en vivo para vender cosméticos blanqueadores de piel, pero los consumidores informaron que este producto causaba alergias, erupciones rojas e incluso quemaduras en la piel. Aunque el artista se disculpó posteriormente y dijo que "no sabía que el producto era de mala calidad", las consecuencias afectaron a miles de personas.
No solo en el ámbito de la cosmética o los alimentos funcionales, muchas celebridades también colaboran con plataformas fraudulentas de comercio electrónico, aplicaciones de inversión financiera y monedas virtuales disfrazadas. Muchas personas han perdido cientos de millones de dongs por creer en las recomendaciones de artistas que aman y admiran. Lo peligroso es que muchos consumidores, especialmente personas mayores, mujeres y adolescentes, tienden a confiar en las recomendaciones de sus ídolos sin comprobar el origen y la legalidad del producto. Lo ven como una "garantía de calidad". Por lo tanto, cuando el producto no está garantizado, las consecuencias no solo son económicas, sino también para la salud, el honor y la confianza social.
La Ley de Publicidad de 2012 estipula claramente: «Los portavoces publicitarios son responsables del contenido publicitario que crean». Sin embargo, la gestión sigue siendo laxa, limitándose principalmente a recordatorios, solicitudes de retirada de contenido o sanciones administrativas leves, insuficientes para disuadir. En 2023, el Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo y el Ministerio de Información y Comunicaciones emitieron un documento que exige a las celebridades el estricto cumplimiento de la normativa publicitaria, especialmente en lo que respecta a los temas relacionados con la salud, las finanzas y la educación. No obstante, para generar un cambio real, se necesita un mecanismo de supervisión transparente, sanciones suficientemente estrictas y, sobre todo, que las propias celebridades sean conscientes de su ética profesional.
Recientemente, las autoridades han investigado y gestionado una serie de casos relacionados con la producción y publicidad de productos falsificados y de baja calidad, con la participación de artistas y celebridades, lo que ha atraído la atención del público. Anteriormente, en 2023, dos famosos comediantes también fueron citados por su participación en la transmisión en vivo de la venta de cosméticos falsos, tras descubrirse que los productos contenían sustancias prohibidas y dañinas para la piel.
Al mismo tiempo, una popular TikToker con millones de seguidores fue arrestada por conspirar para producir pastillas flotantes para bajar de peso, etiquetándolas como productos importados para venderlas a precios elevados, obteniendo así ganancias ilegales de decenas de miles de millones de dongs. Estos incidentes no solo causan daños materiales a los consumidores, sino que también alertan sobre la ética profesional y la responsabilidad social de las celebridades en la era en la que "cada like puede convertirse en un arma de doble filo".
Las celebridades tienen derecho a lucrarse con su fama, pero ese derecho conlleva una responsabilidad moral con el público. Cada palabra suya puede generar ganancias, pero también puede perjudicar a miles de personas. No permitamos que unos pocos minutos de publicidad cuesten la vida de toda una comunidad. El público debe estar alerta, las celebridades deben ser honestas y la ley debe ser estricta. Esa es la única manera de restaurar la confianza en una sociedad de medios digitales llena de información contradictoria como la actual.
Fuente: https://baodanang.vn/xa-hoi/202506/khi-nguoi-noi-tiep-tay-hang-gia-hang-kem-chat-luong-4008090/
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