En la vida actual, no nos resulta difícil presenciar manifestaciones de estilos de vida derrochadores y lujosos.
Podría tratarse de la mentalidad de "guardar al saciado, contribuir al hambriento", normalmente cuando no hay nada que comer, y cuando hay algo, comer en abundancia, provocando que el exceso de comida se eche a perder; o del concepto de "tener hambre en el aniversario de la muerte del padre, estar saciado durante los tres días del Tet", con mesas altas y platos abundantes solo para aparentar o para sentirse satisfecho al recibir cumplidos de los demás.
Se trata de jóvenes que dependen de sus familias o tienen trabajos precarios, mucho esfuerzo y una renta inestable, pero que aun así poseen un teléfono de alta gama valorado en decenas de millones de dongs, aunque no puedan utilizar todas sus funciones. Sería terrible comparar la cantidad de dinero que estas personas gastaron en comprar ese teléfono con sus ingresos reales o los de sus familiares.
Muchas personas construyen casas grandes y cómodas, y compran coches caros sin partir de las necesidades reales ni de las circunstancias específicas de ellos y sus familias. El estilo de vida derrochador y lujoso de quienes no son ricos suele surgir de una mentalidad vanidosa, que busca utilizar formas, herramientas y medios materiales externos para obtener atención, admiración y respeto de quienes les rodean.
Durante su vida, el tío Ho valoró especialmente la práctica del ahorro. En un artículo publicado en el periódico Nhan Dan el 5 de febrero de 1960, enfatizó: “En el proceso de construcción del socialismo, el ahorro es una política fundamental, un gran valor moral, una forma de trabajar y una forma de vivir que nunca debe descuidarse”.
Anteriormente, en el artículo “¿Qué es la frugalidad?”, publicado en el periódico Cuu Quoc en mayo de 1949, el tío Ho explicó claramente: “¿Qué es la frugalidad? Es ahorrar, no ser extravagante, no derrochador, no ser indiscriminado…; ahorrar no es ser tacaño. Cuando no se debe gastar, no se debe gastar ni una sola moneda. Cuando hay algo que vale la pena hacer, algo beneficioso para el pueblo, para la patria, no importa cuánto esfuerzo o dinero cueste, uno se siente feliz. Esa es la verdadera frugalidad…”.
En consonancia con sus enseñanzas, durante los periodos revolucionarios, nuestro Partido y Estado prestaron especial atención a la frugalidad, considerándola una política nacional primordial. Sin embargo, aún existen numerosos cuadros y miembros del partido que malgastan el presupuesto y los bienes públicos, derrochándolos y con fines ilícitos; gastan con ostentación y derroche, ajenos a la vida del pueblo. Muchos cuadros y miembros del partido, debido a sus estilos de vida opulentos y derrochadores, han infringido la ley, dañando la confianza del pueblo en el Partido.
La cultura vietnamita está estrechamente asociada con la promoción de un estilo de vida frugal y sencillo, que se resume en canciones populares y proverbios como: "Come bien para estar lleno, vístete bien para estar abrigado", "Más vale ser frugal que derrochador", "Cuando la cosecha es buena, no descuides el maíz y las patatas/Cuando la cosecha falla, ¿quién te acompañará?"; "Come con moderación, usa con moderación"...
En el contexto actual, el nivel de ahorro en la sociedad se mantiene vigente e incluso cobra mayor importancia. Por lo tanto, es necesario que cada persona practique el ahorro, en particular el tiempo, el esfuerzo y el gasto, de acuerdo con su nivel de ingresos actual, para garantizar una vida digna que le permita trabajar y producir. Para los cuadros y miembros del partido, es fundamental promover e implementar con rigor la calidad del ahorro, dando ejemplo y movilizando a las familias y comunidades para que participen activamente.
No ser derrochador ni extravagante es un estilo de vida civilizado que permite a cada persona crear una fuerza endógena, una gran fuerza interna que promueve el desarrollo sostenible de cada individuo, familia y sociedad, haciendo que el país esté cada vez más desarrollado.
Huy Nam
Fuente: https://baoquangtri.vn/khong-hoang-phi-xa-xi-la-nep-song-van-minh-194622.htm






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