GĐXH - Todos hemos oído hablar del CI (coeficiente intelectual) y del CE (coeficiente emocional), pero hay otros tres indicadores extremadamente importantes que quizás no conozcas y que debes dotar a tu hijo con ellos.
¿Qué desean los padres para sus hijos? ¿Inteligentes, seguros de sí mismos, perspicaces o capaces de superar las dificultades?
Si bien los padres invierten mucho tiempo (y dinero) en la educación de sus hijos, una cosa que a menudo pasan por alto es enseñarles a ser resilientes, emocionalmente fuertes y a saber cómo capear tormentas o enfrentar desafíos que van más allá de los libros de texto.
Durante mucho tiempo, se creyó que un CI (cociente intelectual) alto era la única medida del éxito. Sin embargo, la realidad es diferente: una persona necesita CI (cociente intelectual), CE (cociente emocional), CE (cociente social), CA (cociente de adversidad) y CC (cociente cultural).
El principal predictor del éxito de una persona en un mundo sin fronteras no es su coeficiente intelectual, su currículum ni su experiencia, sino su coeficiente intelectual. Foto ilustrativa.
¿Qué es el índice CQ?
En su libro Cultural Intelligence Differences: Mastering the One Skill You Can't Live Without in Today's Global Economy , el autor David Livermore escribe que el principal predictor del éxito de una persona en un mundo sin fronteras no es su coeficiente intelectual, su currículum o su experiencia, sino su coeficiente intelectual (CQ).
El CQ se entiende simplemente como "la capacidad de operar eficazmente en una variedad de contextos culturales, incluidos el nacional, el étnico, el organizacional y el generacional".
Las investigaciones realizadas durante la última década muestran que las personas con un alto coeficiente intelectual son capaces de adaptarse y prosperar en una sociedad global compleja.
En un metanálisis de una muestra combinada de 44.155 individuos, los investigadores Thomas Rockstuhl de la Universidad Tecnológica de Nanyang en Singapur y Lynn Van Dine de la Universidad Estatal de Michigan descubrieron que tener CQ estaba consistentemente asociado con la efectividad intercultural.
Las personas culturalmente inteligentes no son expertas en culturas específicas. En cambio, poseen una gama de cualidades que les permiten planificar colaboraciones interculturales y demostrar un comportamiento apropiado en cualquier entorno cultural, incluso en aquellos desconocidos.
Elaine Wilson, maestra de escuela primaria en Belton, que pasó parte de su infancia en Japón, Marruecos y Tailandia, cree que ser consciente de otras culturas puede marcar una diferencia tanto para los niños como para los adultos.
En comparación con generaciones anteriores, los niños de hoy necesitan un conjunto único de habilidades para prosperar en una "aldea global" diversa. Y es fundamental que los padres y cuidadores se centren en fortalecer la inteligencia cultural de sus hijos.
En concreto, los cuatro aspectos del CQ son:
Orientación: Motivación y confianza para superar las diferencias culturales y trabajar con personas de otras culturas.
Conocimiento: Estructuras de conocimiento complejas y matizadas sobre similitudes y diferencias entre culturas.
Estrategia: Planificación y concientización cultural antes, durante y después de los encuentros interculturales.
Acción: Cambiar el comportamiento con flexibilidad para actuar apropiadamente en situaciones interculturales.
AQ - cociente de adversidad
AQ significa Cociente de Adversidad, una medida ideada por un grupo de científicos para ver cómo reacciona o se comporta un individuo cuando se enfrenta a desafíos difíciles en la vida.
Para criar niños fuertes, inteligentes y emocionalmente resilientes, es importante no solo tener un coeficiente intelectual alto, sino también asegurar que su coeficiente intelectual sea fuerte. Ambos son igualmente importantes.
Afrontar la adversidad y ser resiliente ante las dificultades es una habilidad esencial que los padres deben enseñar a sus hijos desde pequeños. Un niño con un coeficiente intelectual alto prevendrá la aparición de problemas de salud mental.
También hay afirmaciones de que un AQ fuerte puede conducir a una mayor productividad, eficiencia, rendimiento y una mejor salud mental.
AQ no es apto para todas las edades. Si bien los padres no pueden obligar a sus hijos a afrontar retos desde pequeños, es importante asegurarse de que sepan cómo afrontar situaciones difíciles o estar preparados para situaciones adversas.
Los expertos también afirman que es importante enseñar a los niños a afrontar la adversidad para que puedan prepararse para el futuro. Los acontecimientos de la vida pueden ocurrir en cualquier momento; la mejor manera es enseñarles a estar mentalmente preparados para afrontarlos.
Los niños emocionalmente resilientes también son más capaces de manejar el trauma y tienen menos probabilidades de sentirse privados cuando sean adultos.
Es importante aprender a afrontar la adversidad en la vida. Según Emmy Werner, científica especializada en comportamiento humano, los niños con un coeficiente intelectual alto poseen las siguientes características:
- Ser activo, con ganas de aprender, dispuesto a resolver problemas en la vida.
- Resolver problemas de forma constructiva, dar retroalimentación y aprender de las experiencias.
- No te rindas fácilmente cuando fracases.
- Mantener la fe y tener una actitud positiva.
El factor más importante para el avance profesional, que millones de personas olvidan, es la inteligencia social (SQ, Coeficiente de Inteligencia Social). Foto ilustrativa.
SQ - índice social
Todo padre desea que sus hijos sean inteligentes, talentosos y que se conviertan en un dragón o un fénix en el futuro. Por ello, muchos padres se centran en invertir en la educación de sus hijos en los siguientes tres grupos de indicadores: Coeficiente Intelectual (CI), Coeficiente de Inteligencia Emocional (CE) y Coeficiente de Adversidad (CA). No dudan en invertir en inscribir a sus hijos en clases adicionales, clases de arte o en comprar equipos de aprendizaje modernos para que se desarrollen integralmente.
Sin embargo, muchos niños, a pesar de recibir una educación cuidadosa, no crecen como se espera. Muchos niños que tienen excelentes logros académicos en la infancia fracasan al crecer.
Incluso muchos niños, al no poder superar la gloriosa sombra de su pasado, acaban desarrollando complejos de inferioridad, autocompasión y una vida retraída.
Esta situación plantea la pregunta: ¿están los padres educando a sus hijos en la dirección equivocada, centrándose en el coeficiente intelectual, emocional y auditivo, mientras que ignoran muchas otras habilidades importantes?
Según las estadísticas de las agencias de empleo, decenas de miles de empleados han perdido su trabajo debido a la falta de habilidades sociales. Antes, estas personas siempre creían cumplir con los requisitos y realizar bien las tareas asignadas.
En la nueva era, existen cientos de miles de empleos, desde extremadamente simples hasta extremadamente complejos. Pero el factor más importante para el avance profesional, que millones de personas olvidan, es la inteligencia social (SQ, Coeficiente de Inteligencia Social).
Los niños con un EQ fuerte poseen las siguientes características:
Buenas habilidades de comunicación
Si un niño tiene la capacidad de hacer amigos rápidamente, está abierto a la conversación y está dispuesto a compartir todo con los demás, esta es la primera señal de que el niño posee inteligencia social SEQ.
Estos niños siempre son el centro de atención y transmiten energía positiva a quienes los rodean. Dialogan fácilmente con muchas personas. Son muy hábiles en el uso de las palabras y el lenguaje corporal para crear la expresión más atractiva.
Comprender las normas sociales
Los niños que comprenden las normas sociales son capaces de controlar sus emociones y cultivar constantemente nuevos conocimientos sociales para adaptar su comportamiento a las personas que los rodean. Estos niños son muy hábiles, delicados y sabios.
Normas sociales sencillas para un niño como: Saber hacer cola en lugares concurridos, saber proteger el medio ambiente, no causar desorden en lugares públicos, etc.
Capacidad de escuchar a los demás
Aquellos que reciben confianza son el apoyo espiritual más sólido para crear un sentimiento de seguridad y paz para todos los que los rodean.
Los niños con buenas habilidades de escucha pueden considerarse la columna vertebral social que conecta a todos.
Buena adaptabilidad
La buena improvisación es una gran habilidad de SEQ. Si los padres ven que su hijo tiene la capacidad de improvisar eficazmente, podrá desenvolverse bien en cualquier situación, incluso en las más difíciles.
Esta es una señal de que cuando crezcan, los niños tendrán confianza en sí mismos y vivirán en armonía con todos.
Estos niños suelen saber cómo calmar a la gente enojada o alegrar a quienes están en apuros. Son excelentes administradores y líderes en el futuro.
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Fuente: https://giadinh.suckhoedoisong.vn/khong-phai-eq-iq-day-moi-la-3-chi-so-giup-con-vuot-qua-song-gio-cuoc-doi-lon-len-co-su-nghiep-thanh-cong-17224121315560207.htm
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