La cocina japonesa siempre ha sido famosa por su atractivo visual, con ingredientes dispuestos y combinados de manera tan artística que una comida puede convertirse en un festín tanto para la vista como para el paladar.
Quienes visitan Japón por primera vez, sin una presentación previa, se dejarán seducir por la atractiva variedad de comida que se exhibe en los escaparates de los restaurantes, que parece recién preparada. Desde fideos ramen, hamburguesas, tempura, sushi fresco, pizza y pasteles... cualquiera puede sentir cómo se le abre el apetito al verlos.
Pero resista la tentación de darles un mordisco, porque no se trata de comida real en absoluto, sino de elaboradas réplicas de menús de restaurantes.

Estas réplicas se llaman Shokuhin Sampuru (literalmente "platos de muestra") y son una característica cultural única, una artesanía sofisticada que juega un papel importante en la industria culinaria y turística del País del Sol Naciente.
El comienzo de Sampuru
Los orígenes del Sampuru se remontan a principios del siglo XX, cuando los restaurantes japoneses buscaban que los comensales visualizaran su comida antes de pedirla. Según algunos relatos, las primeras muestras de comida falsa se fabricaron con cera en 1917, pero la tecnología era primitiva y se deformaba fácilmente a altas temperaturas.
En 1932, se le atribuyó al artesano Takizo Iwasaki el mérito de ser pionero en el desarrollo moderno del Sampuru. Iwasaki utilizó cera de vela para crear una maqueta de omurice (tortilla con arroz y salsa de tomate), que su esposa posteriormente no pudo distinguir del producto real.

Luego, Takizo Iwasaki experimentó con la creación de muestras de alimentos falsos utilizando cera y gradualmente perfeccionó la técnica para simular la textura y el color de la comida real de una manera sofisticada, y Sampuru rápidamente comenzó a usarse ampliamente en la industria culinaria japonesa.
Tras la Segunda Guerra Mundial, con el auge económico de Japón, los restaurantes comenzaron a competir para atraer clientes, y la exhibición de comida simulada se convirtió en una eficaz estrategia de marketing. A medida que la tecnología de fabricación avanzaba, se sustituyó la cera por un plástico PVC más resistente, lo que prolongó la durabilidad de los modelos de comida simulada, manteniendo al mismo tiempo su autenticidad.
Lo interesante es que cada modelo de comida no solo es una réplica perfecta, sino que también está diseñado para parecer delicioso incluso cuando es incomestible. Desde una reluciente rebanada de sushi hasta un tazón de ramen con un caldo claro y fideos "voladores", todos transmiten una sensación increíblemente realista que despierta el apetito del espectador.
El secreto detrás de la comida falsa perfecta
Crear un patrón Sampuru no es sencillo, pero es realmente un arte que requiere la habilidad y el ojo agudo de los artesanos.
El proceso comienza cuando los restaurantes traen sus platos para que el artista los fotografíe, los dibuje y cree un molde de silicona del modelo, que luego se rellena con vinilo.
A continuación viene el paso más importante: los artesanos deben pintar los detalles del producto completamente a mano. Deben revisar cada detalle de la comida real y usar pinceles al óleo para pintar los colores de la maqueta, mostrando la suavidad y textura de la comida tal como es en realidad.

Las réplicas simulan con precisión cada detalle del plato, desde el color, los bordes quemados de la carne a la parrilla, la salsa brillante, la textura de los frijoles rojos, la diferencia entre los niveles de cocción del filete... todo es meticulosamente refinado a mano por el artesano.
Cada modelo está elaborado artesanalmente y es único para las necesidades de cada restaurante, ya que cada uno cuenta con distribuciones y materiales diferentes.
Aunque hay empresas que producen en masa réplicas de alimentos más baratas, los modelos Sampuru hechos a mano siguen siendo populares, aunque pueden costar entre 10 y 20 veces más que el producto real.
De herramienta de marketing a icono cultural
Las aplicaciones del Sampuru han trascendido con creces su uso original en restaurantes. Hoy en día, también se utiliza en sesiones fotográficas publicitarias, con fines educativos , como decoración de cocina, souvenirs, fundas para teléfonos, llaveros, etc.
De ser una herramienta de marketing para restaurantes, Sampuru se ha convertido en un ícono cultural de Japón, que no sólo refleja la creatividad japonesa sino que también transmite la cultura culinaria de la Tierra del Sol Naciente al mundo.

A pesar del auge de la tecnología digital con menús electrónicos e imágenes en 3D, el Sampuru aún se mantiene vigente gracias a su autenticidad, que ninguna pantalla puede reemplazar. Muchas empresas incluso ofrecen talleres de elaboración de Sampuru donde los visitantes pueden crear su propia comida artificial con cera derretida.
La cocina japonesa, la sofisticación del Sampuru y la emocionante experiencia de hacer usted mismo esta forma de arte creativo son las razones por las que muchos turistas extranjeros quieren regresar a Japón más de una vez.
Fuente: https://www.vietnamplus.vn/kinh-ngac-voi-nghe-thuat-sampuru-mo-phong-thuc-an-sieu-thuc-cua-nhat-ban-post1012809.vnp
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