El Centro de Análisis Macroeconómico y Pronóstico a Corto Plazo (CMASF), organización estrechamente vinculada al Kremlin, ha emitido advertencias alarmantes sobre la situación financiera de Rusia. Según el CMASF, el riesgo de una crisis bancaria está aumentando, aunque aún no se ha producido una crisis grave.
Una de las razones de la inestabilidad del mercado son las fuertes fluctuaciones del índice bursátil MOEX, el principal índice del mercado ruso, lo que refleja la creciente preocupación de los inversores y el público. Al mismo tiempo, la presión sobre la liquidez del sistema bancario también aumenta a medida que la relación entre la oferta monetaria y la base monetaria aumenta drásticamente, lo que puede causar déficit de liquidez en los bancos.
En un informe reciente, la CMASF destacó que el riesgo de una "crisis bancaria sistémica" en Rusia es más real que nunca. Esta crisis puede manifestarse mediante una de tres señales: una retirada masiva de depósitos bancarios, préstamos incobrables que superen el 10 % de los activos bancarios totales, o una recapitalización a gran escala de los bancos que supere el 2 % del PIB del país.
Además, el Banco Central de Rusia elevó su tasa de interés clave a un récord del 21% para controlar la inflación del 10,2%. Si bien esta medida busca frenar el aumento de precios, también reduce drásticamente la capacidad de préstamo e inversión, a la vez que aumenta el riesgo de fuga de capitales de los bancos.
El mercado de valores ruso se desplomó la semana pasada después de que el presidente Donald Trump amenazara con imponer nuevas sanciones (Foto: Shutterstock).
La crisis no solo se ha manifestado en el sector financiero, sino que también se ha extendido a las operaciones de las empresas. Varias grandes empresas rusas, especialmente de los sectores minero y energético, como Gazprom, Norilsk Nickel, NLMK y Severstal, han decidido suspender el pago de dividendos a sus accionistas debido a la drástica caída de los ingresos por exportaciones y al endurecimiento de las sanciones internacionales.
Según la agencia estatal de estadística Rosstat, los ingresos totales de las empresas rusas en 2024 caerán un 6,9% en comparación con el año anterior, lo que equivale a una pérdida del 15% si se ajusta a la inflación.
La razón no es solo la dificultad del mercado, sino también el alto costo del crédito, que reduce las ganancias reales de las empresas. El economista Boris Grozovski, del Instituto Wilson, afirmó: «El aumento de los costos de la energía, los precios de la gasolina, los salarios y los costos del transporte está provocando una fuerte caída de las ganancias netas de las empresas».
La economía también se está desacelerando significativamente. Rosstat indicó que el crecimiento del PIB en el primer trimestre de 2025 fue de tan solo el 1,4 %, tres veces menor que el 4,5 % del último trimestre de 2024 y casi cuatro veces menor que en el mismo período del año anterior. Algunos analistas independientes, como el sitio web de noticias The Bell, creen que la economía rusa podría entrar en recesión en los próximos meses si la situación actual no mejora.
La situación actual es una combinación de muchas señales negativas, desde riesgos bancarios hasta presión sobre las empresas y bajo crecimiento, que hacen que aumenten los riesgos macroeconómicos y financieros.
Sin embargo, el futuro económico de Rusia depende en gran medida de la evolución política en Ucrania. Si se alcanza un acuerdo de paz, podría abrir la puerta al levantamiento de algunas sanciones y a la reanudación del comercio entre Estados Unidos y Rusia, una medida de la que ha hablado el presidente Donald Trump.
En cambio, Kiev y sus aliados occidentales todavía quieren mantener la presión económica para obligar a Rusia a cambiar sus políticas, mientras los legisladores estadounidenses están preparando una lista de nuevas sanciones, aumentando la presión sobre el Kremlin.
Fuente: https://dantri.com.vn/kinh-doanh/kinh-te-nga-va-3-moi-lo-duoc-du-bao-20250601215929285.htm
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