Canción Nguyen
El informe Perspectivas Económicas Mundiales de junio de 2023, publicado recientemente por el Banco Mundial (BM), presenta las últimas previsiones de que la economía mundial se mantendrá débil y con riesgo de una recesión más profunda este año y en 2024. El escenario de crecimiento del BM prevé que el crecimiento mundial se desacelerará del 3,1 % en 2022 al 2,1 % en 2023 y aumentará gradualmente hasta el 2,4 % en 2024. Los responsables de las políticas económicas deben ser más rápidos y flexibles para afrontar los riesgos asociados al aumento de los tipos de interés. Esto se debe a que los altos tipos de interés no solo inhiben el crecimiento de los mercados emergentes y los países en desarrollo (MEED) y los países de bajos ingresos, sino que también reducen la inversión y aumentan el riesgo de crisis financieras.
Según el Banco Mundial, el crecimiento mundial se desacelerará significativamente en el segundo trimestre de este año, y esta debilidad continuará hasta 2024. Persisten las presiones inflacionarias y se prevé que el endurecimiento de la política monetaria afecte significativamente a las economías. La posibilidad de una crisis bancaria más amplia y el endurecimiento de la política monetaria en las economías avanzadas podrían provocar una desaceleración del crecimiento mundial. Los costos de endeudamiento en las economías avanzadas podrían generar turbulencias financieras en los mercados emergentes y los países en desarrollo. Los países de bajos ingresos presentan una mayor precariedad financiera. Por lo tanto, los países de bajos ingresos necesitan consolidar sus finanzas, gastar de forma más eficiente y mejorar sus prácticas de gestión de la deuda pública.
En el contexto de una desaceleración del crecimiento mundial prevista, según el Banco Mundial, la región Asia-Pacífico se acelerará del 3,5 % en 2022 al 5,5 % en 2023. Vietnam destaca por su crecimiento económico, con un aumento del 6 % en 2023. Sin embargo, el crecimiento de los mercados emergentes y en desarrollo se debe casi en su totalidad a la reapertura de la economía china. El impacto de las restricciones financieras y los altos tipos de interés constituye un obstáculo importante para el crecimiento de los mercados emergentes y en desarrollo; en particular, su calificación crediticia también es más baja. Además, los altos niveles de deuda pública aumentan el riesgo de crisis de deuda pública en los países prestatarios. Las tensiones políticas también pueden ejercer presión sobre los nuevos precios de las materias primas y seguir provocando inflación.
Según el informe del Banco Mundial, excluyendo a China y Rusia, se prevé que el crecimiento de los exportadores de materias primas se desacelere de forma más moderada que el de los importadores de materias primas y los países con un bajo nivel de inversión inicial. El crecimiento de los importadores de materias primas, excluyendo a China, se reducirá al 4,2 % en 2023 (desde el 5,3 % en 2022). Además, la persistencia de los altos precios internos de la energía y los alimentos afectará negativamente la demanda de los consumidores en la mayoría de los países; el aumento de las vulnerabilidades macroeconómicas en algunas de las principales economías importadoras de materias primas podría afectar la confianza empresarial. Por lo tanto, las economías necesitan implementar políticas creíbles para contener la inflación y garantizar la estabilidad financiera, así como implementar reformas que sienten las bases de un desarrollo sostenible e inclusivo.
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