Tomemos el mercado del oro como ejemplo: los precios internos siempre son más altos que los mundiales, pero aun así la gente hace cola para comprar. Este es el resultado del modelo monopolístico de importar y producir lingotes de oro bajo una marca y ninguna otra. El mercado está casi cerrado y carece de transacciones modernas como cuentas de oro y oro al contado, lo que hace que la oferta sea inflexible mientras que la demanda de almacenamiento es alta.
De la misma manera, los precios de los bienes raíces se han disparado más allá del alcance de quienes tienen necesidades reales. Este fenómeno es consecuencia de un modo de pensar administrativo ineficaz, como restringir el crédito y suspender las licencias de proyectos masivos sin clasificar regiones y segmentos. La gestión sigue dependiendo de la aprobación manual en lugar de la gestión de datos y la transparencia de la información, lo que genera cuellos de botella en el suministro, creando escasez virtual y, por lo tanto, haciendo subir los precios...
El entorno empresarial no está exento de paradojas: más trámites y licencias, pero todavía muchos productos falsos y falsificados. La razón es que la administración aún aplica un control previo bastante estricto y un control posterior bastante limitado, lo que puede crear un mecanismo de "pedir-conceder", aumentando los costos para las empresas que hacen negocios honestamente pero creando lagunas para que el fraude siga existiendo. En las contrataciones públicas, el proceso de licitación es todavía bastante engorroso, la evaluación es mecánica, no se basa realmente en la capacidad real... por lo que todavía hay muchos casos lamentables.
Para resolver las paradojas mencionadas no podemos limitarnos a abordar cada fenómeno individualmente; necesitamos cambiar la raíz del pensamiento gerencial. Es imperativo pasar de la “prevención preventiva” al “seguimiento posterior”, de los procedimientos de pre-control al pos-control utilizando datos y tecnología. Es necesario abolir las licencias innecesarias y publicar de forma transparente las normas para que las empresas puedan operar dentro del marco legal, mientras el Estado se centra en monitorear los riesgos y gestionar las infracciones.
Para operar eficazmente según los mecanismos del mercado, es necesario eliminar todos los mecanismos monopólicos, como la designación de una sola marca o la concentración de la oferta en manos de unas pocas entidades. En lugar de que el Estado “elija a los jugadores”, es necesario centrarse en construir y mantener un sistema transparente y justo de “reglas de juego”, garantizando que todas las empresas capaces y calificadas puedan competir en igualdad de condiciones.
Al mismo tiempo, en lugar de utilizar medidas de mando administrativo, se pueden utilizar herramientas de influencia. En consecuencia, el impuesto es la principal herramienta reguladora del Estado, ayudando a orientar la producción, el consumo y la inversión. Gracias a su flexibilidad, los impuestos pueden limitar el comportamiento nocivo de los consumidores y al mismo tiempo incentivar el desarrollo de industrias prioritarias. Además, los impuestos también contribuyen a la redistribución del ingreso y promueven el desarrollo sostenible.
La tecnología es la herramienta clave para implementar el principio de “abierto para gobernar” en lugar de “estricto para controlar”. La aplicación de Big Data, inteligencia artificial (IA) y sistemas de monitoreo en tiempo real ayuda al Estado a clasificar con precisión los riesgos, detectar tempranamente conductas fraudulentas y manejarlas con prontitud y eficacia, minimizando los inconvenientes para las empresas y creando condiciones para que el mercado funcione de manera fluida y justa.
Por último, hay que eliminar por completo la mentalidad de "si no puedes gestionarlo, prohíbalo". Cuando aparece algo nuevo, en lugar de prohibirlo, es necesario permitir su prueba, seguimiento y regulación. Para gestionar con eficacia, hay que aprender a controlar lo desconocido, a la vez que se mejoran las habilidades de orientación y supervisión. De esta manera, la nueva política promueve la innovación y mantiene el orden y la disciplina.
Transformar el pensamiento ya no es un eslogan sino una exigencia urgente para una gobernanza estatal eficaz.
Fuente: https://www.sggp.org.vn/lay-thi-truong-lam-trung-tam-post797393.html
Kommentar (0)