Fuerzas militares estadounidenses en Siria (Foto: AFP).
Según The Intercept , un memorando del Pentágono que circuló a principios de este mes decía que un cierto número de militares habían sido "puestos en espera para ser desplegados en apoyo a los militares en caso de una intervención terrestre estadounidense en la guerra entre Israel y Hamás".
La orden de contingencia ha estado vigente para las tropas estadounidenses estacionadas en Irak desde el año pasado, según un documento separado del Pentágono obtenido por The Intercept.
Desde que estalló el conflicto entre Israel y Hamás en octubre pasado, la Casa Blanca ha declarado repetidamente que el apoyo de Estados Unidos a Israel no implicará que tropas estadounidenses luchen junto a soldados israelíes.
Estados Unidos respondió al ataque de Hamás contra Israel en octubre enviando dos portaaviones a la región y preparando 2.000 soldados adicionales para su despliegue en Oriente Medio. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, declaró a la prensa el 10 de octubre que Washington no tenía intención de desplegar fuerzas estadounidenses en Israel ni en Gaza.
Sin embargo, las fuerzas especiales estadounidenses han estado operando en Israel desde octubre. El alto funcionario Christopher Maier declaró a la prensa en aquel momento que comandos estadounidenses estaban "ayudando activamente a Israel en algunas de sus labores". El Pentágono también reconoció haber desplegado drones de vigilancia en Gaza "para apoyar las labores de rescate de rehenes".
Desde el inicio del conflicto, las tropas estadounidenses en Irak, Siria y Jordania han sido atacadas más de 150 veces. Un ataque contra una base estadounidense en Jordania el fin de semana pasado causó la muerte de tres soldados estadounidenses y heridas a decenas más.
Los barcos y aviones de guerra estadounidenses también han llevado a cabo varios ataques contra las fuerzas hutíes en Yemen, con el objetivo de romper el bloqueo hutí de los barcos “vinculados a Israel” que pasan por el Mar Rojo.
Los hutíes respondieron atacando barcos comerciales y militares estadounidenses en la zona.
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