La ardilla gigante india o ardilla gigante de Malabar (nombre científico Ratufa indica), apodada ardilla arcoíris, se encuentra principalmente en los bosques y zonas forestales tropicales del centro y sur de la India.
Aunque el vientre y los brazos de la ardilla gigante india son de color crema, el resto de su pelaje es un poco más elegante, con tonos naranja, lila y marrón rojizo, por lo que se le apoda la "ardilla arcoíris".
El roedor "arcoíris" es reconocido por Guinness como la ardilla más grande del mundo . (Foto: Kaushik Vijayan/SWNS.com)
Estos coloridos animales pesan entre 1,5 y 2 kg, tienen orejas que se parecen mucho a las de un panda y tienen pies grandes y garras fuertes para trepar. Sorprendentemente, pueden crecer hasta 1 metro de largo, el doble de la longitud de sus primos americanos, la ardilla gris Sciurus carolinensis. Son tan grandes que han sido galardonadas con el título de la ardilla más grande del mundo por el Libro Guinness de los Récords.
Las ardillas gigantes indias viven únicamente en los bosques, donde construyen nidos grandes y redondos en lo alto de los árboles. Utilizan ramas para sostener el nido y las entrelazan con tallos trepadores, calentando finalmente el nido forrándolo con hojas. A diferencia de muchas otras ardillas, la ardilla gigante india prefiere acumular comida en las copas de los árboles y come principalmente flores, frutas, corteza y nueces, huevos de aves e insectos. Buscan alimento parándose sobre sus patas traseras y usando sus manos para agarrar la comida. También utiliza su gran cola como contrapeso para mejorar el equilibrio de su cuerpo.
Esta especie suele ser solitaria y sólo se reúne en parejas durante dos temporadas de reproducción, de febrero a marzo y nuevamente entre agosto y septiembre. Pero ¿por qué las ardillas gigantes indias tienen colores tan brillantes? Los científicos no están seguros de cuál es la causa genética exacta, pero creen que el pelaje colorido puede ayudarlos a camuflarse mejor en el bosque.
Una ardilla india gigante permaneció completamente inmóvil sobre una rama frondosa durante media hora mientras un águila culebrera volaba sobre ella, según un estudio publicado en la revista Nature Communications. “Permanecieron tranquilos y en silencio; abrieron las patas y se aferraron a las ramas de los árboles para evitar ser detectados”, escribieron los autores del estudio.
HUYNH DUNG (Fuente: Livescience/Animaldiversity)
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